Cumbre del G7

Tusk avisa: "Si Trump impone aranceles al vino francés, la UE responderá"

"Pese a que lo último que necesitamos es confrontación, tenemos que estar preparados para ese escenario", ha señalado el presidente del Consejo Europeo

Donald Tusk
El presidente del Consejo Europeo Donald Tusk
CHRISTIAN HARTMANN/Reuters

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió este sábado de que si Estados Unidos impone aranceles al vino francés, como ha amenazado el presidente Donald Trump, la Unión Europea "responderá del mismo modo" para defender a su país miembro.

"Pese a que lo último que necesitamos es confrontación, tenemos que estar preparados para ese escenario", señaló Tusk en una rueda de prensa previa al comienzo de la cumbre del G7 en Biarritz (suroeste de Francia). 

La amenaza de Trump de imponer aranceles al vino francés llegó tras la aprobación por Francia de la llamada "Tasa GAFA" (por Google, Apple, Facebook y Amazon), una ley que obliga a los gigantes tecnológicos a pagar un impuesto del 3 % sobre la facturación de su negocio digital.

"Francia puede contar con nuestra lealtad y de todos los estados miembros", aseguró Tusk, que consideró "justificada en lo sustancial" la tasa digital impuesta por Francia, pese a tratarse de "una decisión a nivel nacional".

Además, el polaco recordó que la próxima presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha incluido el problema de la fiscalidad digital en su agenda, "no solo por solidaridad" con Francia, sino porque coincide con el planteamiento.

Para Tusk, resulta necesario "poner fin a las guerras comerciales", puesto que "conducirán a una recesión" y además "erosionan la ya maltrecha confianza" en el seno del G7. "Si Trump usa los aranceles y las tasas como un instrumento político por diferentes razones políticas, esa confrontación puede ser muy arriesgada para todo el mundo, incluida la UE", aseveró.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, puso en duda este sábado la ratificación del acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur si el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no combate los fuegos en la Amazonía brasileña.

"Apoyamos el acuerdo UE-Mercosur, que también implica la protección del clima, pero es difícil imaginar una ratificación armoniosa por los países europeos mientras el presidente brasileño permite la destrucción de los espacios verdes del planeta", señaló Tusk en una rueda de prensa antes del inicio de la cumbre del G7 en Biarritz.

Para el político polaco, que abandonará la presidencia del Consejo Europeo el 1 de diciembre para dar paso al belga Charles Michel, las imágenes de la selva amazónica en llamas "se han convertido en otro signo deprimente de nuestros tiempos". "Esto trata de ser o no ser", sentenció Tusk, quien agregó que la UE está dispuesta a ofrecer ayuda financiera a Brasil para luchar contra el fuego.

Francia e Irlanda han amenazado con no aprobar el acuerdo de libre comercio firmado hace dos meses entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur si Brasil no cumple sus compromisos de defensa del medio ambiente.

Por su lado, Finlandia, que preside actualmente la Unión Europea, ha propuesto la posibilidad de imponer restricciones a las importaciones de carne de Brasil, el mayor abastecedor mundial, como forma de presionar al país a preservar la Amazonía.

Ucrania, ¿próximo invitado?

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso este sábado invitar a Ucrania a la próxima cumbre del G7, pero cerró la puerta de forma rotunda al eventual regreso de Rusia al grupo, como desea Estados Unidos. Tusk consideró que "las razones por las que Rusia dejó de ser invitada en 2014 todavía siguen siendo válidas, e incluso hay nuevas razones como la provocación rusa en el mar de Azov".

Asimismo, indicó que intentará convencer a sus interlocutores en la cita de Biarritz para que el nuevo presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, participe en la cumbre del año que viene, en calidad de invitado, para escuchar sus opiniones.

El ex primer ministro polaco recordó que el presidente estadounidense, Donald Trump, ya propuso hace un año que Rusia reintegre el foro con el argumento de que la anexión de Crimea "estaba parcialmente justificada" y de que "ese hecho debería de ser aceptado". "Bajo ninguna condición podemos estar de acuerdo con ese razonamiento", zanjó Tusk, que representa el sector más opuesto a la vuelta de Rusia, frente a EE. UU. que pide su regreso, o Francia y Japón, que creen que debería debatirse el asunto.

Para el responsable europeo, que dejará el cargo a final de octubre para ser reemplazado por el belga Charles Michel, cuando Ruisa ingresó en el G7, en 1998, "se creía que iría por el camino de la democracia liberal, el Estado de derecho y los derechos humanos. ¿Alguien puede decir (...) que Rusia está en ese camino?".

En 2014, el G7 suspendió sus invitaciones a Rusia en respuesta a la anexión de Crimea, desde entonces el presidente Vladimir Putin no ha vuelto a asistir a una cumbre de los países que conforman el grupo.

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