economía

Modistas y costureras en Aragón: "Arreglamos muchas prendas que compran por internet"

Desde el sector aluden a la falta de más profesionales. "Es algo muy bonito y se está perdiendo. Hoy en día la que quiere trabajar y sabe, no le falta un empleo", asegura Encarna García, de Fitca.

La modista Karina Miñano Luján, dueña de Arreglos Exprés, este martes en Zaragoza.
La modista Karina Miñano Luján, dueña de Arreglos Exprés, este martes en Zaragoza.
K. M.

Encarna García, miembro del comité ejecutivo de la Federación de Industrias Textiles y de la Confección de Aragón (Fitca), recuerda que cuando era pequeña acompañaba a su abuela a la modista; algo que en aquella época era habitual. "Le hacían la ropa. La costurera era la que encajaba las agujas y la modista le decía por dónde ir. Aún hay gente profesional y maravillosa que lo sigue haciendo, aunque todo eso sin querer se va perdiendo", indica.

García, del grupo Carmen Taberner (especializado en fabricación de ropa de moda infantil y juvenil), señala que el sector de modistas y costureras en la Comunidad pasa por un momento "complicado". "Con todas las subidas (de coste de la vida) que hay, los bolsillos están más ajustados", observa coincidiendo con el Día Mundial de la Costurera, celebrado el pasado 14 de octubre. Junto a este contexto de ralentización del crecimiento económico en nuestro país, lamenta que no haya más personas que quieran aprender el oficio. "Modistas y costureras están dando un plus añadido. Es algo muy bonito y se está perdiendo. Hoy en día la que quiere trabajar y sabe, no le falta un empleo. Y también me apena que no tengamos instituciones que nos apoyen (en el sector) para hacer escuelas para que la gente aprenda", reclama.

"Me apena que no tengamos instituciones que nos apoyen para hacer escuelas para que la gente aprenda"

La modista Eva Pasamontes, responsable de Arreglos Ewi (en la avenida de Tenor Fleta en Zaragoza) y con 45 años entre hilos y telas, coincide en la dificultad de hallar profesionales. "No encuentras una modista aunque busques debajo de las piedras. Todo el mundo sabe coser, pero a la hora de hacer los arreglos ves que no tienen ni idea. Cuando empecé había un montón; en aquellos tiempos llegamos a tener más de 20 personas trabajando en la tienda (ahora está ella sola)", rememora. En cambio, lo que se mantiene con el paso de los años es una clientela fiel. "Ya llevo las tres generaciones de clientas: primero vinieron las mamás, después las hijas y ahora las nietas con niños pequeños", dice con orgullo.

Eva Pasamontes, que ya ha cumplido los 70, podría estar jubilada pero no quiere; coser es lo que más le gusta y en su establecimiento se entretiene. "En casa no me veo. Aquí hablo con la gente y tengo un horario más flexible. He cosido toda la vida; salí del colegio, me saqué corte y confección, monté la tienda (con otra socia) recién casada y aquí sigo", relata. No obstante, reconoce que la carga de trabajo no es la de antes "ni muchísimo menos". "Antes entraban 40 arreglos al día y ahora son 15 o 10. El negocio se va manteniendo, pero ha bajado el volumen de trabajo. Antes se trabajaba muchísimo más", destaca. ¿El motivo de esta caída de encargos? "Primero, por la competencia. También hacen daño tiendas (de bajo coste) que, por ejemplo, venden pantalones a 12 euros; si vas a cobrar un arreglo por 15, la gente se lo piensa, explica.

"El negocio se va manteniendo, pero no es lo de antes ni muchísimo menos. Antes se trabajaba más"
"Ha subido tanto la demanda de prendas a medida que vamos a abrir un atelier solo para esta línea de negocio"

Por su parte, la modista Karina Miñano, dueña de Arreglos Exprés (en la calle de Verónica), ha visto cerrar "bastantes" tiendas en 11 años. No es su caso; hace un tiempo empezó a confeccionar prendas de fiesta con marca propia (Karó) y ahora va a abrir (en la misma calle) un atelier solo para esa línea del negocio. "Trabajo no nos falta y, con el boca a boca, va a más; estamos muy agradecidas. Ha subido tanto la demanda de ropa a medida que no damos abasto ni de mano de obra (están 5 personas en la tienda) ni de tiempo ni de espacio. No llegamos con la parte de arreglos ni con el diseño a medida. Ahora vamos a diferenciarnos y la previsión es inaugurarlo a final de año. Se va a llamar Karó", avanza.

Karina Miñano, dueña de Arreglos Exprés, con su equipo este martes en Zaragoza.
Karina Miñano, dueña de Arreglos Exprés, con su equipo este martes en Zaragoza.
K. M.

Asimismo, Karina se muestra gratamente sorprendida de tener clientela de fuera de Aragón. "Su familia vive en Zaragoza, pero ellas residen en Madrid o París y vienen a nuestra tienda. Ahora le queremos dar un impulso para llegar a más público", subraya. En cuanto a los pedidos (más allá de los de fiesta a medida) de los clientes, esta modista resalta arreglos de prendas de familiares que quieren modernizar y adaptar y de ropa nueva que compran en tiendas físicas y 'online' . "Cada vez es más por internet. No se lo prueban y a veces hay que hacer de todo", asegura.

La misma apreciación hace Sol Arias, una de las encargadas de Arreglos ropa modista Goya 81, respecto a las prendas que se venden en webs. "Arreglamos muchas prendas que compran en páginas de internet. Siempre les queda grandes o largas, el hilo no es del mismo color que el de las costuras que son visibles, dicen que es una talla S pero el hombro se les va.. Hay personas que compran ropa muy económica y nos piden que la arreglemos porque les gusta mucho. A veces les cuesta dos veces más el arreglo que la prenda. La tenemos que desarmar completa y hay que cobrar el trabajo: han subido los insumos, los hilos, las cremalleras...", detalla esta modista, que advierte de que siempre aconsejan a sus clientes que acudan a tiendas físicas. "Les digo que primero apoyen el comercio y, segundo, que es mejor probarse una prenda y ver si la talla encaja", añade.

Sol Arias (derecha) y Ángeles Ruiz, encargadas de la tienda Arreglos ropa modista Goya 81, este martes en Zaragoza.
Sol Arias (derecha) y Ángeles Ruiz, encargadas de la tienda Arreglos ropa modista Goya 81, este martes en Zaragoza.
S. A.

También trabajan con 'prendas sentimentales', aquellas que van pasando de generación en generación. "Esa parte es muy bonita. De abuelas que han dejado ropas impecables y preciosas y sus nietas quieren continuar con ellas y las arreglan a su estilo. Vestidos de bautizo, de una marca que ya no existe y que han sido usados por toda la familia; vestidos de novia, abrigos de piel de la bisabuela... Es ahí donde tenemos las transformaciones de prendas; las reconstruyen porque eran de sus antepasados", señala.

"La parte de las prendas sentimentales es muy bonita. Ropa que arreglan a su estilo porque eran de sus antepasados" 

Lo que han notado últimamente es gente que arregla ropa guardada porque no encuentran la "calidad de antes" ni el estilo al que estaban acostumbradas. "Señoras con prendas de hace 15 y 20 años de marcas y que conservan muy bien u otras que les hicieron modistas a medida y ahora no encuentra quien se las haga", informa. Y otras personas prefieren arreglar lo que tienen en su armario buscando economizar. "Tenemos una clientela muy buena y constante. De toda Zaragoza y también de pueblos", comenta Sol Arias, poniendo en valor un oficio, el de costureras y modistas, "de toda la vida".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión