gastronomía

Atienza, 65 años de chocolate artesano en Ateca

La cuarta generación de la familia atecana produce 150.000 kilos anuales, con el turrón como estrella.

Chocolates Atienza, en Ateca.
Chocolates Atienza, en Ateca.
Macipe

En la planta que Chocolates Atienza tiene a la entrada de la villa zaragozana de Ateca se respira el olor a cacao por los cuatro costados. No es un decir, es la realidad. El aroma dulce lo impregna todo. Fundada en 1958, en este 2023 ha cumplido los 65 años de trayectoria, con una plantilla de ocho trabajadores y una producción anual total que ronda los 150.000 kilos, entre 38 referencias de tabletas, nueve de turrones, coberturas para otros productos como las frutas de Aragón y cacao en polvo y para chocolaterías. Todo ello en un proceso de fabricación que le ha valido la consecución del sello Artesanía Alimentaria de Aragón, que reconoce aquellos procesos de elaboración dominados por el carácter eminentemente manual.

"Estamos muy orgullosos de seguir fabricando y es también una responsabilidad por lo que significa la historia de esta marca", explica Nacho Atienza, representante de la compañía, desde el despacho que comunica directamente con las naves donde están las líneas por las que desfilan las tabletas. En ese obrador, según la demanda, se realiza un tipo de producto u otro. Entre las tabletas, las de altos porcentajes de cacao son las más valoradas: "Nos centramos en realizar un producto de gran calidad y por eso es importante para nosotros aquellas variedades que más porcentaje tienen, como la del 85%", apunta.

Obrador de Atienza, en Ateca.
Obrador de Atienza, en Ateca.
Macipe

Con pesos que van desde los 125 gramos hasta el kilo según la tipología, en la particular cartera que ofrecen hay variedades de negro con trozos de cereza, arándano, limón, naranja, manzana, con sabor menta, sin azucares añadidos… Pero también comparten elementos con las de chocolate con leche y blanco. También están a la venta el cacao en polvo para hacer en casa cocido o las coberturas. "El mercado ha evolucionado bastante. Antes se iba a precio y ahora nos centramos en la calidad y en la innovación con los sabores", remarca Nacho.

Como a toda empresa, les ha influido el incremento de costes, tanto de materias primas como los energéticos, haciendo que tengan que realizar esfuerzos extra.

Temporada de turrón. En estas fechas, con la llegada de la Navidad, la actividad se intensifica. A su producción normal se suma la de los turrones: praliné de almendra y chocolate, blando, nata y coco, blanco con chocolate, pasas al ron, duro, de frutas, de yema… Y la estrella: el de nata con nueces. "Es el que más demanda tiene y el más querido", reconoce Nacho.

Lo que sí ha cambiado son las fechas de elaboración. «Hemos llegado a empezar la campaña en septiembre, pero cada año tenemos que retrasarla más por las altas temperaturas, que no tienen que ser muy elevadas a la hora del corte. Este año empezamos la semana pasada», apunta el representante de la familia.

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