Dónde comer en Zaragoza: 'El Olivo tapas-bar'. El Olivo, tortilla y plato del día que enganchan

El Olivo tapas-bar, que así se llama, es un establecimiento singular. En primer lugar, por el nombre, ya que las tapas no son, precisamente, su fuerte. Con esa idea nació hace casi cinco años, pero en su evolución ha seguido otro camino. También es especial por su horario. Abre de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, de lunes a viernes. Los fines de semana, fiesta. El sueño de cualquier trabajador del sector hostelero. Y también es diferente su plato del día, con una relación calidad/precio muy lograda.

En fin, tres detalles detrás de los que se encuentran las hermanas Arancha y Ana Marín, impulsoras de El Olivo, al que han visto crecer y desarrollarse desde unos inicios humildes. La tortilla de patata fue la que les puso en el mapa a la hora de captar clientela potencial del entorno de la plaza de San Francisco. Se corrió la voz de su calidad y la media a día de hoy es de alrededor de una decena. Elaboradas al momento y durante todo el horario de apertura.

A estas dos hermanas no les sirve cualquier patata. Son muy escrupulosas a la hora de elegirlas porque tienen claro que sus características son determinantes para el resultado final de las tortillas. Algún día las ofrecen de bacalao o de patata con chistorra, pero no es lo habitual.

En cuanto a las tapas, como ya se ha sugerido, no hay una gran variedad. Fijas siempre están la empanadilla de bonito, el taco de carne y varias croquetas. Una de las más demandadas es la de pollo con foie gras. A la hora del desayuno, los protagonistas son los bizcochos caseros de zanahoria, chocolate…

Pero uno de los principales argumentos gastronómicos de este establecimiento es su plato del día. Realmente así empezó, con uno solo, pero ahora se ofrecen tres o cuatro cada jornada. Además, como entrante siempre hay una crema, una sopa o una ensalada. El precio es de 5,50 y 3 euros, respectivamente.

Se trata de cocina casera pensada para quienes comen habitualmente fuera de casa. De hecho, en este establecimiento hay muchos clientes de diario y por la misma mesa suelen pasar varios comensales. El día de la visita, la propuesta elegida fue crema de puerro, pera y azafrán, y espaguetis con pesto de tomate y berenjena.

Todos los días cambia el recetario. Pueden aparecer desde unas sencillas lentejas estofadas a lomo asado a la naranja, carrilleras al vino tino, fideuá en su tinta con sepia, albóndigas al Oporto con manzana o bacalao con tomate y piquillos. Lo dicho, cocina de toda la vida, bien presentada y a buen precio.

Aunque El Olivo no abre el fin de semana, sí que se aceptan encargos para grupos y ahí el abanico se amplía al gusto del cliente: arroces variados, garbanzos con bogavante, asados…