Encender y apagar la calefacción o dejarla al mínimo: qué consume menos

La temperatura ideal de una casa se ubica en torno a los 18 grados, pero existen trucos para calentarla y no pasar frío en este invierno. 

Radiadores de una casa.
Radiadores de una casa.
Aliaksandrbarysenka, vía: canva.es

El paso de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) por Aragón ha dejado un fin de semana muy frío, con heladas y nieve en el Pirineo y en zonas de Teruel, pero, sobre todo, mucho frío. Aunque, esta semana abandonará la DANA la península y las temperaturas subirán, según la Agencia Estatal de Meteorlogía (Aemet), muchas personas se preguntan cómo calentar su casa en invierno con el mínimo gasto posible en calefacción.  

A raíz de esta pregunta surge la duda de qué es más adecuado de cara a minimizar el impacto de las facturas: apagar y encender la calefacción o mantenerla bajita. Los expertos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (Idae) explican que es mejor apagar la calefacción durante los periodos en los que no se necesita. Cuando no hay nadie en casa, por ejemplo, o mientras dormimos. Cuando estamos en la cama, nos tapamos y nuestro propio cuerpo reduce su temperatura y necesita menos umbral térmico.

El consejo de Idae es que hay que "ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas". Es decir, apagarla siempre que no estemos en casa. No obstante, algunas familias consideran dejar la calefacción puesta para mantener la casa a una temperatura buena durante el día y así evitar un calentón de la calefacción y un mayor gasto después. Y es que, por las mañanas y cuando lleguemos a casa será necesario un gasto extra para recuperar la temperatura del hogar, pero, lo ahorrado compensará. Así que es mejor apagarla cuando no estamos en casa.

La norma entonces debería ser apagar la caldera siempre que sea posible porque es la mejor forma de ahorrar. "Como norma, apagar la calefacción por la noche y encender unos minutos al levantarse, es mucho más eficiente que dejarla encendida toda la noche", explican desde Idae. 

A qué temperatura poner la calefacción 

Se recomienda que se ajuste el termostato de la calefacción en invierno a 20 o 21 grados centígrados y abrigarnos, además de los consejos para guardar el calor: bajar las persianas por las noches, correr las cortinas para evitar el frío de los cristales... Y, como no, llevar a cabo un mantenimiento de la caldera y los radiadores, purgándolos, por ejemplo, para quitar las bolsas de aire que afectan a su mantenimiento. 

Idae recuerda que por cada grado centígrado que añadimos al termostato se "incrementa la temperatura del edificio o vivienda y el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y en emisiones de C02", apuntan. 

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