El aceite de oliva se dispara un 67% en un año y eleva la presión para mantener las medidas

La cesta de la compra sigue un 10,5% más cara que en septiembre de 2022 y el repunte registrado por los combustibles en los últimos meses eleva la inflación al 3,5%.

Aceite Carbonell de Deoleo.
Aceite Carbonell de Deoleo.
Carbonell

La cesta de la compra de las familias sigue encareciéndose y se mantiene en niveles récord, con un alza del 10,5% en septiembre por segundo mes consecutivo y acumulan 18 meses subiendo a doble dígito, según los datos publicados este viernes por el INE. Este alza significa que las familias siguen pagando un 10% más por los alimentos que lo que les costaban hace un año, con una escalada que parecía que iba a echar el freno antes del verano, pero que continúa imparable.

Esta subida se debe a que productos básicos de la cesta de la compra como el aceite, el azúcar o los huevos siguen por las nubes. Los datos publicados por el INE indican que el aceite sigue su imparable ascenso, para el que se registra un alza de nada menos que el 67% desde septiembre del año pasado, lo que supone que el litro de aceite se sitúe alrededor de los 10 euros en los supermercados. En un solo mes, este producto básico para la dieta mediterránea se ha encarecido un 10% y si a este último repunte se le suman los que viene registrando en el último año la subida es del 67%, el mayor incremento en dos décadas.

Los precios del aceite empezaron a subir en abril de 2021 y desde entonces se ha encarecido un 137%, es decir, una botella de este 'oro líquido' cuesta ya más del doble que hace dos años. En ese mes de abril el aceite registró un repunte interanual del 2%, que en mayo se amplió al 5%. A partir de ahí y durante 28 meses consecutivos se ha encarecido a tasas de doble dígito. Los agricultores acusan a la sequía como origen de esta subida de precio, ya que las malas cosechas por la falta de agua ha supuesto que la producción no alcance por segundo año consecutivo los niveles necesarios para satisfacer la demanda.

No es un caso aislado. Otros alimentos necesarios en el día a día experimentan subidas a doble dígito desde hace muchos meses. Es el caso del azúcar, que se ha encarecido un 40% en un año, las patatas (20%), la carne de cerdo (14,4%), los cereales para el desayuno (14%), la leche (13%), las legumbres y hortalizas (11,7%), los huevos (11,5%) o el agua mineral (10%).

Además, la electricidad y los carburantes registran descensos respecto a hace un año pero se encarecen frente al último mes. Así, en el caso de la electricidad, septiembre cerró con un coste medio de la luz que superó los 100 euros/MWh debido a la falta de lluvias que pudieran activar las hidroeléctricas y por la necesidad de tirar de las centrales de ciclo combinado de gas, una materia prima que también se fue incrementando en las últimas semanas. Por su parte, los carburantes suben un 2,4% en un mes y acusan el alza de los precios internacionales del petróleo, pese a que en septiembre aún no ha tenido efecto el conflicto en Israel y que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya ha vaticinado que supondrá un repunte de los precios.

De esta forma, la tasa de inflación general ha subido nueve décimas en septiembre hasta situarse en el 3,5%. Supone encadenar tres meses seguidos de ascensos y estar un punto y medio por encima de la tasa más baja que alcanzó en junio (1,9%) y que le situaba ya por debajo del objetivo de inflación marcado por el Banco Central Europeo (BCE).

Pese a este incremento, es una tasa de inflación mucho menor que la de los países del entorno. Las cifras de Eurostat del mes de agosto revelaron que los precios de los países de la eurozona subieron un 5,9%, casi el doble que en España, con países como Francia en el 5,7% o Alemania en el 6,4%.

Este punto es en el que hace hincapié el Gobierno, que recuerda que España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de toda la zona euro. "España se consolida como uno de los países con menor inflación, tras bajarla casi 5,5 puntos en el último año", señalan en un comunicado.

La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, se redujo en septiembre tres décimas y marcó la menor tasa desde junio de 2022, pero sigue muy por encima de la inflación general al llegar al 5,8%. En términos mensuales (septiembre sobre agosto), el IPC registró un aumento del 0,2%, tres décimas menos de lo que subió el mes anterior. Con este repunte, la inflación encadena cuatro meses consecutivos de alzas mensuales.

En el Gobierno se está planteando desde hace semanas un debate interno de cara a si prolongar las ayudas en vigor hasta el 31 de diciembre para combatir la inflación, como la rebaja del IVA de ciertos alimentos entre los que se incluye el aceite con un gravamen que se ha reducido al 5%. Por ahora, el Ejecutivo sigue "monitorizando" la evolución de los precios y son conscientes, según apuntan fuentes de diversos departamentos vinculados al área económica, que en en los dos meses que restan hasta final de año el mercado puede dar muchas vueltas de tuerca ante la elevada volatilidad que muestran ahora, más condicionados por la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, sobre todo para los precios de los carburantes.

Esas mismas fuentes insisten en que será necesario analizar a quiénes afectan más las subidas de precios mantener, retirar o modificar los programas de ayuda pública. Lo que casi parece meridianamente claro es que no habrá una inyección de dinero millonaria, más aún después de la insistencia de organismos como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtiendo de la necesidad de ajustar estas ayudas para cumplir con los objetivos de déficit público y permanecer más atentos que hasta ahora a la senda fiscal.

Este mismo viernes, la vicepresidenta económica Nadia Calviño aseguró que el Gobierno está valorando si alguna de las medidas de ayuda pública deben mantenerse, aunque siempre con un enfoque "focalizado y temporal". La ministra de Economía reiteró que aún no se ha tomado ninguna decisión y que ésta se abordará de aquí a que termine el año dependiendo de la evolución de los precios.

Consumo de aceite por hogar

Los altos precios del aceite impactan mucho en las economías familiares por el elevado consumo de este producto en el día a día de los españoles. Según datos del INE, el consumo medio de aceite de oliva por cada hogar se situó en 2022 en 22,1 litros, la mayor cifra desde 2018, aunque el récord se produjo en 2007, justo antes de que estallara la crisis financiera, cuando los hogares consumían 30,4 litros al año.

De esta forma, el gasto medio por hogar en aceite de oliva alcanzó los 97,7 euros en 2022, frente a los 77,6 euros de 2021. Es decir, el año pasado, los hogares gastaron de media 20 euros más en aceite de oliva que en el año anterior. Se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando el gasto medio por hogar en aceite de oliva se situó en 98,9 euros por el consumo récord de este producto.

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