Inmobiliaria

Una nave espacial barata controlada por robots: así se imaginaban las casas del futuro hace 60 años

En las páginas de HERALDO los redactores pronosticaban hace varias décadas cómo sería el hogar ideal del siglo XXI, algunos con más acierto que otros.

A la izquierda, una infografía del año 1982. A la derecha, una vivienda reformada en Navarra en 2020 por arquitectos de Zaragoza.
A la izquierda, una infografía del año 1982 en las páginas de HERALDO. A la derecha, una vivienda reformada en Navarra en 2020 por arquitectos de Zaragoza.
HERALDO / Cronotopos

Un enorme titular encabeza uno de los cuadernillos de un ejemplar de HERALDO del 3 de octubre de 1982. "La casa del futuro ya está construida", jura el redactor de aquel entonces. "Dispone de un plantel de robots que cumplen la totalidad de las tareas domésticas y controla incluso el estado de salud de sus moradores, que no tendrán necesidad de salir de ella ni para trabajar", resume en la entradilla. Hace 40, 50 y 60 años, los periodistas y arquitectos elucubraban sobre cómo podía ser la vivienda ideal del siglo XXI y, aunque había quienes soñaban con hogares en forma de nave espacial y controlados por robots, algunos pronósticos no andaban tan desencaminados.

Echar la vista atrás gracias a estos documentos es una delicia. Estos vaticinios se remontan, incluso, a 1960, con un titular que dice: "La casa del futuro confortable, higiénica y barata". En este artículo, el redactor hace alusión al avance de los adelantos mecánicos y químicos que permitirán emplear "materiales más ligeros" que el cemento, el yeso, el hierro, la madera o el ladrillo. 

"La industria proporcionará al constructor no pequeños bloques para sustituir los ladrillos y colocarlos, sino grandes paneles de acero, aluminio, cristal, aglomerados de madera...", especifica. El proceso de construcción ha evolucionado de gran forma, con las casas empezando a ser edificadas por las escaleras, pero los materiales no han variado en exceso. Sí que existen las construcciones prefabricadas o modulares, por ejemplo, que se asemejan a lo que describe el artículo de antaño.

"Esto ya se hace en las viviendas japonesas. ¿Aumenta la familia? Se cambian de sitio las paredes y se tendrá uno o más dormitorios suplementarios"

"La tabiquería versátil no es un recurso que esté muy presente de forma tan general como predecían para la vivienda del futuro, lo más común es la tabiquería de pladur. En oficinas o espacios comerciales sí que es más frecuente la división de espacios de una forma más versátil mediante mamparas de vidrio", especifica la interiorista zaragozana Paula Zarzuela. 

El recorte de HERALDO de 1960 que recoge cómo serán las casas del futuro.
El recorte de HERALDO de 1960 que recoge cómo serán las casas del futuro.
HERALDO

Del mismo modo, hacia el año 2000 había más tendencia "futurista" con muebles lacados en brillo, acabados cromados y un estilo minimalista, pero "actualmente la tendencia es mucho más cálida, con elementos más naturales, presencia de madera y toques más 'vintage' como cerramientos de hierro y cristal con saetinos, acabados mates en los muebles y colores suaves...", precisa Zarzuela.

Uno de los aspectos más curiosos que menciona el redactor es que el innovador modelo del futuro se basaría en que la distribución del piso "se podría modificar a voluntad sin grandes gastos". Aunque las reformas de las viviendas están a la orden del día, la estimación económica no es del todo acertada. "Esto ya se hace en las viviendas japonesas. ¿Aumenta la familia? Se cambian de sitio las paredes y se tendrá uno o más dormitorios suplementarios", expresa.

"En el presente mantenemos la nostalgia por todo lo bello que ha creado la arquitectura y el diseño de interiores durante los siglos pasados" (Paula Zarzuela, interiorista)

Autosuficiencia y teletrabajo

Más adelante, en 1982, el pronóstico era más preciso pero con alguna idea todavía desenfocada. Según recoge un ejemplar de hace 41 años, en el estado norteamericano de Florida, en Orlando, se acababa de construir la casa del futuro "con maquinaria guiada por ordenadores y materiales sintéticos que superan en una generación al plástico". ¿Será real?

Una página de un ejemplar de 1982 que describe cómo será la casa del futuro.
Una página de un ejemplar de 1982 que describe cómo será la casa del futuro.
HERALDO

El escritor se adentra a describir lo que supuestamente había ocurrido en Florida y lo que iba a ser una auténtica revolución para el mundo del ladrillo. Asegura que el costo de aquella vivienda "es relativamente bajo", unos 250.000 dólares en una superficie edificada que alcanza los 450 metros cuadrados. Incluso, detalla, "podrá trabajarse sin necesidad de abandonar la vivienda", algo muy impulsado tras la pandemia.

