Nueva Ley de Vivienda: ¿qué es un gran tenedor?

La nueva Ley de Vivienda pasa un nuevo trámite en el Congreso de los Diputados y avanza hacia su aprobación definitiva.

Vista panorámica desde la última planta del edificio de Torre Zaragoza.
Vista panorámica desde la última planta del edificio de Torre Zaragoza.
Toni Galán

Lo de grandes tenedores no supone hablar de los que lucen en las puertas de algunos restaurantes. Tampoco marcan la calidad de la comida, porque eso lo marca la cantidad de tenedores, el tamaño no importa. En un contexto inmobiliario, lo de gran tenedor sí tiene que ver con la cantidad, y convierte a las personas en gente con la economía bastante resuelta, aunque en estos momentos deben rendir cuentas a Hacienda sobre los rendimientos de ciertas posesiones, una vez comenzada la campaña de la declaración de la renta correspondiente a 2022, y lo normal es que la declaración les salga a pagar, y por mucho.

Qué es un gran tenedor

Un gran tenedor es alguien que posee muchas propiedades inmobiliarias. Concretamente, se trata de la persona física o jurídica que es titular de más de 10 inmuebles urbanos, excluyendo garajes y trasteros, o bien de una superficie construida de más de 1.500 metros cuadrados. La propuesta del socio mayoritario del PSOE en el gobierno de la nación, Podemos, es rebajar de 10 a 5 el número de propiedades que distingue a un gran tenedor.

En estos días, el Gobierno que preside Pedro Sánchez trabaja a marchas forzadas para aprobar la Ley Estatal por el Derecho a la Vivienda, aún pendiente de ratificación en las Cortes tras ser validado su texto en Consejo de Ministros en febrero del año pasado.

El meollo de la cuestión es que la consideración de gran tenedor para una persona jurídica (una empresa) lleva aparejada una limitación del precio del alquiler. Eso no ocurriría en grandes tenedores físicos (personas) y pequeños propietarios. Por otra parte, si el anteproyecto de ley sale adelante se plantean bonificaciones fiscales para el colectivo de pequeños propietarios en el caso de que pongan los alquileres nuevos más baratos o rebajen los ya existentes, un incentivo que puede interesar a todas las partes. Además, y para atender al colectivo familiar más desfavorecido, se marcaría una reserva del 30% para la vivienda protegida en todas las nuevas promociones inmobiliarias. 

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