gastronomía

Las 'smash burger' del Arrabal de Zaragoza, ahora también sin gluten

Bunga Burger ofrece todas sus hamburguesas para los paladares celiacos.

Caja de hamburguesas de Bunga Burger, en el Arrabal de Zaragoza.
Caja de hamburguesas de Bunga Burger, en el Arrabal de Zaragoza.
Bunga Burger

Lo que comenzó en una 'cocina fantasma' en el barrio del Arrabal de Zaragoza en plena pandemia, hace siete meses dio el saltó a la calle y Bunga Burger levantó su persiana en la calle de Bielsa de la capital aragonesa. Aunque comenzó a trabajar de forma física, no dejó el lado su carácter digital.

En este tiempo que llevan en la calle han logrado fidelizar el público. "Constantemente vienen los mismos clientes, constantemente", valora Rubén Espelta, socio y gerente de la hamburguesería especializada en 'smash burger', una técnica muy de moda en el sector que consiste en disponer bolas de carne que se aplasta en la plancha caliente hasta que adquiere la tradicional forma de disco.

Ahora dan el salto y presentan sus nuevas hamburguesas sin gluten. "Hemos conseguido un producto de calidad, con un buen pan de brioche", resalta Espelta. En Bunga Burger han adaptado todas sus propuestas a los paladares celiacos, sustituyendo, por ejemplo, la harina por maicena. Incluso, las vegetarianas. Hace un mes y medio que las lanzaron y sus clientes ya las han probado. Este paso lo han dado de la mano de la Asociación Celiaca Aragonesa (ACA), que ha realizado sus controles.

En Bunga Burger, las hamburguesas se ofrecen dobles o triples y dentro de la variedad está Italy, Bunga, baconesa, ‘cheesmosa’ y la versión infantil. Además, ofrecen 'fingers' y patatas con varias salsas. En todas ellas han invertido varias horas de decisiones, con exhaustivos cástines de productos, y se pueden adquirir para tomar en el local, para recoger en el establecimiento y llevar –'take away'- o pedir a domicilio -'delivery'-.

Aquellos que se decanten por acudir al local, se encuentran una hamburguesería con aires a cadena o franquicia: grandes pantallas en las que elegir la comanda. El pedido pasa a cocina, donde se preparan, y después se sirven. El nombre de esta hamburguesería del Arrabal responde a un "recuerdo de infancia", en concreto a los videojuegos de la década de los años 90.

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