ECONOMÍA
Cierran dos tiendas en 15 días en el Centro Comercial Augusta: esto es lo que queda abierto
Fue el mayor centro comercial de Aragón tras su inauguración en 1995. Hasta 140 establecimientos de ocio, moda y restauración llenaban su galería. Hoy se mantienen una veintena con el tirón del hipermercado Carrefour.
Dos locales del centro comercial Augusta de Zaragoza se han quedado vacíos casi a la vez, con apenas una diferencia de dos semanas. La cadena de moda Mayoral, una de las últimas de ropa que permanecían abiertas allí, anunció el cierre de su tienda a finales de año y el personal recogió las prendas de la temporada de invierno que lucían sus maniquís. El pasado 15 de enero bajó la persiana definitivamente Norgala, un establecimiento de complementos. De 140 tiendas con las que abrió queda una veintena en la galería comercial de este centro con casi tres décadas de historia.
El centro ha sido uno de los más afectados en los últimos años por factores como las crisis económicas, la apertura de otras grandes superficies y el cambio de hábitos de los consumidores, tras el auge del comercio electrónico. La actividad se mantiene gracias a la buena aceptación que sigue teniendo el hipermercado Carrefour, del grupo francés que ahora es propietario también de la galería. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para evitar que su oferta comercial languidezca en los últimos años.
En sus pasillos se ven muchos más locales cerrados que abiertos, con la planta superior totalmente vacía e incluso las escaleras mecánicas paradas, salvo la que sirve de camino de salida del hipermercado hacia la amplia zona de parking y las que bajan a los estacionamientos.
Las tiendas que continúan
En la oferta comercial se mantienen las enseñas de moda New Yorker, la de ropa deportiva Décimas, la zapatería RKS, una perfumería de la cadena Druni, la tienda de juguetes y coleccionismo Super-Ocio, muebles Gran Design, joyería Sagaste, Colchones Aznar, una óptica Alain Afflelou, Colchones Aznar, una tienda de móviles Phone Monde, otra de costura y arreglos, Aguja & Dedal y la tienda de suplementos alimenticios Scoop Nutrifition. En el exterior cuenta con el gimnasio Holiday Gim, una gasolinera 'low cost' de Carrefour, talleres Norauto y Feu Vert y un híper Max Mak, además del hipermercado.
La restauración que antes ocupaba buena parte de la segunda planta, se limita ahora a la cafetería situada en el exterior y la de la entrada, junto a la zona de atracciones infantiles. Esta se encuentra nada más entrar a la galería y se ha convertido en estos últimos años en una de las que más vida dan al centro, sobre todo, los fines de semana, con zona de gomas elásticas, parque de bolas y coches teledirigidos para que los pequeños recorran en ellos los amplios pasillos.
En la zona de restauración se asegura que la actividad se recupera mucho los fines de semana con las familias con niños. El trajín de carros de compra del aparcamiento subterráneo hacia el hipermercado sigue, sobre todo, en estos días de compras navideñas, pese a estar lejos de la masificación de sus inicios.
Su apertura fue un acontecimiento para Zaragoza
Augusta fue en su día el centro comercial más grande de Aragón, con 155.000 metros cuadrados construidos, y el primero que contaba con una galería tan amplia, con cines, 140 tiendas, una variada zona de restauración y 3.000 plazas de aparcamiento. Se inauguró un 30 de noviembre de 1995 y supuso todo un acontecimiento en la capital aragonesa y las ciudades del entorno, como lo sería dos años después Grancasa (1997) y tras el fin de la moratoria de grandes superficies, que prohibió abrir más durante una década, llegaron los centros de Plaza Imperial (2007), Aragonia (2009), Puerto Venecia (2012) y La Torre Outlet (2020).
El enclave comercial se abrió con el entonces hipermercado de la enseña Continente, nombre que siguen usando muchos zaragozanos, aunque después lo compró Carrefour. Hubo una inauguración masiva con 1.500 invitados y la previsión de 12 millones de visitantes al año, según contó HERALDO en sus páginas. Su construcción no estuvo exenta de años de retrasos, problemas y una batalla entre la constructora Sicione y la administración, por la construcción del nudo de comunicaciones al que se comprometió la promotora y que remodeló esta entrada de la ciudad. Las obras no comenzaron hasta el año siguiente de abrirse el centro.
