Cumbre de Yeda: poco más que apoyo diplomático a Ucrania

La cita logra atraer a países como China, pero acaba con escasos compromisos para el plan de paz de Kiev.

Mientras se debatía el plan de paz ucraniano en Yeda continuaban los ataques, como este contra una universidad en Donetsk.
Mientras se debatía el plan de paz ucraniano en Yeda continuaban los ataques, como este contra una universidad en Donetsk.
A. Ermochenko/Reuters

El frente militar no avanza como Ucrania esperaba cuando lanzó su última ofensiva, pero la guerra tiene muchos caminos y en el diplomático dio este fin de semana un paso más en su batalla para lograr apoyo más allá de sus aliados occidentales. Las autoridades de Kiev repitieron la fórmula empleada en junio en Copenhague y llevaron su decálogo para lograr la paz a un foro internacional que acogió sábado y domingo Arabia Saudí y reunió a enviados de más de cuarenta Estados. Como en la capital danesa, no hubo una declaración final conjunta, pero los ucranianos destacaron que esta vez la participación se triplicó y que «la conversación fue extremadamente honesta y abierta», en palabras del responsable de esta delegación, Andrii Yermak, para quien Yeda supone «un paso hacia la implementación práctica de las iniciativas de paz propuestas» por su país.

Otra gran diferencia de la cita saudí respecto a la anterior en Dinamarca fue la presencia de China. El gigante asiático envió a su encargado de negocios de Eurasia, Li Hui, quien «participó muy activamente y se mostró abierto a la idea de una nueva reunión a este nivel», revelaron fuentes europeas a la agencia AFP. Hui habló con la prensa antes de la cumbre y declaró que «tenemos muchas discrepancias y posiciones diferentes, pero es importante que nuestros principios sean compartidos».

Los países estuvieron representados a nivel de asesores de seguridad y directores políticos de Exteriores y algunos de ellos tomaron parte online. Tras unas primeras 24 horas dedicadas al diálogo sobre los diez puntos para la paz de la vía ucraniana, la segunda jornada de la cumbre sirvió este domingo para que la delegación de Kiev mantuviera reuniones bilaterales con algunas de las naciones presentes con el objetivo de «concretar pasos que sirvan para llevar adelante la propuesta de paz», informó el diario 'Ukrainska Pravda'.

Los temas a dialogar se acumulan sobre una mesa en la que el alto el fuego es la prioridad y le siguen graves problemas como la posible crisis alimentaria global tras la ruptura por parte del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, del acuerdo para exportar grano de los puertos ucranianos y la seguridad nuclear, amenazada por la ocupación rusa de la central de Zaporiyia, la más grande de Europa.

Ausencia rusa

El plan del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, es que estos foros desemboquen en una gran reunión de jefes de Estado, pero de momento no hay una fecha clara en el horizonte. Las diez condiciones que pone Kiev sobre la mesa van desde la retirada de las tropas rusas al respeto de su integridad territorial, posiciones muy alejadas de un campo de batalla en el que Moscú ha logrado ocupar una quinta parte del territorio del país vecino.

Los rusos están excluidos de estos foros impulsados por Ucrania y Estados participantes como Brasil recordaron que «cualquier negociación real debe incluir a todas las partes». El jefe de la delegación brasileña, Celso Amorim, emitió un comunicado en el que apuntó que «aunque Ucrania es la mayor víctima, si realmente queremos la paz, tenemos que involucrar a Moscú en este proceso de alguna forma». El formato, sin embargo, no parece que vaya a sufrir variaciones y el objetivo será atraer en cada cumbre a nuevos países, nunca a Rusia.

La posición oficial de Moscú es la de la apertura de puertas al diálogo, aunque respetando «la nueva realidad» sobre el terreno que dejan los últimos 17 meses de guerra, es decir, sin aceptar la retirada de las zonas ocupadas como condición previa.

Los saudíes como puente

La vía saudí se suma tras esta cumbre a la turca como puente mediador en una guerra a la que no se le ve una salida a corto plazo. Ucrania volvió a mirar al Golfo tres meses después de la visita sorpresa de Zelenski a la Liga Árabe y la prensa local destacó que la cumbre demostró «la disposición del reino a poner en práctica su buen oficio para llegar a una solución que lleve a la paz permanente». Esta paz está muy alejada de una línea del frente que Kiev trata de mover gracias a la última contraofensiva. Allí confían en que las nuevas armas llegadas desde Occidente marquen la diferencia sobre el terreno. El problema es que la defensa rusa se muestra sólida y por eso no se registran grandes movimientos en las últimas semanas de duros combates en los frentes del este y sur del país.

El príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman, ha dado un giro radical a su política exterior y con este tipo de cumbres busca limpiar una imagen deteriorada por la guerra en Yemen o el asesinato y descuartizamiento de Jamal Khashoggi, columnista crítico con la casa real, en el consulado de Arabia Saudí de Estambul en 2018. Erigirse en mediador en Ucrania y tener éxito supondría todo un respaldo para el joven príncipe y hombre más fuerte del reino.

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