Inmigrantes: Abocados a empleos de baja cualificación

El mercado de trabajo sigue ofreciendo a los extranjeros los mismos puestos que hace dos décadas, pero se ofertan menos y la tardanza en conseguir papeles les lleva en muchos casos a la economía sumergida

Baboucar Ousmane, de Senegal, junto a Soraya Polo, de Colombia, y Darwin Mauricio Méndez, de Nicaragua, en la sede de CC. OO.
Baboucar Ousmane, de Senegal, junto a Soraya Polo, de Colombia, y Darwin Mauricio Méndez, de Nicaragua, en la sede de CC. OO.
José Miguel Marco

Las dificultades del idioma, y la homologación de títulos, así como la imposibilidad de acceder a formación por la necesidad de ganarse la vida hacen que la mayor parte de población inmigrante en Aragón ocupe puestos de baja cualificación y no pueda optar a esos perfiles más técnicos que demandan las empresas. 

Que la población de inmigrantes padezca una tasa de desempleo, del 13,67%, casi el doble de la que soportan los trabajadores aragoneses (del 7,5%), evidencia esa brecha que existe en cuanto a oportunidades de empleo, dicen los sindicatos, que recuerdan la importancia de este colectivo para poder hacer frente a esa falta de relevo generacional que ya existe en muchos oficios del Metal, la construcción o el sector del transporte.

"Hay puestos de trabajo que necesariamente hay que cubrir con inmigrantes. Sin ellos, no se podrán afrontar las necesidades de empleo a futuro", asegura Juan García Blasco, presidente del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA), que cuestiona la "lentitud burocrática" que les lleva a tener que esperar varios años un permiso de trabajo, lo que "les aboca en muchos casos a la economía sumergida".

En Aragón hay 92.177 inmigrantes cotizando, el 15,18% del total de 607.237 afiliados a la Seguridad Social que había en Aragón en diciembre de 2023. Y muchos de ellos trabajan en limpieza, hostelería, comercio, construcción, el campo o la industria manufacturera como peones. 

Frente al grueso de 67.889 que están en el Régimen General, hay 7.259 que cotizan en el Régimen Agrario; 6.002, en el del Hogar; y 11.028 en el Régimen Especial de autónomos

"Llama la atención el elevado porcentaje de inmigrantes autónomos que aparecen en trabajos como construcción, hostelería, comercio y transporte", destaca Pura Huerta, responsable de Formación y Empleo de UGT Aragón. 

"Trabajan en lo que pueden. Normalmente en puestos que no requieren de una gran cualificación y en los sectores con mayor temporalidad. Muchos son fijos discontinuos en el sector servicios", corrobora Sonia García, al frente de la Secretaría de Igualdad y Política Social de CC. OO. Aragón.

"Estamos obligados a trabajar en lo que sale", afirma Baboucar Ousmane, empleado en una cárnica de Zuera. "La mayoría de los encargados son polacos y de Senegal o de Gambia, muchos de los que estamos despiezando los animales", explica. Reconoce que el idioma -habla francés- ha supuesto una dificultad añadida a la hora de encontrar trabajo. De autónomo ha pasado a estar fijo y tras varios años ha podido reagrupar a la familia. Su mujer llegó el pasado 14 de diciembre. Aunque preferiría más flexibilidad horaria, dice que "es mejor aguantar donde estas: hay que ganarse el pan y pagar el alquiler, que cuesta mucho".

«Vine hace 23 años a Zaragoza, Entonces, el que llegaba de fuera venía a a hacer los trabajos que los de aquí no querían hacer. Y era por lo mismo que está pasando ahora, porque no se pagaba lo que se debía pagar», opina la colombiana Soraya Polo. "Los recién llegados no saben. Aceptan cualquier trabajo por sobrevivir. Cogen lo que se les presenta", añade.

Ahora, según Polo, "está entrando un montón de gente y la situación se va a complicar porque no va a haber empleo", advierte. En su caso, como muchos compatriotas, llegó sin papeles. "Estuve cuatro años sin documentación, pero no me faltó trabajo en negro. En aquellos años podías darte el lujo de rechazar algunos porque siempre estaban buscando personal". Le tocó hacer de todo desde lavar platos en un restaurante hasta estar interna en una casa. Cuando obtuvo los papeles trabajó un tiempo en un hotel de Zaragoza hasta que le salió un empleo como dependienta en una cadena aragonesa de alimentación, donde la hicieron fija el primer día y lleva ya 17 años.

"Había más empleo antes, pero siempre ha habido trabas para el inmigrante", coincide el nicaragüense Darwin Mauricio Méndez, que llegó hace 22 años y trabaja para una plataforma de reparto que "incumple sistemáticamente la ley rider", critica, a la vez que exige al Gobierno "ser más beligerante" con estas empresas. 

Coincide en que los inmigrantes hacen los trabajos con peores condiciones. "¿Quienes están cuidando a los ancianos en España: la mayoría son nicaragüenses y colombianas. Y lo hacen porque se está pagando una miseria", denuncia, y porque no están regularizadas.

