Europa pacta el fin de las calefacciones de carbón y gas en 2040

El Parlamento Europeo y los Estados miembro deberán refrendar el acuerdo logrado por sus negociadores.

Cada Estado miembro deberá adoptar la regulación para cumplir con los cauces establecidos por Bruselas
Cada Estado miembro deberá adoptar la regulación para cumplir con los cauces establecidos por Bruselas
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El Parlamento Europeo junto con el Consejo Europeo han puesto fecha de caducidad a los combustibles fósiles dentro de los hogares: 2040. Quince años antes se dirá adiós a las subvenciones a las calderas de gas.

"Esta directiva apoya los esfuerzos de descarbonizar todos los edificios en toda la Unión", señala la Comisión Europea en un comunicado.

Con esta nueva normativa, cada Estado miembro deberá adoptar la regulación para cumplir con los cauces establecidos por Bruselas. "Las medidas de las naciones tienen que asegurar que al menos se produzca una reducción del uso de energía primaria del 55% a través de la rehabilitación de edificios con peor rendimiento", apunta el texto comunitario.

Para ello tendrán además que reducir el consumo de energía en los edificios residenciales un 16% en 2030 y entre un 20% y un 22% en 2035, "permitiendo la suficiente flexibilidad dependiendo de las circunstancias particulares de cada país", explica en la misma nota la Comisión. "Será cada Estado miembro el que elija los edificios y los objetivos que adoptará", añade. "El gas no tiene futuro en nuestros hogares. La decisión de hoy de la UE indica a los gobiernos que dejen de despilfarrar miles de millones en una industria obsoleta y contaminante", señala Davide Sabbadin, responsable de políticas climáticas del European Environmental Bureau (EEB).

En el caso de los edificios no residenciales, esta revisión exige una mejora gradual de la eficiencia mediante estándares mínimos. La nueva directiva propone la renovación y rehabilitación energética del 16% de los edificios con peor rendimiento en 2030 y el 26% de los edificios con peor rendimiento en 2033.

Algunas exenciones

No obstante, cada país, asegura Bruselas, podrá eximir de estas obligaciones a determinadas categorías de edificios residenciales y no residenciales, incluidos los edificios históricos o las casas de vacaciones.

Para este cambio de modelo energético en las familias europeas, los gobiernos de cada nación "tendrán que incentivar renovaciones y que estas estén dirigidas en particular a los clientes vulnerables y a los edificios de peor rendimiento, en los que vive una mayor proporción de hogares pobres en energía", advierten el Consejo y el Parlamento.

El año pasado en España más de cuatro millones de personas no pagaron facturas energéticas en fecha y casi ocho millones no pudieron mantener una temperatura adecuada en sus hogares, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas.

"Este cambio político histórico pone fin a esta situación y marca el inicio de un cambio hacia la calefacción limpia", explica Marco Grippa, responsable de programas de la ONG Environmental Coalition on Standards (ECOS).

Según el informe Coolproducts realizado por investigadores de la European Environmental Bureau (EEB), los países de la Unión Europea subvencionan al año calefacciones con combustibles fósiles con cerca de 3.200 millones de euros. "Con la mitad de esa transferencia hacia bombas de calor puede hacer que Europa evolucione al 100% de calefacción renovable para 2040", advierten los expertos.

Antes de que se convierta en definitivo, la Eurocámara y los gobiernos nacionales deben refrendar el acuerdo alcanzado por sus negociadores. El último paso será su adaptación a la legislación de cada Estado miembro.

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