ECONOMÍA

Facturas de gas hasta 1.000 euros más caras al año por no contratar la tarifa más baja

La tarifa regulada sigue siendo la más competitiva en la actual escalada de precios.

Calefacción central en un edificio con sistemas de caudal variable.
Calefacción central en un edificio con sistemas de caudal variable.
HA

Las primeras facturas de gas del invierno han puesto en alerta a los consumidores que todavía no eran conscientes de que existe una tarifa más beneficiosa por tener su precio 'topado' por el Gobierno central. El remedio se viene repitiendo desde finales del año pasado, cuando colectivos como las comunidades de vecinos alertaron de que no podrían hacer frente a los recibos de la calefacción si la escalada de precios seguía, impulsada por la invasión rusa de Ucrania, a punto de cumplir un año. 

La tarifa de último recurso (TUR) está siendo la única que contiene sus precios, aunque está sujeta también a revisiones cada tres meses. Hasta ahora era una tarifa casi residual, la que se dejó para los últimos usuarios que se resistieran a cambiar (o no lo hicieran por desconocimiento) al mercado libre, tras la liberalización tanto de gas como de luz iniciada hace más de dos décadas. Hoy en día, esta tarifa regulada es la que se aconseja, desde el Gobierno, las asociaciones de consumidores e incluso desde las propias compañías energéticas, para evitar facturas disparadas. 

Consumo medio al año

No tener contratada la TUR supone diferencias de hasta casi 1.000 euros al año con la tarifa más cara en el mercado libre, en concreto, 980 euros. La más barata de entre las que ofrecen las comercializadoras de gas resulta unos 112 euros más cara que la tarifa intervenida por el Gobierno, según el comparador oficial de precios con que cuenta la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su página web. Este cálculo está hecho tomando como punto de partida un consumo medio de un hogar, de unos 6.000 kilovatios hora al año, que se puede modificar si el usuario quiere comparar otro inferior o superior.

El precio más alto actualmente se sitúa en 1.540 euros al año, frente a los 560,13 euros de la tarifa regulada. Dentro de esa horquilla se encuentran todas las grandes compañías energéticas, todas con precios por encima de la TUR. Esta brecha de precios a favor de la tarifa regulada se viene dando desde hace meses. El pasado mes de octubre la compañía más barata del mercado libre rondaba los 1.000 euros en el primer año, frente a los 517 de la TUR de entonces, pero avanzando hacia las más caras había precios de 1.500 y 1.900 euros.

La CNMC puntualiza en el comparador que el cálculo del importe para un primer año se ha realizado "suponiendo constantes durante un periodo de 12 meses los precios ofertados por la comercializadora en este momento". Los contratos en el mercado libre suelen renovarse de año en año. "No se han tenido en cuenta posibles revisiones de precios dentro de esos 12 meses derivadas de las condiciones de cada oferta, pero sí se han tenido en cuenta los descuentos ofertados", añade el organismo. En este último año de subidas de precios del gas desorbitadas ha habido compañías que han adelantado revisiones de precios o incluso han preferido 'romper' contratos por no poder soportar la diferencia entre los contratados (mucho más bajos) y los que se habían alcanzado. Ello, aunque tuvieran que indemnizar al cliente.

Para conocer las condiciones que se aplican a la revisión de precios de cada oferta la CNMC remite a cada una en la ficha de características. Acerca de estas revisiones han alertado desde asociaciones como la Unión de Consumidores de Aragón (Ucaragón). Puede haber consumidores que hayan tenido una tarifa fija en el mercado libre que al renovar su contrato aumente de forma desorbitada. Recuerdan que la empresa tiene que avisar de que va a modificar la tarifa con un mes de antelación.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) siguen considerando la regulada una "tarifa refugio" en la coyuntura actual. Se puede hacer el cambio a la TUR en cualquier momento, solo a las compañías autorizadas. Además de los hogares, pueden pasarse también las comunidades de vecinos, desde que el Gobierno aprobara una TUR específica.

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