El Pirineo prevé depurar el 92% de sus aguas en 2027 pero aún tiene pendientes grandes obras

Este año se han puesto en marcha tres de las depuradoras más importantes, en Benasque, Ansó y Formigal-Sallent, pero el plan ha tropezado en Hecho y Canfranc por problemas con los contratistas.

La planta de Panticosa, actualmente en obras, es la más grande del Pirineo con una capacidad de 9.800 habitantes equivalentes y un coste de 11,5 millones, ya que depurará las aguas de varias localidades del valle de Tena.
La planta de Panticosa, actualmente en obras, es la más grande del Pirineo con una capacidad de 9.800 habitantes equivalentes y un coste de 11,5 millones, ya que depurará las aguas de varias localidades del valle de Tena.
Instituto Aragonés del Agua

El Instituto Aragonés del Agua (IAA) prevé acabar por fin en el 2027 todas las obras del Plan Integral de Depuración del Pirineo, que contempla 19 actuaciones en grandes municipios y 90 en pequeños núcleos para sanear los ríos desde sus cabeceras. Algunas de las plantas de mayores dimensiones ya se han puesto en marcha, pero quedan 16 en fase de construcción, licitación o para salir a concurso en 2024.

Precisamente este año se cumplen 30 desde que el Gobierno de España declaró de interés general la depuración de las aguas residuales del Pirineo, un ambicioso plan que se atascó por la crisis del 2008 y solo logró sacar adelante el 10% de las obras previstas. Finalmente en 2019 logró desbloquearse y se retomó con una inversión de más de 100 millones.

Prueba de este avance son las depuradoras de Formigal-Sallent, Ansó y Benasque-Anciles. La primera ya funciona a pleno rendimiento y la última, una de las más grandes del Pirineo, está en fase de pruebas. Se están construyendo las de Torla, Canfranc-Estación, Panticosa-El Pueyo de Jaca-Escarrilla-Tramacastilla-Sandiniés, Hecho-Siresa, Cerler y Candanchú. En licitación se encuentran las de Villanúa, Aínsa y Boltaña, que iniciarán sus obras en 2024 y el próximo año se van a licitar Broto, Bielsa, Fiscal, Astún, Canfranc Pueblo, Castiello de Jaca y Piedrafita de Jaca.

Luis Estaún, nuevo director del IAA, destaca la puesta en marcha de "depuradoras emblemáticas del plan Pirineos, sobre todo en los grandes ejes turísticos, como las estaciones de esquí, que tienen una fluctuación de visitantes con una incidencia importante en la contaminación de los ríos". Pero no oculta algunos tropiezos. La de Torla se acabó en verano pero todavía no tiene suministro de energía, a falta de los permisos de conexión. En la de Canfranc-Estación, solo falta por ejecutar un 15%, pero surgió un problema con una de las empresas adjudicataria y el IAA, de conformidad con ella, está pagando directamente a los contratistas para que acaben.

La de Torla, en la cabecera del río Ara, se acabó de construir el verano pasado y está a la espera de la autorización de Industria para que la compañía eléctrica pueda darle energía para arrancar.
La de Torla, en la cabecera del río Ara, se acabó de construir el verano pasado y está a la espera de la autorización de Industria para que la compañía eléctrica pueda darle energía para arrancar.
Instituto Aragonés del Agua

Lo peor está en Hecho, donde se ha procedido a rescindir el contrato con el adjudicatario "por su insolvencia financiera", según la DGA, y se está redactando una adenda al proyecto que recoja el estado actual de las obras para sacarla de nuevo a licitación a comienzos de 2024. "Había un incumplimiento importante en la ejecución de las obras", señala Estaún y solo está ejecutado el 15%.

Por contra, las obras están bastante avanzadas en Panticosa. Es la planta más grande del Pirineo, ya que dará dará servicio también a Escarrilla, El Pueyo de Jaca, Tramacastilla y Sandiniés, que aunque suman 1.300 vecinos soportará una carga contaminante por el flujo turístico de 9.800 habitantes equivalentes.

