Alberto Arellano, director general de Destilerías San Valero, la alcoholera cariñenense que transforma orujos, lías y vinos de sus 45 bodegas socias, ha aprovechado sus vacaciones de verano para viajar a Colombia. Pero no lo ha hecho como turista. En su maleta, todo el saber empresarial que aplica día entre los viñedos. Su destino, el municipio de Planadas, situado al sur del departamento del Tolima, en las estribaciones de los Andes colombianos, a donde ha llegado convertido en Agripooler, que es como llama a su red de expertos la Agriagencia española de Cooperación internacional para el Desarrollo (Acodea).

Allí, más de 6.000 familias viven del cultivo de café, que se extiende en esta zona por más de 15.000 hectáreas en las que los productores han apostado por una calidad que ha convertido sus producciones en unas de las más laureadas del país.

Y es allí donde se encuentra Asopep, una asociación (sería el equivalente a una cooperativa en España) que cuenta con 284 socios y que, aunque centrada en la producción cafetera, tiene también una línea de negocio en el cacao y produce fertilizantes en su biofábrica. Le caracteriza además su fuerte compromiso social que incluye proyectos tan solidarios como la construcción de vivienda social para habitantes de la zona, la conservación del medio ambiente, la incorporación de mujeres a todos los estamentos de la sociedad e incluso su participación en el proceso de paz de aquel país.

A. A.

Con todos estos mimbres, la contribución de Arellano, que estuvo acompañado por Catalina Reyes, asesora empresarial de Acodea, ha sido la integración en esta empresa de una herramienta que permite a sus responsables "hacer proyecciones financieras a cinco años de sus líneas de negocio". Se trata de que los resultados obtenidos sirvan a los responsables de Asopep valores "cuáles de sus iniciativas les aportan mayor rentabilidad y así poder tomar decisiones más adecuadas", explica el director general de Destilería San Valero.

Arellano ha dejado allí su saber, pero en su maleta, cargada también de buen café, se ha traído "una de las experiencias más enriquecedoras" que ha vivido. "Me ha sorprendido la cantidad de similitudes encontradas entre la elaboración del vino y la del café", insiste el gerente de la alcoholera aragonesa, que destaca especialmente el enfoque medioambiental y la iniciativa y el espíritu solidario de Asopep y su gente. "Son un ejemplo de cooperativismo en cuanto a iniciativas sociales, a la orientación hacia las personas, el desarrollo de la región y el bien común, por encima de todo", añade.