perfil de la líder de ciudadanos  

Inés Arrimadas calienta por la banda

La jerezana destaca en el mermado banquillo de Ciudadanos para sustituir a Albert Rivera al frente del partido.  

Tras la dimisión de Albert Rivera en su resaca electoral más amarga, Inés Arrimadas ya calienta por la banda. Es la más destacada del mermado banquillo de Ciudadanos para suplir al retirado líder, que no ha llegado a los 40 años (los cumple este viernes, 15 de noviembre) y ya se jubila de la política. A Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) le faltan un par de años para cumplir los 40, pero le sobran tablas políticas tras haberse curtido en el duro escenario catalán. En tiempo récord, apenas dos años como portavoz del grupo de Cs en el ‘Parlament’, logró conquistar un millón de votos en las urnas y convertir a su partido en la primera formación de Cataluña. Pero aquellas elecciones del 21 de diciembre de 2017, celebradas bajo el amparo del artículo 155, supusieron un triunfo agridulce para Inés Arrimadas porque los escaños independentistas sumaron mayoría absoluta. Así que la gesta de esta andaluza que había logrado rizar el rizo al ser la candidata más votada tanto en los barrios obreros de Barcelona, siempre fieles al PSC, como en la zona alta de la Ciudad Condal, cantera del voto nacionalista moderado, quedó en agua de borrajas. Ser la alternativa consolidada al independentismo no le daba posibilidades de formar gobierno en Cataluña. Ni se convirtió en presidenta de la Comunidad que más quebraderos de cabeza daba en estos tiempos a España, ni siquiera lo intentó. Catorce meses después de ganar las elecciones en Cataluña, anunció que se trasladaba a Madrid para presentarse a las elecciones generales del 28 de abril de 2019. Unos comicios en los que Ciudadanos logró el récord de escaños: 57.

Nacida en Jerez y de familia salmantina, siempre tuvo cerca la influencia de Cataluña porque su padre, Rufino Arrimadas, vivió en Barcelona durante el franquismo, ejerciendo de policía nacional. Luego se hizo abogado en Andalucía y, cuando ejercía como tal, se presentó a las primeras elecciones autonómicas democráticas con la UCD, en las que fue elegido concejal.

Su hija Inés siguió la estela de su padre. Se formó en la carrera de Derecho y también hizo Administración de Empresas en Sevilla. Tras licenciarse a los 24 años, trabajó durante año y medio como responsable del departamento de calidad y administración de la empresa MAT de servicios industriales en el sector petroquímico. 

Durante seis años ejerció como consultora de operaciones y estrategia en la firma D’Aleph, con sede en Barcelona, por lo que, hacia 2007, se trasladó a vivir a la ciudad condal. En 2010 asistió con una amiga a un acto de Ciudadanos en el Teatro Romea y al año siguiente ingresó en dicha formación política como portavoz de juventud. Entonces el partido de Albert Rivera tenía tres escaños en el ‘Parlament’. En un año pasó a nueve, lo que permitió a Arrimadas entrar en la cámara de representación catalana.

En junio de 2015 fue designada portavoz del grupo parlamentario. Candidata a la presidencia de la Generalidad para las elecciones al Parlamento de Cataluña del 27 de septiembre 2015, se convirtió en líder de la oposición después de que su partido obtuviera 25 diputados. Apenas dos años después ganó en las urnas pero no alcanzó mando en plaza. En los últimos tiempos, ha protagonizado varios actos de cierto histrionismo: el pasado 24 de febrero, al día siguiente de anunciar su salto a la política nacional, viajó a Waterloo para proclamar ante las puertas de la residencia del fugado expresidente Carles Puigdemont que la república no existe.   

En su vida privada, Inés Arrimadas, fiel a la unidad de España, se casó en su tierra con Xavier Cima, nacionalista catalán convencido, exdiputado de Convèrgencia nacido en Vic. La pareja es la prueba viviente de que es posible llevarse bien y alcanzar acuerdos aunque ideológicamente se esté en las antípodas. 

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