A los primeros días de inauguración le siguieron atascos en toda la avenida de Navarra, "hasta la de Madrid" y la saturación de la línea de autobús 25, la única que comunicaba esa zona con el centro, como relató HERALDO. "La avenida de Navarra era una procesión constante de peatones que se dirigían al centro comercial", se recogía en el diario del 3 de diciembre de 1995.
Hoy, 28 años después, en el gran edificio no hay rastro de las grandes cadenas de moda que desembarcaron en sus comienzos, que fueron trasladándose a otras grandes superficies.
"Aquí venía todo Zaragoza"
"Aquí venía todo Zaragoza", aseguraba en diciembre Javier Valle, zaragozano de 29 años, casi los que tiene el centro comercial, mientras acude al gimnasio situado en el exterior. Recordaba junto a su amiga Cristina los buenos años del centro comercial, vinculados a su infancia y adolescencia, en los que era el lugar elegido para ir "al cine, al McDonald's que estaba nada más entrar y los recreativos", además de comprar ropa y todo tipo de productos. "Tenías de todo, ibas al cine y pasabas aquí todo el día", contaba, con el recuerdo de una amplia zona de restauración llena con frecuencia a la hora de las comidas y las cenas y con numerosos cumpleaños infantiles que se celebraban allí.
"Nosotros venimos al supermercado para abastecernos del día a día y lo demás, depende, ojeamos juguetes, ropa de los niños, zapatos, porque es muy cómodo", añadía Beatriz del Ruste, que vive cerca y iba acompañada por sus dos nietos y su madre.
Ella también conoció los años dorados del centro comercial. "Como viene menos gente supongo que las tiendas ya no son rentables como antes", apuntaba. Echaba en falta "la vida que generaba" y pedía apoyo a las instituciones para que se produzcan "cambios" y que el lugar se pueda adaptar "a las necesidades de hoy".
"Abren muchos centros comerciales y al final pasa lo mismo. Me pongo en el lugar del establecimiento y es una ilusión que se ve frustrada", lamentaba. "Me parece muy triste el esfuerzo generado, la inversión, la ilusión, los trabajadores...", decía.
Entre los establecimientos que han resistido y los nuevos que han ido llegando, los empleados piden que se atraigan más tiendas, aunque son conscientes de que es complicado sin un gran volumen de clientes. Algunos comercios han optado por cerrar al mediodía, para reducir costes, como aparece en el cartel de Juguettos, y otros se marchan sobre las 19.00 o las 20.00 de la tarde, como se puede ver en el horario de Mayoral.
Cierre de los cines en 2013
Para Javier, lo que más daño hizo fue el cierre del cine y la marcha de las principales tiendas. Las salas de Cinesa se clausuraron en 2013, durante los años más duros de la crisis económica anterior, iniciada en 2008. La distribuidora mantuvo su cartelera en Grancasa y Puerto Venecia.
Con todo, es optimista acerca del futuro del centro. "Hace unos años, a raíz de montar el gimnasio parece que se le volvió a dar vida porque con el bar y la tienda nueva de suplementos alimenticios he visto que ha aumentado más la gente que hace unos diez, cuando no había nadie. Ahora parece que está un poco más vivo", ha explicado.
Más población en la zona
A ello suma las nuevas promociones de vivienda en la zona conocida como el 'barrio del AVE', que se quedó paralizada con la crisis inmobiliaria y en los últimos años ha resurgido, que incluye la icónica Torre Zaragoza. Allí se pueden encontrar potenciales clientes. "Yo creo que muerto del todo no está", aseguraba, a diferencia de la galería comercial de Plaza, que está vacía y pendiente de su derribo, aunque también allí se ha revitalizado la zona de medianas con ocio y enseñas de comida rápida. "Aquí no paran de construir en los alrededores y tiene buena localización", destacaba Javier como sus puntos fuertes.
"No creo que vaya a ser lo que fue en su día, pero no es su peor momento. Hace diez años estaba vacío", sentenciaba junto a Cristina sobre la galería comercial, justo antes de entrar al gimnasio.
Mientras, las actividades que se organizan desde la gerencia del centro continúan. En Navidad, junto a las tiendas de juguetes, que se encuentran casi juntas, se organizaron actividades infantiles para mantener al menos el espíritu navideño.
