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Aires renovados para el restaurante y la cafetería del Teatro Principal
La nueva dirección pretende potenciar el bar, "un tesoro escondido de la ciudad". El menú tiene un precio de 22 euros (26 € los fines de semana).
El Teatro Principal es uno de esos edificios icónicos de Zaragoza que no siempre recibe la atención que merece, sobre todo entre quienes visitan la ciudad. Lo mismo ocurre con su elegante restaurante y con la cafetería de la planta calle, dos espacios algo escondidos pero con un potencial innegable. Con la idea de “darle un nuevo enfoque” a la parte gastronómica del inmueble desembarcan Francisco Corrochano y Eduardo Lacosta, este último jefe de cocina, quienes acumulan sobrada experiencia en otros negocios hosteleros.
La idea de los socios, que ya llevan unos días de rodaje, es poner sobra la mesa “una cocina mediterránea, pero con toques de sabores del mundo”. “Lo que planteamos no es una cocina con altísimas pretensiones, sino que queremos servir platos tradicionales, bien presentados y actualizados con matices internacionales”, resume Lacosta. Para ello pretenden acudir a proveedores de proximidad, potenciando el producto de cercanía y evitando la materia prima congelada. “Lo que quiero es poder coger el coche, conducir quince kilómetros y ver en la mata un tomate que pueda poner al día siguiente en el plato”, explica el chef.
El menú cambia cada semana y tiene un precio de 22 euros, que asciende hasta los 26 euros los sábados y domingos, cuando también incluye un aperitivo, y hasta los 40 en festivos especiales. Entre los platos que entran en la rotación hay pastas (pesto, carbonara, putanesca…), legumbres como los garbanzos con crema de cigalas, ensaladas y arroces (negro de chipirones, de pato o de ternasco, entre otros). En los platos principales trabajan con pescado fresco comprado en el día: merluza marinera con base de cebolla y zanahoria y aderezada con coco y curry rojo, lo que le aporta un aire tailandés; corvina con puré de boniato y un toque de canela y anís o salmón teriyaki, que “une un sabor tradicional con un toque japonés”.
Las carnes, evidentemente, también encuentran su hueco en el menú. “Trabajamos el ternasco D. O. a baja temperatura durante doce horas con un golpe de horno fuerte al final para conseguir el crocante, lo acompañamos con patatas a lo pobre”, cuenta el cocinero. En el menú, asimismo, irán entrando el entrocot y el solomillo. Esta semana, el restaurante del Teatro Principal ofrece como postre un arroz con leche en tres texturas: la tradicional, en helado y en espuma. Pero también irán apareciendo otros como el coulant de chocolate.
Además del menú, el establecimiento pondrá a disposición de los comensales una breve lista de sugerencias, entre las que siempre habrá un arroz y algunos centros para picar, como el plato de jamón. En cuanto a la bodega, el restaurante cuenta con una quincena de referencias de vinos de la tierra, pero también de Rioja, Ribera del Duero y vinos de pago.
La sala, en el primer piso, mantendrá su disposición con una capacidad total de 95 comensales, 65 en el comedor y dos reservados para una quincena de clientes cada uno, y mantendrá su disponibilidad para celebraciones familiares y otros eventos de carácter privado.
La cafetería
Los socios también quieren dar un mayor brío a la cafetería de la planta calle. “Pensamos -señala Corrochano- que es un tesoro escondido de la ciudad. Es un sitio singular y que debería estar en la mente de los zaragozanos. No hay como tomarse un café en un sitio tan emblemático y singular como el Teatro Principal, pero desgraciadamente no todo el mundo cae en la cuenta de que está aquí, en pleno centro de Zaragoza. Vamos a trabajar para que esto cambie”. De cara a los desayunos ofrecen bocadillos en formato 'mini', tortilla de patata y, repostería hecha al momento.
