gastronomía
Bal d'Isabena, viticultura de montaña
Esta bodega del Somontano presenta una nueva colección de cinco monovarietales.
Bodegas Bal d’Isabena lleva 20 años de trabajo y 19 vendimias con la de 2023. De todas las de la denominación de origen Somontano es la que tiene un carácter más montañero. Las 21 hectáreas de viñedo que rodean la bodega, con el pico Turbón vigilante al fondo, así lo atestiguan.
La viticultura de montaña que se practica en Bal d’Isabena ha ido creciendo hasta su proyecto más novedoso: los vinos de la finca Isábena, en los que se recuperan variedades propias del Alto Aragón como la garnacha tinta y blanca y otras internacionales adaptadas al valle del Isábena. El enólogo Enrique Larruy ha diseñado una colección de monovarietales con variedades que tradicionalmente han sido buenas compañeras en la elaboración de vinos, pero que en solitario tienen un valor singular. En concreto, se han empleado las uvas chardonnay, gewürztraminer, garnacha blanca, garnacha tinta y merlot.
Llegar a esta colección de cinco Isábena ha sido un proceso largo tras las primeras pruebas realizadas en 1998. A partir de ahí se añadieron más parcelas con variedades que se adaptaban a cada paraje. Fruto de este trabajo, el Isábena gewürztraminer e Isábena garnacha tinta recibieron el año pasado 90 puntos en la Guía Peñín.
Bodegas Bal d’Isabena elabora otras marcas propias, como Ixeia, vinos jóvenes, coupage de varias variedades, blanco, rosado y tinto; o Perrochico, blanco y tinto, también coupage de variedades de más alta gama que los Ixeia.
