gastronomía

La zona de bares de la Universidad evoluciona: estas son todas las aperturas

Las cervecerías BogBar y D’Jorge, la bocatería Singularis, Bistrónomo Tapas y el italiano Figari incrementan la oferta. 

En la decoración de la bocatería Singularis hay muchos motivos vegetales
En la decoración de la bocatería Singularis hay muchos motivos vegetales
A. Toquero

La zona de ambiente del campus universitario de Zaragoza se anima con nuevas aperturas que se suman a la amplia oferta existente. Además, este entorno ha ido evolucionando, de forma que ahora mismo se puede hablar de una zona muy amplia que engloba locales de la propia plaza y otros que hay en las calles aledañas de Pedro Cerbuna, Giménez Soler, Bruno Solano y Arzobispo Apaolaza.

Cinco son las nuevas aperturas que se han producido en los últimos meses. Alrededor de modelos de negocio bastante diferentes. Esta es otra de las señas de identidad de esta zona: que cada vez se abre a propuestas culinarias más variadas en las que, en general, la buena relación calidad/precio es una de sus características. Este es el caso de la cervecería D’Jorge, ubicada en el número 18 de la plaza de San Francisco, que abrió sus puertas hace tres meses donde estaba el restaurante La mar de Cádiz. Raciones abundantes, bocadillos gigantes y un menú diario con mucho para elegir son los argumentos más destacados de este local.

En el número 4 de la cercana calle de Bruno Solano ha iniciado su andadura Figari, donde estaba el restaurante El Peirón de la Manduca. En esta tasca italiana, Iván Manzoni se propone que haya vida más allá de pizza y pasta mirando de reojo a su Cerdeña natal.

Los supli clásico y marinero marcan la diferencia. En su interior llevan ragú de carne con mozzarella y mejillón, calamar y langostino. Para el aperitivo se ofrecen mejillones fritos con ajoaceite y un curioso canelón relleno de bacalao con gambas. Este picoteo informal se combina con raciones, entre las que destacan las brochetas: tataki Figari, pollo al curry con lactonesa de coco o gambón y maho-lima.

Justo al lado acaba de estrenarse El Bistrónomo Tapas. Su barra de pinchos mira al norte de España, pero más allá de los montaditos y de los vinagrillos para un picoteo informal, el nivel culinario se eleva bastante alrededor de algunas de sus raciones. Es el caso de la ensalada de tomate rosa de temporada; el carpacho de ternera angus y salsa César; el canelón de carrilleras de cerdo al Oporto o los huevos camperos rotos con sobrasada ibérica.

Burrata con tomate cherry, nueces y pesto de BogBar
Burrata con tomate cherry, nueces y pesto de BogBar
A. Toquero

A estos locales se han sumado recientemente otros dos en la calle de Pedro Cerbuna, la de ambiente más universitario. BogBar (en el número 7) es una cervecería con una estética muy cuidada, amplia y abierta a recibir a clientes que buscan una alternativa diferente en este entorno.

Su propuesta de pica-pica mira a distintas partes del mundo con la presencia de tequeños, un bao de cochinita pibil o alitas de pollo y costillas a la barbacoa. Las patatas bravas se pueden pedir en ración, pero también se ofrecen como detalle acompañando a otras recetas. Se cuecen y luego se les da un punto de horno y fritura para acompañarlas de una salsa con el punto picante justo. Están muy conseguidas.

La mayoría de las hamburguesas son ‘smash burgers’, una tendencia de moda a la que se ha sumado BogBar, que en la carta tiene recetas que aspiran a atraer a un público más exigente desde el punto de vista gastronómico. Risotto de setas, tartar de salmón con guacamole, pulpo a la gallega o entrecot con pimientos de Padrón son algunas de las propuestas que invitan a sentarse a la mesa sin prisas.

Pero el listado de nuevas aperturas, de perfiles diversos, no se agota aquí. Justo al lado de cervecería BogBar acaba de abrir la bocatería Singularis (Pedro Cerbuna, 9). De alguna forma representa un punto de unión entre los negocios enfocados a los estudiantes universitarios y el resto de las propuestas del entorno de la plaza de San Francisco.

El local es amplio y con una decoración cargada de ambientes vegetales para disfrutar de una forma relajada alrededor de bocadillos, hamburguesas y ensaladas clásicas. Además, con una relación calidad/precio más que aceptable. Entre diez y doce euros es el tique medio de este establecimiento. Muy en la línea de los negocios hosteleros de la calle Pedro Cerbuna.

Además de estas aperturas, en los próximos meses se van a producir otras como la segunda bocadillería Mostaza en la plaza de San Francisco, una pizzería por porciones al estilo de la mítica Pizza Queen y un local de ‘casual food’ rápida y de calidad. En fin, que la zona de la Universidad está moda y no deja de crecer.

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