gastronomía
Una ruta para descubrir cómo las flores cambian el recetario
La versión gastronómica de Zaragoza Florece ofrece propuestas para apreciar el protagonismo de su sabor, aroma y presencia en los platos.
A la versión gastronómica de Zaragoza Florece que se celebra este fin de semana le acompaña una ruta culinaria y de mixología en la que las flores comestibles son las grandes protagonistas.
Laura Carrera, de la empresa Innoflower, ha sido la encargada de vestir con flores las diferentes propuestas de la ruta y conoce bien de qué forma un plato puede cambiar con su presencia.
Por su sabor, por ejemplo, se queda con el alelí, “que como el rabanito aporta notas picantes y también recuerda al clavo”. La capuchina la compara con el wasabi, “perfecta para acompañar un tartar o salmón”.
También se refiere a otras de un sabor plano, “para no alterar el de los ingredientes del plato”, como la caléndula o el pensamiento. Y a la flor de cebollino, pequeña, con forma acampanada, de sabor y aroma inconfundibles a cebollino, “muy aconsejable para ahumados y salmorejos”.
Por último, Laura Carrera destaca las aromáticas, como la flor de lavanda o de la albahaca. Todas ellas y muchas más se incluyen en el recetario que se puede disfrutar en esta ruta en forma de brunch, tapeo, comida, merienda, cóctel...
En definitiva, la idea es incorporarlas en la decoración, como parte comestible de la receta o presentar el plato como si fuera una flor. De eso se trata en la ruta que se propone a continuación, y que se puede disfrutar hasta el próximo domingo: de entender, aprender y degustar un amplio recetario que, con flores, “parece otra cosa”.
En pizzería Bruma (c/ Reconquista, 16), su plato primavera trompetera lleva pensamientos mini, una flor de textura aterciopelada, que aporta un sabor herbáceo y dulce.
Para acompañar bien podría encajar el cóctel colorido de Nusa Dua terraza (parque Castillo Palomar), “la alquimia mágica de sabores tropicales”, como lo describen sus propietarios. Lleva una base de blue curaçao, ron y hielo granizado con flores de caléndula de sabor ligeramente amargo pero suave al paladar, y conejitos.
Los conejitos, también llamados boca de dragón, poseen un sabor amargo con una persistente nota floral, perfecta para rellenar. O en el caso de la taberna Sardi (c/ Eduardo Dato, 23), para adornar su carpaccio de bacalao Jardines de Piquío.
Marengo International Deli (c/ Francisco de Vitoria, 5) se lanza con unas papas crujientes con mayonesa de kimchi con pétalos de rosa. Y la mano y la paleta cromática de la cocina transforma una simple ensalada de Matisse Rivercafé (Paseo de la Ribera, 7) en una propuesta primaveral añadiendo capuchinas a ingredientes como bacalao, romesco, frutos secos y cherrys.
Por último, la imaginación del chef Alex Viñal, de Nola Gras (c/ Francisco de Vitoria, 28-30), convierte un rollito de primavera en el rollito de la prima Vera. Todos estos detalles son los que se le han pasado por la cabeza a este cocinero: en la base, una salsa agridulce con maracuyá, y para el relleno, carne de cerdo, verduritas agridulces, salsa de soja y jengibre.
Finalmente, acompaña el rollito con dos salsas: una de queso y lima, y otra de achiote, lomo de cerdo, costillas y especias variadas. El colofón de la receta llega con flores de caléndula y lima con polvo de tomate.