gastronomía

La garnacha que es "el vino del futuro"

El proyecto Nabulé, de Bodegas Aragonesas, presenta el nuevo miembro de la familia: Nabulé Esencia 2019.

La familia Nabulé, de Bodegas Aragonesas, en la presentación en el restaurante Aura.
La familia Nabulé, de Bodegas Aragonesas, en la presentación en el restaurante Aura.
Montañés

Exclusivo, elegante, que encaja en los paladares de cualquier edad y con multitud de platos sobre la mesa. Y una cepa por botella. Así es el nuevo vino tinto que se ha presentado este lunes en Zaragoza, Nabulé Esencia 2019. "Es un vino que emociona", reconoce Enrique Chueca, gerente de Bodegas Aragonesas.

Cautiva en la copa con su atractivo color rojo cereza y violeta. En nariz descubren las notas de especia y canela. Y en boca es el equilibrio de tres pilares: acidez, alcohol y taninos. Por un lado, incita a probar más y, por otro, al final hace salivar. En esta bodega de la denominación de origen Campo de Borja definen al Nabulé Esencia –un nombre que hace referencia a la niebla que surge en el viñedo en otoño- como "minimalista".

Los 'padres' del nuevo caldo son Javier Vela, Fernando Ballesteros y Javier Baselga, los tres enólogos que comenzaron a trabajar en este proyecto en 2016 y que lanzaron la primera referencia de Nabulé - Nabulé Terroir 2019- en 2021. La llegada de Nabulé Esencia 2019 (46 euros) se vive como "un paso más en el desarrollo".

Uno de los tres enólogos de la bodega, Javier Vela; la presidenta de Bodegas Aragonesas, Virginia Gálvez Gil; y el gerente de Bodegas Aragonesas, Enrique Chueca.
Uno de los tres enólogos de la bodega, Javier Vela; la presidenta de Bodegas Aragonesas, Virginia Gálvez Gil; y el gerente de Bodegas Aragonesas, Enrique Chueca.
Gabi Orte

"Es la selección de la selección de la selección", repiten sus creadores. La exclusividad de este vino -ya que se han conseguido 5.720 botellas- también radica en que es posible que no haya todos los años, ya que se deben dar las condiciones óptimas para su maduración. Pasa por barrica roble francés durante 16 meses, lo que le da un "perfecto equilibrio entre la fruta fresca y la complejidad de la madera".

Una de las virtudes de estos vinos es que pueden acompañar cualquier tipo de gastronomía. "Creo que son los vinos del futuro", defienden desde esta bodega de Fuendejalón.

El motor de esta iniciativa es crear un nuevo concepto de garnachas modernas con la tierra y el viñedo viejo –de más de medio siglo- del que proceden como bandera. Así, como sucedió con Nabulé Terroir, su predecesor, también se ha hecho un "seguimiento diario de la vid", que se sitúa en una de las zonas más altas del Campo de Borja, ubicados entre 500 y 600 metros de altitud, este hecho ha sido clave para definir este nuevo concepto de garnacha. "Nos permite obtener vinos originales, auténticos e inimitables que son clara expresión del territorio en el que están ubicados", destacado Javier Vela, uno de los enólogos de Bodegas Aragonesas.

La vendimia se realiza manualmente y el equipo técnico lleva a cabo controles de maduración minuciosos para determinar el momento óptimo para su recolección. La elaboración es totalmente tradicional con suaves remontados. 

"Nabulé Terroir lleva dos años en el mercado y nos está dando grandes alegrías –celebran desde la bodega-. Estamos seguros de que Nabulé Esencia también va a sorprender al consumidor".

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