"Un empujón importantísimo"

Según el director del Instituto Aragonés del Agua, el Gobierno le está dando "un empujón importantísimo" tanto a las depuradoras de más entidad, que construye directamente, como a las pequeñas, promovidas por los ayuntamientos y subvencionada por la Comunidad Autónoma. En este bloque están ya en funcionamiento 12 de las 16 aprobadas en la convocatoria de 2019 y 5 de las 16 instalaciones amparadas en la de 2020. El resto se encuentran en ejecución o en tramitación, que es el caso de las 13 depuradoras subvencionadas en 2022 y las 8 de 2023.

"En el 2027 deberían estar todas las depuradoras previstas ya en funcionamiento", afirma el IAA. En ese momento se depurará el 92% de la carga contaminante. Además, con las tres últimas de tamaño superior a 2.000 habitantes equivalentes que se acometerán en 2024, Villanúa, Aínsa y Boltaña, Aragón dará cumplimiento al 100% de sus obligaciones contempladas en la Directiva 271/91 de la Comisión Europea. Solo quedarán pendientes las poblaciones de menos de 65 habitantes censados, unos 190 núcleos de los que 94 tienen menos de 10 habitantes y 50 entre 10 y 20.

Laspuña es un ejemplo de una de las actuaciones de menor tamaño del plan Pirineos que no promueve directamente el Gobierno de Aragón sino que se ejecuta a través de subvenciones a los municipios.
Laspuña es un ejemplo de una de las actuaciones de menor tamaño del plan Pirineos que no promueve directamente el Gobierno de Aragón sino que se ejecuta a través de subvenciones a los municipios.
Instituto Aragonés del Agua

"Estamos llegando a un umbral muy alto y eso va a repercutir muy directamente en la calidad de los ríos del Pirineo, que van a llevar menos carga contaminante, y en general en el medio ambiente aragonés", señala Luis Estaún, recordando que se están retirando de las masas de agua "toneladas y toneladas de lodos" y vertidos incluso de basura doméstica.

Cerca de controlar toda la carga contaminante

El Plan Pirineos supone el grueso del Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración diseñado para el periodo 2022-2027 y se lleva buena parte de los 142 millones de euros de inversión previstos. La finalización de las actuaciones de interés general del Estado en el Alto Aragón suponen 104 millones del total: 78, 6 para las depuradoras con más de 1.000 habitantes equivalentes, y 25,4 para las de menos.

Cabe recordar que el antiguo y fallido proyecto para el Pirineo, adjudicado mediante concesión de obra pública, había comprometido 358 millones a ejecutar durante 20 años desde el 2010, incluyendo costes de construcción, explotación y gastos financieros.

Cuando concluya el Plan Aragonés se habrá alcanzado la depuración del 95% de la carga contaminante en la Comunidad Autónoma, 3.074.000 habitantes equivalentes (unidad que incluye residentes, visitantes o actividades industriales) sobre un total de 3.239.000.

Su finalización, según el Instituto Aragonés del Agua, coincidirá con la caducidad de los contratos de concesión de obra pública suscritos en el antiguo plan, un modelo concesional que ha venido funcionando en los últimos 15 años. A partir del 2028 empezarán a concluir los contratos liberando una parte importante de los recursos comprometidos actualmente, los relativos a la construcción y gastos financieros, lo que permitirá abordar una nueva planificación "en la que con seguridad podrán destinarse recursos adicionales para completar los programas de construcción, actualización, innovación y mejora de las infraestructuras existentes".

El director del IAA insiste en que dentro de cinco años, por el final de los contratos de las concesiones, habrá más dinero para afrontar nuevos retos de mejora de instalaciones y para nuevas exigencias medioambientales. Entre esos objetivos están algunas inversiones en Zaragoza, como ha pedido el Ayuntamiento.

Luis Estaún cita algunos datos reveladores de lo que implica la puesta en marcha de estos equipamientos: el volumen de agua depurada en Aragón en un año es de 88 hectómetros cúbicos (casi como el embalse de Barasona) y supone sacar de los ríos de la Comunidad 60.000 toneladas de fangos, 3.000 camiones de 20 toneladas.

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