Un edificio de ocho pisos, con dos dormitorios e "infinidad de habitaciones y rincones". Espacios verdes amplios (aquí sí acierta) e incluso una huerta para el cultivo de frutas y verduras "que crecerán bajo la supervisión de ordenadores y atendidas y cosechadas por los robots". En este momento la cosa se tuerce un poco. "El sistema central de computación regula el suministro de energía eléctrica, controla la temperatura interior y dirige el trabajo de los robots", asegura el creador del artículo. 

La desaparición del ama de casa

La domotización es un aspecto que se menciona constantemente en este tipo de reportajes antiguos y es algo con lo que todos los ciudadanos soñaban antaño. Esta fantasía todavía sigue en la mente a día de hoy, aunque resulta complicado entender que nuestras tareas domésticas las haga un robot. "Las compras serán atendidas por ordenadores y los robots tomarán a su cargo el pago de las facturas", asevera.

Una casa inteligente es cada vez más asequible.
Existen 'gadgets' que pueden hacer de tu casa lo suficientemente inteligente como para encender y apagar las luces sin tocar un botón.
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En este sentido, el artículo asegura que la gran revolución de las nuevas viviendas del siglo XXI va a ser la abolición de la figura del ama de casa. Pero no por un tema social, sino porque "los sirvientes-robots y la automatización general de la vivienda la liberarán de casi todas las obligaciones que aún hoy ha de cumplir". También pronosticaba luces que se encienden y se apagan solas al salir -esta automatización ya es real- y los cuartos de baño tendrían cápsulas climáticas que permitirán tomar la ducha con agua de lluvia.

Con aspecto de nave espacial

Otro de los cuadernillos de HERALDO recoge en el año 1983 lo que iba a ser la vivienda del 2000. "El hogar del futuro tiene aspecto de nave espacial", dice. De hecho, la que toman como ejemplo está diseñada por "un grupo de especialistas del mundo del cine", de ahí su clara alusión a la ciencia ficción. "De esta manera, en vez de pensar en aquello de 'hogar, dulce hogar', lo que se viene a nuestra mente es un viaje por los espacios siderales", apunta el redactor. La arquitectura ha avanzado mucho como para crear edificios muy originales, pero todavía no hay naves espaciales habitables. Además, predice una "ausencia total de puertas", lo que facilita la comunicación y desplazamientos entre las diferentes estancias. Esta tendencia ya es propia del siglo XXI.

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H. A.

La casa del año 2000 iba a tener, en principio, solo tres dependencias en 500 metros cuadrados: un dormitorio, un salón y la cocina. En la habitación, una cama redonda de tres metros y medio de diámetro frente a un sofisticado equipo de televisión y -ojo- vídeo. Lo que hoy en día sería una 'Smart TV'. "En el salón podemos encontrar todo tipo de juegos electrónicos para que el hombre del mañana pueda combatir el tedio sin tener que forzar demasiado la imaginación", dice, sin alejarse de lo que hay realmente en las salas de estar del año 2023.

Un recorte del año 83 de HERALDO hablando sobre una casa del futuro.
Un recorte del año 83 de HERALDO hablando sobre una casa del futuro.
HERALDO

No falta la mención a los androides también. "La cocina será un espacio abierto presidido por un gran robot-doncella en el que no se aprecia ningún elemento clásico", se lee en el artículo. Asimismo, pronostica que se prestará especial atención a detalles importantes como "el ahorro de energía", lo cual es un acierto inmenso ya que a día de hoy todas las viviendas que se construyen tienen en cuenta este aspecto.

En lo que a la cocina respecta, "nos apoyamos en la tecnología para ocultar los fuegos en encimeras inteligentes que podemos controlar con el móvil, programar tiempos y no tener que estar tan pendientes del fuego como antaño", dice la interiorista. La domótica avanza de forma "exponencial" y, expresa Zarzuela, permite controlar la temperatura de nuestra vivienda desde el trabajo, lo que también ayuda a controlar el consumo energético.

No obstante, manifiesta esta zaragozana, no tenemos la vida ni las viviendas que se podían ver en la película 'Desafío total'. "A mí me alegra, porque nos beneficiamos de la domótica y la tecnología, pero los espacios son más cálidos, naturales y mantienen elementos 'vintage'", opina. "No vivimos en espacios fríos tipo nave, sino que mantenemos la nostalgia por todo lo bello que ha creado la arquitectura y el diseño de interiores durante los siglos pasados, lo que da un estilo más agradable y menos aséptico de lo que se predecía hace años", añade.

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