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José Luis Orós (Pensumo): "Cuando eres emprendedor, una vez al mes piensas si merece la pena"

Nacido en Monzón (Huesca) en 1964, dejó un empleo fijo para crear Pensumo, pionera en el campo de la tecnología aplicada a las finanzas, 'fintech' e 'insurtech'.

José Luis Orós, Pensumo.
José Luis Orós, Pensumo.
José Miguel Marco

Nació en Monzón pero lleva desde pequeño viviendo en Zaragoza. ¿Cómo llegó su familia a la capital aragonesa?

Los estudios de Primaria los hice ya en Zaragoza. Mi padre trabajaba en una industria química de Monzón y por un tema de salud se vino a trabajar a una compañía de transporte de viajeros, como personal de estación. Primero vivimos en el barrio de Torrero y luego en Las Fuentes, donde todavía resido. Estudié en el Instituto Goya e hice el servicio militar, que todavía era obligatorio, para empezar a trabajar lo antes posible.

Entonces comenzó a trabajar en El Corte Inglés. Allí desarrolló buena parte de su carrera antes de ser emprendedor.

Sí. Empecé de vendedor de departamento. Tengo gran afición por la lectura. Lo dije en la selección de personal y me pusieron en el departamento de librería. Trabajé unos 10 años en el centro de Sagasta.

Gustándole la lectura, ¿no siguió estudiando?

Cuando llevaba cinco años trabajando hice la prueba de acceso a la universidad para mayores 25 años, más o menos la edad que tenía entonces, para estudiar Económicas. Aprobé, pero luego no tenía tiempo de estudiar y trabajar. Estuve cuando el centro montó el espacio Ámbito Cultural y tuve la oportunidad de conocer a muchos escritores, a todos los premios Planeta que ganaron esos años. En muchas ocasiones podías estar comiendo con ellos y hablando. Oías conversaciones entre sabios, que mirabas como en un partido de tenis de uno a otro. Conocí a todo el tejido cultural aragonés.

En 2010, en uno de los años más duros de la crisis pasada, decide dar un grio en su vida y crear su propio negocio. ¿Qué le movió a hacerlo?

Fue un poco temerario por mi parte, pero cada cierto tiempo tienes que cerrar etapas. La frase que más me repetían era ‘con la que está cayendo’. Tenía 46 años. Pero si tienes en la cabeza un proyecto te cuesta menos dar el paso, aunque me temblaban las piernas cuando lo dije. Además, recuerdo que el día que estaba hablando con la empresa me enteré de que mi mujer estaba embarazada. Teníamos ya una hija de 19 años.

No parece el mejor momento para dejar un trabajo fijo...

No (sonríe). Pensé que era una señal, primero para que no me fuera, pero le di vueltas y después pensé que era al revés, que era para reafirmarme en que empezaba algo nuevo.

¿Qué le dijeron en casa cuando llegó con la noticia?

Bueno, mi mujer confió en mí, en que tendría seguridad en lo que hacía, en que habría sido una decisión meditada. Eran años de crisis, pero logramos financiación con un programa de emprendimiento para mayores de 45 años.

¿Cómo surgió la idea que le hizo emprender, ahorrar para la pensión a través de las compras, que parece contradictoria?

En mi trabajo me llegaban las promociones que se firmaban con las marcas y hacía bases de datos. A través de ese trabajo tedioso empecé a pensar cómo fidelizar clientes, cómo podía hacer que la gente volviera. Un día pensé que ya estábamos haciendo de todo y al final habría que ‘pagarles’ para que vinieran a comprar. De esa idea surgió la de ‘¿y si fueran acumulando euros por las compras, que fueran rentando?’. Era algo que no existía. Luego llegó la idea de a partir de consumo conseguir pensión.

"La gestión emocional es fundamental, cómo gestionas a lo largo del tiempo los sentimientos. Es una montaña rusa"

" Yo siempre he tenido un plan B donde está escrito ‘hasta aquí hemos llegado’, si no puedo pagar esto, si veo que esto peligra ‘no vamos a marearlo más’. No ha hecho falta de momento"

​"Hay que ser tenaz y creer en lo que haces. Yo soy muy aragonés, tozudo y perseverante"

¿Empezó con varios socios, siguen con usted?

Fue un proyecto personal, pero con un equipo de gente que creyó en mi, cada uno en su área, que me han ido acompañando. Jesús Sanz, director TIC, lo conocí un poco antes de montar la empresa y ha vivido todo desde el principio, Roberto Ferrer, abogado, lleva la parte jurídica.

Diez años después hay numerosas empresas surgidas de la tecnología aplicada a las finanzas, pero entonces no se hablaba de ‘fintech’.

No. Somos fundadores de la Asociación española de empresas ‘fintech’ y éramos los primeros que nos decían de tecnología aplicada a las finanzas, fintech, y al año siguiente ya cambió y éramos ‘insurtech’, por la relación con los seguros.

Ha sido mucho tiempo hasta que ha llegado el cambio de la normativa de pensiones como el paso dado esta semana en el último Consejo de Ministros, que permitirá este tipo de aportaciones para la pensión. ¿Cómo se resiste?

La gestión emocional es fundamental, cómo gestionas a lo largo del tiempo los sentimientos. Cuando eres emprendedor, una vez al mes te planteas si merece la pena o ‘qué estoy sacando de esto’. Es una montaña rusa. Yo siempre he tenido un plan B donde está escrito ‘hasta aquí hemos llegado’, si no puedo pagar esto, si veo que esto peligra ‘no vamos a marearlo más’. No ha hecho falta de momento.

Acaban de firmar un acuerdo con Ibercaja para convertir su idea en una plataforma conjunta, 'Pensumo, Pensión por Consumo'. Los usuarios podrán constituir un ahorro futuro mientras realizan sus consumos habituales en comercios adheridos. ¿Ha sido el mayor empuje para su proyecto?

Hay un cambio de dimensión. El primer gran espaldarazo fue cuando conseguimos financiación de un programa europeo Horizonte 2020, donde solo entran el 3% de las empresas que presentan proyectos. Fue el único en el de nuevos modelos de negocio para sociedades inclusivas. Al final la tecnología es importante pero no es crítica aquí, sino el modelo de negocio, cómo planteas que se hagan las cosas. Estuvimos de 2017 a 2020. En estos años hemos hecho también otra aplicación, Recicla, para pagar por reciclar, que la mantenemos en el 'core' de nuestra empresa.

¿No fue suficiente para despegar?

Los proyectos europeos sirven para testar tecnología pero faltaba al final asociarte con una entidad financiera que se lo creyera. Además, salimos con la certeza de que para hacerlo como queríamos tendríamos que cambiar leyes. Antes en un plan de pensiones solo podías aportar tú, si aportaba un tercero era como una donación. Ahora la ley cambiará para permitirlo.

"Hay que ser tenaz y creer en lo que haces. Yo soy muy aragonés, tozudo y perseverante"

¿Algún consejo para quienes se planteen emprender?

No hay que tener demasiados compromisos familiares, por eso se ven esos emprendedores maduros, con la hipoteca pagada. Hay que ser tenaz y creer en lo que haces. Yo soy muy aragonés, tozudo y perseverante.

¿Tiempo para alguna afición?

Tenemos una afición de la familia, los facsímiles de libro en miniatura.

¿En familia?

Sí. Tenemos una treintena de libros publicados (libroraro.es) y el premio Búho, de la Asociación de amigos del libro de la Biblioteca de Aragón. Reducimos los libros a octava, los encuadernamos, cosemos y presentamos en un estuche. Cuando tienes uno en tus manos te cambia la sonrisa, es una joyita. 

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