fiestas del pilar

Comida típica aragonesa que cualquier turista debe probar en las Fiestas del Pilar de Zaragoza

Durante los días de fiestas del Pilar, la gastronomía se convierte en un atractivo que llama la atención de turistas y locales.

Fiestas del Pilar. De tapas en El Tubo de Zaragoza
El Tubo es una de las zonas con más visitantes durante las fiestas del Pilar.
ARANZAZU NAVARRO

Se acercan las fiestas del Pilar 2023 y hay que reconocer que la gastronomía es un gran atractivo de este periodo festivo que encandila a turistas y que se convierte en el plan de cualquier zaragozano que se encuentre en la ciudad. Desde ir a comer un buen menú especial del día del Pilar hasta salir de tapas, la comida se convierte en una manera más de disfrutar de la ciudad. 

En formato de tapa, pincho o de plato, los grandes hits de la gastronomía aragonesa ganan protagonismo estos días y seguro se encuentran en diferentes bares y restaurantes de Zaragoza, ya que muchos de ellos tratan de reincorporan los ingredientes principales de nuestra tradición en sus propuestas durante estas fiestas. 

Como aperitivo, unas buenas madejas o un jamón con chorreras son dos opciones muy de aquí. El primero puede no ser un plato para todo el mundo, ya que están hechas con el intestino delgado del cordero, bien limpio, enrollado y frito con un poco de ajo y perejil. El conocido huevo-gamba, un pincho no muy conocido cuando salimos de nuestra comunidad, también hay que probarlo. 

De primero: migas y borrajas como platos muy aragoneses

Uno de los must-have de la cocina aragonesa que no podemos dejar de probar son las migas, en todas sus formas y propuestas. Aunque es verdad que cada vez hay más variantes disponibles, hay que probar las que llevan huevo y uva: que no nos engañe su simplicidad, son un manjar. De hecho, las migas son el plato principal de muchos menús del día del Pilar y lo mejor de todo es que se pueden degustar en formato tapa. 

Siguiendo con los primeros platos, no nos podemos olvidar de la borraja, con patatas o con almejas, según el paladar del comensal. Esta verdura es típica en Aragón y es muy habitual comerla a diario en las casas aragonesas. Cada vez hay más restaurantes que las versionan o que las introducen en sus recetas de manera original y creativa. 

Los segundos: carne y pescado

Pasando a los segundos, el ternasco de Aragón en cualquier forma es imprescindible. Al horno con patatas es una gran delicia, aunque también lo encontramos en bocadillos y croquetas. También hay que probar las magras con tomate, a base de jamón no muy curado pasado por la sartén y tomate. 

Para los que son más de pescado, recomendamos probar los garbanzos con congrio o a la bilbilitana, que consiste en un guiso de garbanzos con congrio seco. Por último, para los vegetarianos, la fritada aragonesa es el mejor resumen de la calidad de la huerta del Valle del Ebro. Se hace con pimiento rojo, verde, calabacín, cebolla y patata pasados por la sartén y reposados y puede ir acompañada de atún, escabeche o huevo duro, según la inspiración del momento o según la petición del comensal. 

De postre, que no falte un trozo de manto de la Virgen del Pilar o una trenza de Almudévar para dar cierre a una comida que, como hemos podido apreciar, es contundente y tradicional de principio a fin.

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