Alfredo Pérez Rubalcaba
Los reyes elogian "el alto sentido de Estado" de Rubalcaba
Al exdirigente socialista se le atribuyó un papel decisivo en el proceso de abdicación del rey Juan Carlos y en el apoyo de su partido a la continuidad de la monarquía en la figura de su hijo.
Los reyes se han mostrado "hondamente entristecidos" por la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, del que han asegurado que agradecerán siempre "su permanente y profunda visión institucional y su alto sentido del Estado" durante su trayectoria política al servicio del país.
Don Felipe y doña Letizia han transmitido su pésame tras conocerse la noticia del fallecimiento de Pérez Rubalcaba, a los 67 años, debido al ictus que sufrió el pasado miércoles.
"Hondamente entristecidos por la repentina muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba. Le recordaremos y le agradeceremos siempre su permanente y profunda visión institucional y su alto sentido del Estado en su vida política de servicio a España", ha afirmado don Felipe y doña Letizia en un mensaje en la cuenta oficial de Twitter de la Casa del Rey. Felipe VI habló este jueves con Pilar Goya, la esposa del exlíder del PSOE, para trasladarle sus ánimos por el estado de salud después de su hospitalización.
Pérez Rubalcaba tuvo una estrecha relación con la familia real durante los distintos cargos que ocupó durante su dilatada trayectoria política, entre ellos, los de vicepresidente del Gobierno, ministro del Interior y de Educación y líder del PSOE.
Al histórico dirigente socialista se le atribuyó un papel decisivo en el proceso de abdicación del rey Juan Carlos y en el apoyo de su partido a la continuidad de la monarquía en la figura de su hijo.
Este respaldo del PSOE al relevo en la Corona en junio de 2014 tuvo lugar pocas semanas antes de que anunciara su dimisión como líder del PSOE, entonces en la oposición, tras la derrota que sufrió su partido en las elecciones europeas.
En su intervención en el debate parlamentario del proyecto de ley de abdicación, Rubalcaba defendió el voto favorable de su partido porque era una obligación "ineludible e insoslayable" de los socialistas cumplir la ley y la Constitución y mantener el pacto constitucional.
