Vignerons y su búsqueda de vinos más definidos

Casa Vinícola Moliniás se suma a este proyecto en el que hay otras cinco bodegas oscenses.

Un momento de la cata de los vinos de Vignerons.
Un momento de la cata de los vinos de Vignerons.
A. Toquero

Las casas rurales Moliniás en el Sobrarbe (Huesca) acogieron el 26 y 27 de febrero a los catadores del panel con el que Vignerons arranca su séptimo año de actividad. Tras estas sesiones se elegirá el catálogo de vinos Vignerons 2024, que se conocerá en las próximas semanas.

Durante estos dos días se cataron alrededor de 30 referencias entre rosados, blancos y tintos. Se trata de propuestas innovadoras a partir de variedades locales, en su mayoría, con vinificaciones vanguardistas que ponen en valor su potencial.

Los presentados pertenecen a las cinco bodegas oscenses que forman parte de Vignerons (Estrada Palacio, Edra, Vinos del Desierto, Sers y Alodia). Además, se han catado las primeras elaboraciones de Casa Vinícola Moliniás, que tras esta cita se incorpora al proyecto de la mano del enólogo Nicolás Brun.

Las sensaciones de este año han sido muy positivas. Javier Buil, fundador y director de Vignerons, destaca que "las ideas del proyecto están claras y hay que seguir ayudando a las bodegas, ya que somos su plataforma de difusión y venta".

A su juicio, el mundo del vino cambia rápido y en esa búsqueda "nos estamos dando cuenta de que el consumidor busca vinos más definidos, con menos madera, para tener una identidad más clara; por ese camino de una menor intervención es por donde probablemente haya que avanzar con nuestras variedades autóctonas".

Para el formador Jorge Orte, esa apuesta por lo local "es lo que te diferencia y crea curiosidad; viajar a través del vino es fomentar una parte de la cultura del territorio". Alberto Torres fue profesional del sector y ahora es un aficionado, pero es de los veteranos del panel de cata. Tras la experiencia se queda "con el crecimiento de los blancos y, en los tintos, con la evolución de la variedad moristel".

Este protagonismo de los blancos ha sido muy comentado en esta edición, un detalle que el sumiller del restaurante Callizo, Guillermo Cárcamo, resume así: "Mi sensación final es que hay unos blancos con una calidad brutal que justifica el precio, y unos tintos que van por muy buen camino, pero que en algún caso todavía falta clavarlos".

El propietario y jefe de cocina de La Terrazeta de Bielsa, Eduardo Remartínez, destaca que "Vignerons es el proyecto que encaja a la perfección con nuestra gastronomía por su carácter artesano y de cercanía". Él tiene 14 referencias en la carta, así que se lo cree de verdad.

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