gastronomía
Oisi, de tienda a cafetería gourmet al ritmo que marca la pandemia
Este establecimiento se ha adaptado a la crisis sanitaria y hoy cuenta con una carta de más de 250 referencias para degustar en una terraza climatizada.
Los meses que llevamos de pandemia están siendo un tiempo de oportunidades para muchos emprendedores. Antonio Martínez abrió una tienda de deportes hace dos años y en cuanto llegó la crisis sanitaria y vio que el negocio no tenía futuro, puso el foco en una tienda gourmet, con la esperanza de que la alimentación fuese un buen asidero.
Así es como abrió Oisi Don Gourmet (Camino del Pilón, 80. 976 371 449) aprovechando su experiencia previa en la distribución de pescados y mariscos. Eligió Miralbueno, un barrio joven con un nivel adquisitivo medio alto, “y a partir de cuatro productos, la tienda no ha dejado de evolucionar”.
“Durante los meses más duros del confinamiento se incorporaron muchas referencias y funcionamos muy bien –comenta Antonio Martínez–, pero en el momento en que las restricciones no fueron tan duras, las ventas empezaron a bajar”.
Ante ese panorama, se planteó reformular el modelo de negocio, solicitar licencia de cafetería y abrir una terraza con 16 veladores, “que es la que nos ha dado la vida desde el pasado mes de junio”.
Por supuesto, la tienda sigue funcionando, y la novedad es que prácticamente todos los productos que se ofrecen en ella se pueden consumir en el exterior. En la carta hay alrededor de 250 referencias de platos. Casi nada. Oisi no tiene cocina, pero cuenta con dos hornos que se utilizan para regenerar o calentar los productos envasados o que se descongelan –es el caso, sobre todo, del marisco–, con un sistema que permite tenerlo listo en 15 o 20 minutos como máximo.
Al horno se pueden degustar elaboraciones como pulpo con patatas, gambas de Huelva a la sal, carabineros, mojama de atún, centollos gratinados, costillar de ternera, lacón con grelos y pimentón, o solomillo de atún. En estos casos, al precio de venta en tienda de cada producto se le añade un sobrecoste de preparación de 2 euros.
Esto mismo es lo que sucede con los platos calientes –la mayoría, alimentos en conserva–, entre los que el muestrario es amplio. La carta incluye desde tortilla de patata a pochas con codorniz, calamares en su tinta, callos a la madrileña, perdiz roja escabechada, patitas de cordero o calabacín relleno de centollos y vieiras.
En todos los casos se trata de elaboraciones de quinta gama que Antonio Martínez asegura que “han tenido buena acogida entre la clientela”. “Son de bastante calidad, mucha gente las prueba en la terraza –prosigue– y luego se las lleva a casa”.
Desde su apertura, Oisi es un establecimiento que está muy vivo y que no deja de crecer. una vez pasadas las Navidades, su propietario va a poner una barra en el interior y a ampliar la tienda eliminando una parte de la zona de congelado.
Aunque no es muy grande, la sensación dentro es que hay de todo y, sobre todo, vino. Lo confirma Antonio al señalar que “en estos momentos tengo 1.500 referencias y otras 300 más de cavas y otras bebidas”.
Prácticamente todos los momentos gastronómicos del día se pueden disfrutar. Por ejemplo, el desayuno, con la presencia de repostería y tostadas. También hay una zona de charcutería donde destacan tres jamones al corte, 5J y Joselito, además de embutidos y quesos. Los fines de semana hay un cortador de jamón que se encarga de que la presentación sea muy profesional.
Entre tantos ingredientes, Antonio Martínez también tiene clara la apuesta por los productos de Aragón, que están estupendamente representados en Oisi Don Gourmet.
