Repartidor en Zaragoza: “A Glovo le han puesto multas millonarias, pero les da igual y los trabajadores estamos peor"
Darwin Mauricio Enríquez denuncia que el Gobierno no les haga cumplir la ley rider y que la propia empresa haga la vista gorda ante el caso de algunos riders que están alquilando la plataforma a trabajadores sin papeles cobrándoles un porcentaje
“No hay ningún control sobre el número de personas que trabajan para Glovo en Zaragoza. Cada semana se van unos y entran otros”, asegura el repartidor nicaragüense con nacionalidad española Darwin Mauricio Enríquez, que critica que la ley rider y las sentencias que obligan a hacer asalariados a ‘falsos autónomos’ como él y que no han tenido efecto alguno en el caso de esta plataforma. “No ha cambiado nada del sistema de trabajo. Les han puesto multas millonarias en España, pero les da igual y los trabajadores seguimos peor”, afirma.
Es más, confiesa, Glovo les ha retirado el incentivo que les pagaban por tiempo de espera. “Era poco, de tres céntimos por minuto, pero ahora nada. Parece que las multas, la última de este pasado 24 de diciembre, quieren que la paguemos nosotros, los miles de trabajadores que cada vez cobramos menos”.
Y pone el ejemplo de los tres portes que le han salido este miércoles desde las 8 a las 12 del mediodía. “He ingresado 9 euros, 3 por cada uno”, dice, y “como autónomo he de pagar 250 euros cada mes mientras Glovo no paga nada ni Seguridad Social ni vacaciones. Es más tenemos que ingresarle 2,5 euros al mes por utilizar la plataforma, unos 30 euros al año, por trabajar para ellos. Es desmoralizante”, señala.
Glovo que ha presentado recursos contra las distintas sentencias que los tribunales han ido dictando reconociendo la relación laboral de sus trabajadores ha tenido también algunas sentencias a su favor señalando los magistrados que había que estudiar caso por caso. Sin embargo, hubo ya en 2020 una sentencia del Supremo que establecía dicha relación laboral y que no eran autónomos.
En Aragón en septiembre de 2022 la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón desestimó el recurso de Glovo y dictaminó que existía una relación laboral por cuenta ajena a los efectos de alta y cotización en el Régimen General de la Seguridad Social.
Desde la Inspección de Trabajo explicaron que desde entonces están teniendo problemas en Aragón y otras comunidades al no facilitarles esta empresa los datos que precisan para regularizar a los trabajadores y que previsiblemente intervendrá Fiscalía por obstrucción a la labor inspectora.
Además, este organismo está investigando, lo adelantó en enero el secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, en todo el país las denuncias de uso fraudulento de inmigrantes en situación irregular para hacer entregas, tal y como se está haciendo en Zaragoza ante denuncias de este tipo a empresas como Uber Eats o Glovo.
Mientras tanto desde Glovo siguen defendiendo un modelo de trabajo válido, a través de su plataforma tecnológica, que da trabajo a miles de repartidores que de otro modo no podrían tener unos ingresos. Y sigue la pugna entre Trabajo y esta compañía.
Pese al enorme trabajo realizado desde los tribunales y desde Inspección de Trabajo, Enríquez no entiende como el Gobierno no obliga a Glovo a cumplir con la ley y a hacer asalariados a sus trabajadores. Tampoco que se haga la vista gorda ante lo que está sucediendo. “Glovo le da la aplicación al trabajador que tiene papeles, pero no se preocupa de que algunos de ellos se la alquilen al que no los tiene o está indocumentado y lo permite”.
Para Enriquez es “vergonzoso” que en seis años que lleva en esta situación, él como otros muchos, el Gobierno no haya corregido aún la precariedad laboral que sufren”.
Denuncia asimismo que no haya ni una sola oficina física de Glovo a la que ir a reclamar tus derechos ni que haya un interlocutor. “Si te roban un pedido, Glovo te lo paga cuando quiere. Tienes que enviarles un correo y te lo devuelven cuando les parece”.
Aunque este no es su único trabajo porque si no no sacaría para vivir, “le da mucha rabia” que no se actúe con todo el peso de la ley sobre este fraude que comete a diario Glovo y que la situación de los riders que se ven obligados a trabajar con esta plataforma sea la misma que hace seis años o incluso peor.
Sobre la posibilidad de que esta empresa acabe por irse de España como hizo Deliveroo al tener que convertir en asalariados a sus trabajadores, Enríquez cree que no va a pasar.
Desde la Inspección de Trabajo apuntaron que este es un proceso que se está alargando en el tiempo y que continúa al estar pendiente la regularización de acuerdo a las sentencias de muchos de estos repartidores
