Los centros educativos de Aragón prevén que las facturas de luz y gas se disparen este año

La DGA asegura que no se dejará ninguna factura sin pagar. El Ayuntamiento de Zaragoza tiene previsto destinar más de siete millones.

Vuelta al cole: los colegios vuelven a llenar sus aulas tras el verano.
Vuelta al cole: los colegios vuelven a llenar sus aulas tras el verano.
Guillermo Mestre

La factura de la luz y el gas está disparada, también para los centros educativos, que se enfrentarán a un invierno que se prevé complicado. Pasan así de una crisis sanitaria a una energética que no da tregua; aunque desde el Departamento de Educación reiteran que "no se quedará ninguna factura sin pagar". El Ayuntamiento de Zaragoza, encargado de los colegios de la ciudad, asume un segundo año de incrementos y prevé gastar más de siete millones de euros en asegurar el abastecimiento energético de todos los centros a su cargo.

Ya lo avanzó el consejero de Educación, Felipe Faci, en una entrevista concedida a HERALDO recientemente: "Este curso habrá que equilibrar las medidas sanitarias con las energéticas". No aclaró si será necesario seguir abriendo las ventanas como se ha hecho en los dos últimos cursos y tampoco profundizó sobre la implantación de medidas de ahorro energético, como las que se aplican en otras administraciones públicas o incluso en el ámbito privado.

Sobre su departamento recae el mantenimiento de los institutos de la Comunidad, aunque es cada centro el que gestiona los contratos energéticos con las partidas asignadas por la DGA para costear su mantenimiento en conjunto. De momento, según aseguraron diversos sindicatos, no se ha producido un incremento desmesurado, al haber coincidido con épocas de calor y cierre los momentos de mayor incremento. Sin embargo, la previsión es que la situación cambie una vez regrese el frío.

En ese momento, lo que más inquieta son los importes relacionados con el gasoil, ya que muchos centros todavía tienen calderas de gas. Preocupa que con los libramientos -partidas que Educación da a los institutos para su mantenimiento- habituales no sea suficiente para pagar los coses de la factura. De hecho, algunos centros, independientemente de la crisis energética, ya deben facturas de comedor y otros servicios, según apuntaron desde CSIF.

Un coste disparado

En los colegios de infantil y primaria son los ayuntamientos de la localidad correspondiente los encargados de asumir estos costes, cada día más elevados. Según los datos facilitados por el Consistorio zaragozano, este año, se superarán los 7 millones de euros, más del doble de los 3,27 millones que se destinaron el año anterior y casi cuatro veces más que en 2020 (1,78 millones).

Es necesario recordar que el 2020 estuvo marcado por el confinamiento y, por lo tanto, durante tres meses los colegios estuvieron cerrados, por lo que la factura fue algo inferior a la habitual (2,24 millones en 2019). Sin embargo, desde que los menores volvieron a las aulas en septiembre, la apertura de ventanas para intentar evitar contagios se unió al incremento constante de la energía, que en los últimos meses se ha desbocado.

Es en el gas donde más se ha notado el incremento. Si en 2020 se gastaron 464.837,45 euros, el año pasado casi se duplicó, alcanzando los 806.431,61. Y, la previsión para el 2022 es que se superen los 2,9 millones; es decir, seis veces más que en 2020.

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