Los platos de siempre en un oasis urbano en Zaragoza

Hace en torno a un mes, el chef Ángel Conde colgó el delantal y dejó de cocinar en El Chalet. Su jubilación ha obligado a un relevo en el negocio, pero el espíritu de este conocido restaurante de Zaragoza se ha mantenido. Ni en los fogones ni en sala han cambiado los profesionales, como el cocinero Eduardo Martínez, lo que fomenta que la propuesta gastronómica no haya variado. Entre todos los platos, destaca el afamado 'steak tartar', uno de los primeros que se comió en la ciudad que se elabora bajo una receta secreta al aroma de Calvados.

También cautiva el conejo con pistachos, manzana y helado de mostaza, el canelón de pollo de corral, con salsa de setas y trufa, además del arroz meloso de chipirones, langostino y citronela. En cuanto a los platos principales, éxito tiene la merluza confitada con verduritas al pil pil de limón y el Ternasco de Aragón a baja temperatura con una curiosa patata brava.

Uno de los platos de El Chalet, de Zaragoza.

El dulce colofón puede ser tarta de queso, sorbete de frutos rojos hasta buñuelos de chocolate caliente con helado o un flan de huevos camperos al caramelo y chantilly de vainilla.

En esta nueva etapa se ha dado una oportunidad a la terraza, que se ha convertido en otro de los atractivos del restaurante, con varias fuentes y un gran jardín vertical. Además, cuenta con una terraza vip para cuatro personas. También son muy exclusivos los salones del edificio, con posibilidad de organizar eventos.

Detrás de estos cambios está Emilio Peña –empresario que también regenta varios establecimientos emblemáticos de El Tubo de la capital aragonesa–, que hace un mes asumió la dirección. Ha apostado por mantener la esencia, desde las mismas recetas hasta la celebración de las diferentes jornadas. No obstante, también van a apostar por novedades, como la música en directo de Big Moon, un cantante senegalés que con su voz encandila los oídos zaragozanos y ha participado en programas de televisión.