G-77, las terneras de Monzalbarba que aspiran a hacerse un hueco en el mercado

Bernardo Aliaga cría desde hace 26 años vacuno de la raza limusina y ahora quiere darle visibilidad a su carne.

Bernardo Aliaga, con una chuleta de vacuno de la raza limusina.
Bernardo Aliaga, con una chuleta de vacuno de la raza limusina.
Alejandro Toquero

A las vacas del ganadero Bernardo Aliaga se las ve pastando desde la carretera de Logroño, a la altura de Monzalbarba. Esta escena se repite desde hace 26 años, ya que en este barrio rural tiene su ganadería con alrededor de 100 hectáreas de terreno.

Sin embargo, la carne de vacuno de Bernardo apenas se conoce en el mercado -hasta ahora se vendía solo en carnicerías, pero sin nombre ni apellido-, una situación a la que este ganadero quiere poner remedio y en ello está desde hace unas semanas.

El restaurante Ambrosio&Justino ofrece la carne de G-77.
El restaurante Ambrosio&Justino ofrece la carne de G-77.
Alejandro Toquero

G-77 Monzalbarba es la denominación comercial. “La inicial es por generación 77, que es el año en que nacimos mi pareja y yo, pero también porque es el nombre de ganadería 77”, cuenta Bernardo.

Su intención es introducir esta carne en algunos restaurantes de Zaragoza -de momento la ofrece Ambrosio&Justino y se han interesado Mesón Martín y Mas Torres- y venderla a particulares 'online' a través de la página web: www.g-77.es. Para visibilizar mejor su proyecto, hace unas semanas celebró una jornada de puertas abiertas en la torre de Treviño, la finca donde está la ganadería en Monzalbarba.

La carne se caracteriza por tener muy poca grasa.
La carne se caracteriza por tener muy poca grasa.
Alejandro Toquero

Al poco tiempo de iniciar su andadura como ganadero, Bernardo optó por la raza limusina. Es originaria de Francia y una de las que tiene mejor aptitud cárnica. Este último detalle fue el que le llevó a decidirse por ella.

No es la que más se ve en sidrerías y establecimientos especializados, donde las razas frisona y rubia gallega son las que ponen nombre a gran parte de los chuletones que se comercializan. “Es un sector en el que hay mucha oferta y a veces no están claros el origen ni la trazabilidad”, explica.

Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Alejandro Toquero

Bernardo Aliaga es lo primero que destaca de su proyecto. “Mis vacas de la raza limusina son 100% aragonesas; desde hace 26 años hacemos el ciclo completo con las madres, los sementales y los terneros, que se destetan con cuatro meses y criamos hasta el sacrificio en Mercazaragoza cuando tienen poco más de un año”.

En fin, que en esta ganadería no trabajan como en un cebadero normal. “También dejamos terneras para futuras madres y así conseguimos mejorar la raza, y nos ocupamos de la atención en los partos”, prosigue. La cría es en extensivo complementando la alimentación en invierno, cuando no hay hierba.

Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Alejandro Toquero

La ganadería cuenta con 200 cabezas de vacuno en Monzalbarba y con varias fincas en Extremadura donde hay 440 más. “Pero las terneras que nacen en el sur, en cuanto se destetan, terminan de criarse en otra finca que tenemos en San Mateo de Gállego”, explica.

Con este giro que Bernardo Aliaga le ha dado a su explotación, “queremos que la gente sepa qué tipo de carne está consumiendo, cuya trazabilidad está garantizada de principio a fin, y que nos sirve para diferenciarnos por la calidad en todo el proceso”.

En una comida celebrada recientemente en el restaurante Ambrosio&Justino para conocer sus características organolépticas y el rendimiento en el plato, se apreciaron algunos detalles interesantes. En primer lugar, la menor proporción de grasa y el hueso más fino que otras chuletas. Además, Bernardo Aliaga explica que los terneros de la raza limusina “tienen un lomo y unos cuartos traseros excepcionales”.

Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Despieces de ternera de esta ganadería de Monzalbarba.
Alejandro Toquero

Por otra parte, prosigue este ganadero, “es una carne que se caracteriza por ser muy tierna, fina y magra a la vez que sabrosa, baja en grasa, presentando el corte de solomillo hasta un 45% menos de grasa”.

Lo dicho, un interesante proyecto aragonés que permanecía en la sombra y que busca hacerse un hueco con nombre y apellido. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión