Vivienda
Cómo preparar la casa para el frío
Las ventanas, los radiadores o las mantas serán grandes aliados cuando bajen las temperaturas.
Aunque ahora mismo en Zaragoza parezca más verano que otoño por las altas temperaturas, lo cierto es que el frío acabará llegando tarde o temprano. Se prevé que la semana que viene comenzarán a bajar las temperaturas. Y las viviendas deben estar preparadas para entonces. Ya no solo por el bienestar de las familias, sino porque los cambios justos y necesarios pueden ayudar a abaratar la factura de la luz. Aunque un toque estético en el hogar tampoco está de más al cambiar de estación.
Cuando los mercurios bajen, hay que estar preparado. lo fundamental, claro está, es la calefacción. Pero algunos elementos contribuyen a retener el calor y el ambiente también ayuda a ofrecer confort. Por ejemplo, es momento de desempolvar todas las alfombras y mantas perdidas en el armario para ahorrar algunas horas de calefacción estando tirado en el sofá por la tarde. Si además quieres estar a la moda, puedes optar por las alfombras bereberes y así renovar el aire de tu casa. Son además una pieza clave en la decoración del hogar. Suelen colocarse en el salón, en el recibidor o en el dormitorio.
Aunque no lo parezca, los cojines e incluso la funda del sofá pueden añadir unos grados de más que siempre se agradecen. Apuesta por aquellos tejidos más confortables en otoño o invierno, como por ejemplo, las telas de lana, polares, de coralina…
Uno de los elementos más importantes es el radiador. Lo mejor es comenzar su mantenimiento para evitar problemas mayores entonces. Los expertos recomiendan revisarlos, ya que se acumula el aire en su interior e impiden un correcto funcionamiento, porque el calor no se extiende por todo el aparato. Para solucionarlo, se debe purgar. Si el radiador es moderno, tendrá un sistema automático de fácil empleo. Si es antiguo, basta con abrir la válvula levemente hasta que ya no se oiga cómo sale el aire. Se debe hacer en todos los calefactores de la casa.
Conviene asimismo limpiar el exterior del radiador, no cubrirlo por encima o poner muebles delante, incluso evitar pintarlos. Del mismo modo, se sugiere llamar a un técnico para que inspeccione la caldera antes de empezar a utilizarla.
No hay que olvidarse de una alternativa al radiador: la bomba de calor. La Unión Europea ha decretado el fin (a largo plazo) de las calderas para ahorrar energía en todo el mundo. Así, este aparato se diferencia principalmente de las calderas tradicionales en que no necesita consumir gas natural, sino simplemente algo que genere energía eléctrica. El precio de su instalación puede variar mucho, pero uno básico ronda los 200 euros.
Las ventanas y las puertas no se quedan atrás entrado el frío. De hecho, son los principales motivos por los que en una vivienda hay menos grados que en otra, al igual que ocurre a la inversa en verano. La opción que recomiendan los arquitectos pasa por cambiar directamente las ventanas del hogar si estas no aíslan los suficiente. De hecho, las empresas especializadas en Zaragoza han notado un incremento importante de la demanda de este tipo de actuaciones, ya que el cierzo está muy presente en la ciudad todos los años y esto afecta directamente al bienestar y al bolsillo.
De hecho, existen subvenciones para la mejora de eficiencia energética de las viviendas, pero actualmente sin convocatoria. Muchos ciudadanos se acogieron a ellas para hacer cambios en sus casas, ya que, según estiman desde el Colegio Oficial de Arquitectos y Aparejadores de Zaragoza (Coaatz), cambiar una ventana para conseguir el máximo bienestar y beneficio cuesta entre 7.000 y 8.000 euros. Con esto, se puede conseguir un ahorro en la factura de entre un 6% y un 10%. Además, sin una buena cristalera, puedes dejar escapar un 25% del calor de la casa.
Otra opción más 'low cost' pero menos efectiva sería comprar burletes para colocar en las rendijas de las ventanas y las puertas y evitar que pase un poco el aire frío. En Amazon se puede adquirir un rollo de 12 metros de este material por poco más de 8 euros, aunque también hay otras algo más caras que consiguen un mayor aislamiento. Además, las cortinas también pueden jugar un papel aislante, sobre todo las más gruesas (hay buenas por unos 30 euros) o jugar con la persiana y bajarla ya caída la tarde para que no entre tanto el fresco.
Cómo preparar la terraza
Siguiendo estos consejos, el interior de la vivienda estaría a salvo de la entrada del frío. Pero, ¿qué pasa con la terraza? Los interioristas apuestan por comprar estufas, un aparato también muy útil si se quiere prescindir de la calefacción, aunque con un gasto de luz en función de la potencia que tenga. Por ejemplo, se puede comprar una mesa con estufa integrada para no fastidiar la decoración (su precio supera los mil euros) o escoger una más sencilla, por unos 30 euros.
Más socorrido es rescatar las mantas. O incluso una iluminación más cálida, como guirnaldas, farolillos o velas ayudan a dar calidez al ambiente. Una buena idea es integrar lámparas y luces solares, para no gastar energía. Los muebles situados a la intemperie también requieren un cuidado, por lo que comprar una funda para taparlos o incluso reubicarlos puede ayudar a mantener unos poco la temperatura.
