Los tournedós de ternasco de Aragón, una referencia que hasta el momento solo se podía adquirir en carnicerías especializadas, ya están a la venta también, desde estas pasadas Navidades, en supermercados e hipermercados. Son apetitosos medallones de pierna sin hueso, envueltos con la 'crepineta, tela o redaño' del mismo cordero, de unos 2 a 3 centímetros de grosor, y con un peso de unos 150 gramos.

Se trata de una pieza noble, ya porcionada, muy sencilla de cocinar y que da mucha presencia al plato.

Es un corte ideal para los amantes de las buenas piezas de carne, para cocinarlo a la brasa o a la plancha y comerlo 'al punto', dejando el corazón de la pieza jugoso y no muy hecho.

Ahora, esta referencia ya se puede encontrar en los centros Eroski Aragón, Carrefour, El Corte Inglés y supermercados Plus Fresc de Cataluña.

También se puede solicitar en más 50 carnicerías especializadas de Aragón, además de en numerosos restaurantes.

Los tournedós de ternasco de Aragón son una de las referencias por las que apuesta el sector de cordero nacional, y por ende el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón, para promocionar nuevas formas de consumo de carne de cordero, con el objetivo de incrementar su consumo y mejorar su rentabilidad.

Formas de prepararlo

Además de su preparación más simple, vuelta y vuelta a la plancha o a la brasa, existen variadas recetas para hacer más atractivos los platos con el tournedó de ternasco como ingrediente principal. Por ejemplo, puede hacerse una adaptación a esta carne de cordero del clásico plato de Tournedó Rossini, que se prepara con carne de ternera y que se acompaña de foie (hígado de pato), trufa negra Tuber melanosporum, pan, mantequilla, vino dulce, sal y pimienta.

También se pueden preparar con una salsa de vino, formando parte de un plato consistente que lleva, además de la carne de ternasco, cebollas, dientes de ajo, zanahorias, laurel, tomate frito, vino tinto, caldo de carne, aceite de oliva, sal y pimienta.

Otra receta muy tradicional consiste en añadir algún tipo de setas, como los rebozuelos, y sustituir el vino tinto por un buen oporto.

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