gastronomía
Cierra el bar Erzo de Zaragoza: adiós a una de las barras más coloridas de tapas y pinchos
Este establecimiento de la calle de Santa Catalina baja su persiana tras casi 70 años de trayectoria.
Era 1956 cuando en la calle de Josefa Amar y Borbón se abrió el bar Erzo, entonces esta vía todavía se llamaba de los Sitios. En 1977 se mudó a la calle de Santa Catalina, donde se encuentra en la actualidad y donde ha sido lugar de vermús, meriendas y cenas durante más de 40 años.
Pero el relato de este bar ha llegado a su fin. "La historia se nutre de hechos, se moldea de momentos que viven en tu recuerdo y forman parte de tu entidad", dice uno de los carteles que han colgado en sus paredes. "Nos vamos sabiendo que nos quedamos en muchos corazones", se añade con dos fechas, 1956 - 2024.
Ernesto Zorrilla Cervantes fue su fundador y quien le puso nombre al negocio con las primeras sílabas de su nombre (Er-Zo). Desde 1987 lo regenta la segunda generación, su hijo Ernesto Zorrilla Alcaine, junto a su esposa, Marisa Pérez Benito, y su hijo Sergio.
El 31 de marzo será el último día y su característica rana dejará de saltar. "Mi padre abrió una puerta que yo cierro -señala Ernesto. No hay relevo y nos jubilamos". Su hijo Sergio, que también trabaja allí, se va a dedicar a la escritura juvenil con sus libros de 'Leyendas Z'. El domingo lo anunció y desde entonces muchos clientes se han acercado hasta esta barra para mostrar su cariño. "El otro día un señor casi se echa a llorar", aseguran.
La barra de este bar es una de las más recordadas de la ciudad, que ha estado en constante evolución. "Empezamos con cuatro tapas, las típicas, pero después cambió todo y dimos el salto con una gran cantidad, variedad y mucho color", afirma Pérez. En la actualidad han llegado a tener una oferta de más de una treintena entre montaditos, fritos y rollitos. "La tostada de queso roquefort y jamón es una de nuestras especialidades", resaltan.
"El montado de Jamón de Teruel en pan de hogaza con tomate untado ha triunfado desde hace más de 40 años", dice Zorrilla. También serán recordados por los anuncios en televisión en Aragón TV -cuando aún era Antena Aragón- y ese eslogan de "Erzo es" a ritmo de salsa en la calle.
"Erzo tiene alma y magia y todo es casero", responden cuando se les pregunta cuál puede haber sido la clave del éxito. En el bolsillo conservan recuerdos de sus clientes, tanto los fieles de siempre como los que han visto crecer a lo largo de las décadas y que regresaron con fuerza después de la pandemia. Familias o grupos, anónimos o famosos. Bunbury, Amaral, Jorge Usón o todos los jugadores del Real Zaragoza de Primera han pasado por este bar del centro de la ciudad. "Nuestro público ha sido de todas las edades y de todo tipo -añade Marisa-, incluso de otros países".
También tienen palabras de agradecimiento para los empleados que han sido la "atención, profesionalidad y servicio" durante estos años, tanto en barra como en cocina. Se despiden con "orgullo y satisfacción" por el trabajo que han realizado.
