Dónde invertir en la recta final del año para superar la nueva era de altos tipos de interés

Las gestoras aconsejan sectores ligados a la inteligencia artificial frente a las dudas sobre el impacto de los bancos centrales en la economía.

Inteligencia artificial.
Inteligencia artificial.
K. U.

Llegó el momento de la verdad. Los inversores comienzan a preparar sus carteras de cara a la recta final del año. Y lo hacen con la certeza de que septiembre llega repleto de incógnitas con unos bancos centrales que llevan meses buscando sin éxito el equilibrio entre subir los tipos de interés para luchar contra la inflación y el riesgo de que esa política monetaria pueda hacer caer a sus principales economías en recesión. "El riesgo que tienen de equivocarse no es despreciable", apunta Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter. Su visión coincide con la que maneja el consenso, especialmente desde que este viernes tanto el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, como la del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dejasen claro que están dispuestos a seguir subiendo tipos si es necesario para consolidar la inflación en el objetivo del entorno del 2%.

Con este telón de fondo, lo que tiene claro el mercado es que, termine o no el ciclo de subidas, los tipos se mantendrán en niveles elevados durante un largo periodo de tiempo. Y todo en un momento en el que las Bolsas ya podrían haber corrido demasiado este año, con alzas que superan el 13% en el caso de la española, pese a la caída del 3% acumulada en agosto por el Ibex-35. La gran pregunta ahora es, ¿queda recorrido alcista? Los expertos consideran que de aquí a cierre de año las cosas no cambiarán mucho, pero sí aconsejan aprovechar las posibles recogidas de beneficios en momentos de tensión para aumentar exposición a esta clase de activo.

"Nuestras preferencias por sectores siguen siendo tecnología -particularmente semiconductores y ciberseguridad-, tecnología de la salud, lujo y transición energética", indican desde Bankinter, con Iberdrola, Enel o Acciona Energía entre sus favoritos dentro de este último sector. La firma cree que el potencial para el selectivo español supera el doble dígito, de casi el 12%, de cara ya a 2024. «Apostamos por compañías de calidad, capaces de generar beneficios en un entorno de débil crecimiento y alta inflación. Dado que los costes de financiación van a seguir siendo elevados, "preferimos aquellas con bajos niveles de apalancamiento", añade José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis.

Lujo y tecnología también se cuelan entre los favoritos de la firma bajo un mantra que ya resulta tradición en las previsiones de los expertos: hay que ser más selectivo que nunca ante las altas valoraciones que ya han alcanzado algunas de estas compañías. En este sentido, Forcada recuerda que los resultados empresariales serán "determinantes para la redinamización de las bolsas después del verano".

Respecto a la banca, uno de los sectores más beneficiados por la subida de los tipos de interés -y de los que mejor comportamiento han registrado este año pese a la crisis de las entidades regionales en EE UU en marzo- los expertos se muestran prudentes, sobre todo ante posibles sustos por la mayor restricción al crédito y el posible repunte, aunque controlado, de la morosidad.

Nadie se atreve a descartar nuevos sustos. Sobre todo tras un 2022 en el que la principal lección fue que incluso las previsiones más precisas pueden quedar en papel mojado ante eventos completamente incontrolables, como la guerra en Ucrania, una inflación descontrolada o la caída de gigantes como Credit Suisse.

Ignacio Muñoz-Alonso, analista de Inversis, coincide en que entre los principales riesgos a los que se enfrenta el mercado se encuentra el endurecimiento de las condiciones financieras, la vulnerabilidad del sector bancario, sin olvidar la tensión geopolítica en Ucrania, China y Taiwán. Por no hablar de la inflación subyacente, el gran enemigo a batir de los bancos centrales. En este escenario, la firma sigue apostando por la renta fija, especialmente los bonos públicos con duraciones cortas.

Apuesta por la deuda

Precisamente, esta clase de activo más conservador se había convertido en el caballo ganador de prácticamente todas las gestoras para este 2023. Sobre todo tras un ejercicio nefasto que provocó abultadas pérdidas a aquellos que buscaron en la deuda un refugio frente a la volatilidad de las Bolsas. Tras un largo periodo de rentabilidades nulas -e incluso negativas-, los inversores han vuelto a ganar en los primeros meses del año con esta apuesta, sobre todo a través de la inversión en emisiones del Estado. Así lo refleja el furor por las Letras del Tesoro, que se han convertido en el sustituto de los depósitos bancarios con rentabilidades por encima del 3,5% en los plazos a doce meses e inferiores. Pese a todo, los expertos aconsejan ser muy selectivos también en este segmento que en agosto ha dado un inesperado giro dejando pérdidas en los fondos de deuda pública de la zona euro. El consejo es común entre el consenso de analistas:la clave está en seguir apostando por esos plazos más cortos ante la incertidumbre que aún persiste en torno a los tres factores que marcarán la evolución del mercado en los próximos meses: inflación, tipos de interés y el riesgo de recesión.

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