economía

El INSS pide horas extra a los funcionarios: "Tendríamos atasco igual, pero con menos fila en la puerta"

Los sindicatos no creen que trabajar dos tardes a la semana resuelva la sobrecarga y se plantean convocar paros si no se aceptan reivindicaciones como reforzar el personal.

Oficina del INSS en la calle doctor Cerrada de Zaragoza.
Oficina del INSS en la calle doctor Cerrada de Zaragoza.
Guillermo Mestre

La sobrecarga de trabajo que se vive en las oficinas de la Seguridad Social continúa, pendiente de ponerse en marcha un plan de refuerzos del Ministerio de Inclusión presentado hace unos meses. El objetivo inicial era que se aplicaran desde este mes. 

Entre las medidas, desde el sindicato UGT habrían tenido conocimiento de manera "informal" de la petición de que los funcionarios hagan horas extra para descongestionar la cita previa. El ministerio les plantearía que trabajen dos tardes a la semana, según la información que ha recabado el sindicato, que asegura que no sería ninguna solución.

El ministerio que dirige José Luis Escrivá habría incluido en sus planes de choque "de modo voluntario y retribuido, a razón de 21 euros la hora, atiendan al público fuera de su horario laboral, es decir, que realicen horas extraordinarias durante dos tardes a la semana, añadidas a las que ya les corresponden por su calendario laboral", según se incluye en un documento de UGT que dirige a la secretaría de Estado de la Seguridad Social, citando el último plan de choque del ministerio.

La Administración ha preparado el llamado 'Plan de intensificación de actuaciones en atención directa a la ciudadanía en los centros de atención e información del Instituto Nacional de la Seguridad Social”. Con él se busca paliar la problemática relativa a la "falta de disponibilidad de citas y demoras generalizadas en su concesión en todo el territorio nacional". Esto ha aumentado los plazos para la gestión de prestaciones como jubilaciones, ingreso mínimo vital, bajas y el resto de subsidios públicos que se tramitan en las oficinas y que han aumentado en la última crisis.

Atasco en la cita previa

Desde la pandemia de covid, para acudir a un centro de atención e información (CAISS) es necesario contar con cita previa, como ocurrió en muchos servicios. Conseguirla resulta complicado a través del teléfono o internet, las vías existentes, por la sobrecarga de peticiones y la falta de personal, según vienen denunciando los sindicatos.

Desde UGT, Martín Lanzas, coordinador estatal de servicios públicos, recuerda que lo que necesita el organismo es una "reestructuración del sistema" y no "parches y remiendos", que sería lo que cree que se está haciendo ahora. Pide refuerzos estables, al margen de los interinos "que aún no han llegado". No cree que hacer horas extraordinarias sea la solución.

El sindicato critica que se recurra a medidas como alargar la jornada cuando el problema del atasco era "absolutamente previsible y remediable con antelación" y reprocha que una plantilla "envejecida y sometida a sobrecargas de trabajo" tenga que sobrepasar más sus horarios laborales.

Pérdida de personal

Desde CSIF coinciden en que hacen falta medidas de más calado. La organización viene denunciando la pérdida de personal en los últimos años, con funcionarios que se han ido jubilando y no se han ido reponiendo. "Podemos agilizar la lista de espera de las citas previas, pero quién va a gestionar esos expedientes", se pregunta Francisco Domínguez, portavoz en Zaragoza de la organización, si se dedica más personal a atender las citas y se quita de quienes resuelven los casos. Augura que de seguir adelante, porque hace falta aún buscar voluntarios, lo que puede ocurrir es que "tendríamos atasco igual, pero con menos fila en la puerta".

Lanzas coincide en que la medida solo daría una "mera apariencia de recuperación" en el periodo de aplicación, que detalla sería "de mayo a julio". Lanzas lamenta que se trata del cuarto plan de choque que intenta el ministerio "sin éxito" por no centrarse en una reestructuración profunda.

Critica también que el plan plantee la reducción de la atención a 15 minutos por ciudadano con recomendación de 10 minutos, algo que considera "imposible" en algunos casos.

Los sindicatos se han movilizado en el último año en concentraciones a las puertas de oficinas del INSS de varias provincias españolas, incluida la de doctor Cerrada en Zaragoza. Ahora estudian dar un paso más convocando paros o jornadas de huelga para presionar al ministerio.  "Habrá que fijar un calendario de paros si la situación no se revierte", reconocen desde CSIF.

Por su parte, UGT alerta de las "graves consecuencias para la ciudadanía" que tendría una huelga, que considera "inevitable" si el INSS continúa con políticas de "incremento de la presión laboral y de la carga de trabajo, llevando a las plantillas al límite de sus posibilidades".

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