ECONOMÍA
Resuelto el lío con las facturas del gas de la pareja zaragozana que estuvo un mes sin calefacción
Diego y Patricia respiran aliviados tras solucionarse el embrollo con la comercializadora y la distribuidora de energía que denunciaron en HERALDO.ES hace unos días.
La vivienda que compraron Diego Muñoz y Patrycja Lewandowska el año pasado y a la que se fueron a vivir en octubre ya tiene agua caliente y calefacción, algo que no habían conseguido desde que en diciembre les cortaran el suministro sin saber por qué. La pareja se vio envuelta en un bucle de semanas de llamadas sin sacar nada en claro a los teléfonos de atención de las compañías energéticas tras las que se sintieron "desesperados".
Los dos jóvenes pasaron, como otros usuarios que tienen que recurrir a los servicios de atención de grandes compañías, por interminables llamadas telefónicas y contestadores a los que tuvieron que repetir su historia, sin que les explicaran los motivos de quedarse sin agua caliente ni calefacción. De hecho, cada vez la situación se fue enredando porque descubrieron que su contador del gas había desaparecido. Las llamadas a su compañía, Naturgy, y a la distribuidora, Redexis, no les aclaraban nada. Fueron llevando un diario exhaustivo de las gestiones que enviaron a la compañía la semana pasada, cuando contaron su historia también en HERALDO.ES.
Cúmulo de errores
En principio, creen que el error inicial se produjo en el cambio de compañía energética que hicieron cuando compraron su vivienda, un unifamiliar de segunda mano en Villanueva de Gállego. Entonces no se gestionó bien y terminaron dados de baja del suministro sin saberlo. Ellos no notaron nada hasta entonces porque estaban pagando las facturas de otro vecino. Detrás de su caso hubo un cúmulo de errores que finalmente se solucionaron este lunes. En este tiempo, Diego cuenta que "las cuatro personas que nos han llegado a tramitar el alta lo han hecho como cambio de comercializadora en vez de nuevo punto de suministro". De ahí que nunca aparecían dados de alta para la distribuidora.
No han conseguido que les aclaren exactamente lo que ocurrió ni si tienen que ajustar las facturas que se cruzaron con un vecino, pero lo importante en este momento para ellos es que han recuperado el suministro de gas. "Llegué a casa por la tarde-noche el lunes y teníamos gas", cuenta ahora Diego, casi sin creérselo, después del tiempo que pasó al teléfono con teleoperadores, con gestiones que no conseguían nada más que frustrarles más. Ya se pueden olvidar de los radiadores eléctricos que compraron y de ducharse en el gimnasio o en casa de algún familiar. "Nos hemos levantado con una temperatura normal en casa", añade, en referencia al martes, después del frío de estos días. Se lo toma con humor porque ha conseguido salir del laberinto de llamadas.