Los colombianos Carlos Martínez y Andrea Paula Ortiz en Zaragoza.
Los colombianos Carlos Martínez y Andrea Paula Ortiz en Zaragoza.
Toni Galán

Más agilidad con los trámites

Fátima Loukili, empleada desde 2002 en el Centro de información al trabajador extranjero de CC. OO., considera que el mercado de trabajo ha ido a peor. Recuerda "la época de bonanza en que había mucha oferta, no te gustaba un trabajo y podías elegir otro. La situación era muy distinta a la de ahora en que hay mas inmigrantes, menos trabajo y el que hay es más precario".

Para Andrea Paola Ortiz, que llegó de Bogotá hace 24 años, "solo si te preparas puedes optar a mejores trabajos" y por eso está estudiando inglés y alemán. Empleada a media jornada como limpiadora en una empresa de autobuses, dejó la universidad en su país, donde cursaba ingeniería de sistemas para venirse. "La formación es lo más importante vengas de donde vengas", opina.

Las dificultades son sobre todo al principio, recuerda el venezolano Alfonso López, que llegó a España procedente del estado de Barinas en 2018. "Mientras esperaba en Valladolid a tener papeles porque no quería estar de ilegal aproveché para formarme. Me dieron ayudas para comer desde alguna fundación y en cuanto obtuve la documentación conseguí trabajo en un centro logístico de Amazon en Toledo. Luego, comenta, le dieron la oportunidad de venirse a Zaragoza en abril de 2023 y dijo que sí. Con contrato fijo desde hace dos años y tres meses, confiesa "sentirse muy a gusto en esta compañía, en la que un 40% son extranjeros y un 60% españoles".

"Habría que agilizar los trámites para poder regularizar antes a las personas que vienen de fuera a trabajar", pide el colombiano Carlos Martínez, que llegó a Zaragoza en el año 2000 de la mano de unos amigos y trabaja como administrativo en OSTA.

"El 20% de las personas que trabajan en la provincia de Huesca son de fuera de España», afirma Salvador Cored, secretario general de CEOE Cepyme Huesca. "Ya tenemos segundas generaciones de inmigrantes cuyos padres vinieron hace más de 20 años y trabajan sobre todo en el campo, actividades agroalimentarias, mataderos, hostelería y Metal", dice. 

Sin embargo, "hay mucha demanda de especialistas para oficios que no se pueden cubrir: las empresas ya solo pedimos gente con ganas de trabajar". Procuran además, destaca el responsable de la patronal, "estar muy cerca de las Administraciones para que agilicen los trámites, sin hacer efecto llamada, y poder traer personal de Perú o Chile".

Christine Alonso, responsable del área de Extranjería de la Fundación San Ezequiel Moreno, señala que "estos últimos años hay más empresas que demandan trabajadores de fuera (conductores, soldadores, especialistas en carpintería metálica y electricistas), pero que muchas se echan para atrás al ver que se alarga tanto y han de esperar una media de seis meses". Y lamenta que la contratación en origen suponga solo un 5% de la inmigración que llega.

Fernando Rodrigo, presidente de ADEA Aragón, considera que «habría que abordar un debate serio sobre las políticas de inmigración en nuestro país porque cuando dentro de diez años se empiecen a jubilar los del ‘baby boom’ vamos a tener una pirámide estrangulada por la base». Y pide revisar algunas subsidios, ya que "siendo incuestionable que como país hay que dar cobertura a los que lo pasan mal, existe la percepción de que al albur de esas prestaciones hay personas que prefieren no trabajar".

Carmelo Pérez, secretario general de Cepyme Aragón, recuerda que los "contingentes están topados por el Gobierno y que es demasiada la burocracia que hay que atender para traer trabajadores de fuera". La inmigración, añade, "es una opción más pero hay que explorar antes otras como hacer atractivos muchos oficios para jóvenes y mujeres".

El reto de encontrar trabajo para 49 refugiados de Ucrania

Kristina Buchok y José Luis Tolosana, en las instalaciones de la empresa Arajob.
Kristina Buchok y José Luis Tolosana, en las instalaciones de la empresa Arajob.
Guillermo Mestre

José Luis Tolosana, que dirige Arajob, reconoce que está resultando complicado integrar en el mercado laboral a estos refugiados, la mayoría mujeres, pese a los convenios con ayuntamientos y el firmado recientemente con la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín.

Con mucha experiencia en el sector cárnico, recuerda los cientos de trabajadores polacos que ha ayudado a traer para esta industria intensiva en mano de obra en los años en que Polonia era extracomunitaria. "En este sector hay más demanda de mano de obra que oferta, no hay ningún robot que lo pueda hacer el trabajo de despiece de los animales", señala. 

"Son sobre todo inmigantes de Ghana, Gambia, Senegal o Malí los que hacen estos trabajos", explica. El riesgo, que está a la orden del día, el de "falsedad documental", señala el responsable de Arajob. "Los hay que extorsionan por un DNI falso al que se vuelve tres años a su país y al que viene a suplirlo. Y por la documentación auténtica de otro llegan a cobrar hasta 300 euros al mes", alerta.

Aunque algunas empresas recurren a la contratación en origen, el problema son los plazos. "Conozco algunas, con el coste que tiene, que se han traído chóferes de Sudamérica y los han tenido limpiando naves hasta que han podido sacarse el CAP (Certificado de Aptitud Profesional). No es fácil", concluye. M. Ll.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión