gastronomía
Vincelle, una apuesta por la innovación pastelera en Jaca
Con protagonismo de los semifríos individuales, bollería de calidad y café de especialidad.
Jaca es una ciudad laminera con pasteles muy asociados a ella. Entre los turistas, el jaqués y el conde son dos de los más demandados. En fin, que hay buenas pastelerías como Echeto y La Suiza, pero Jairo Vincelle se ha animado a abrir la suya.
Se formó en la Escuela de Pastisería del Gremio de Barcelona y después de trabajar en Abu Dabi y en varios establecimientos aragoneses, pensó que estaba listo para manejarse en su obrador.
El local lleva su apellido, Vincelle. Jairo ha apostado por dar protagonismo a la bollería de calidad, pasteles individuales y a un buen café. De esta forma, en Vincelle tiene tanta importancia el espacio de pastelería como el de cafetería.
Una amplia y luminosa vitrina da la bienvenida a los clientes y los pasteles se empiezan a comer con la vista. La línea más novedosa es la de los semifríos individuales. Los de melocotón, albahaca, lima y yogur de oveja, y de frutos rojos, macadamia y mousse de yogur son dos de los más apetecibles.
Los muy chocolateros tienen sus versiones, y el de pistacho y frambuesa es una de las últimas novedades. La bollería también es importante. El cruasán es una pieza que Jairo trabaja con cariño. Especialmente, Jairo se luce en los rellenos con propuestas tan sugerentes como queso y mango, almendra o queso y frambuesa.
El espacio expositivo es amplio y en él hay un apartado para clásicos de Jaca como el Conde y el Jaqués en su versión tradicional. La innovación llega de la mano de los rolles de canela y gianduja.
En la cafetería se puede probar un aromático café de especialidad para acompañar los dulces. También hay una interesante oferta salada y helados de Albert Roca, campeón de España de Heladería Artesana.