El invento para calentar grandes habitaciones en minutos y no es suelo radiante
Se trata de un novedoso tipo de calefacción que se instala fácilmente y copia la idea de los suelos radiantes, pero es más efectivo para estancias grandes.
El frío ya ha entrado de lleno en España, la llegada del invierno este 22 de diciembre se ha notado en muchas comunidades como Aragón. Por eso, la mayoría de personas ya ha puesto a punto la calefacción y esta forma parte de su día a día. Las hay eléctricas, de gas o, incluso, los más modernos y eficientes tienen aerotermia en casa o suelos radiantes. Y es que, el mundo de la climatización de interiores está en evolución constante y hay muchas innovaciones.
Por ejemplo, uno de los sistemas de calefacción más populares en España es el suelo radiante, que consiste en unas tuberías por las que corre agua caliente o algún fluido térmico, debajo del suelo, que calienta toda la casa de forma uniforme y rápidamente. Pero, esta tecnología podría tener los días contados porque ha surgido una alternativa prometedora que desafía al suelo radiante en cuanto a eficiencia energética.
Se trata de las paredes o muros radiantes, una superficie grande que transmite una temperatura suave por radiación, lo que ofrece una gran ventaja frente a los sistemas de convención e, incluso, sobre el suelo radiante. Y es que, mientras que el suelo radiante ha sido tradicionalmente considerado una opción eficiente, las paredes radiantes le han ganado debido a su capacidad para calentar de manera más rápida y uniforme espacios interiores grandes. Al ser instaladas dentro de las paredes, estas unidades irradian calor de manera más directa, optimizando la distribución térmica por toda la habitación.
Ahorro de energía con las paredes radiantes
Los sistemas de paredes radiantes pueden alcanzar la temperatura deseada en menos tiempo en comparación con el suelo radiante, lo que resulta en un menor consumo de energía. Además, al calentar las paredes en lugar del suelo, se logra una transferencia de calor más eficiente, aprovechando mejor la energía utilizada.
Además, se instala rápida y cómodamente. Es decir, los conductos se colocan entre la hoja exterior del ladrillo y el aislante previo al yeso, y se hace con materiales que propician que el calor llegue al interior de la habitación. Por su parte, los tubos de polipropileno se ponen con agua en constante circulación a 80º C para moldear la forma momentáneamente y permitir su adaptación a las guías.
No obstante, hay que tener en cuenta que, aunque las paredes radiantes ofrecen múltiples beneficios, su efectividad puede depender del diseño arquitectónico de la vivienda y del aislamiento térmico. Es esencial contar con un buen aislamiento en las paredes para evitar pérdidas de calor y maximizar la eficiencia del sistema.
