Educación apoya al Aragón rural con 52 escuelas con menos de seis alumnos
La diferencia de edad que existe en las aulas de estos colegios permite una mejor convivencia, ya que los más jóvenes aprenden de los mayores.
Los colegios llenan de vida los pueblos. No solo por los niños, sino por el impulso que pueden suponer a otros servicios de los municipios. El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón apostó por la escuela rural, bajando las ratios para que pudieran funcionar con tan solo tres alumnos. Por eso, este año se mantendrán abiertas 52 escuelas en toda la Comunidad con al menos seis alumnos.
Esta medida ha permitido reabrir algunos centros escolares que cerraron por no tener suficientes alumnos matriculados, como el de Botorrita o el de El Frago, una noticia "espectacular" para los vecinos de estos municipios. Las bondades, más allá del aumento de la población en las localidades, pasan también por una mejor convivencia en las aulas, ya que al ser menos número, acaban siendo "una pequeña familia". Además, al ser de diferentes edades, los más jóvenes aprenden de los mayores y se ayudan entre sí.
Manifestaciones
Por otra parte, ayer tuvo lugar una manifestación del colegio Ramón y Cajal de La Joyosa para denunciar la falta de espacios que sufre la escuela, motivo por el cual un grupo "tenga que dar clase en un sótano sin luz natural y con una caldera de gasoil al lado".
También se movilizó la comunidad educativa de El Picarral en el patio del instituto zaragozano. Exigieron al Gobierno de Aragón "más recursos" para paliar el "déficit de personal". Manifestaron que el curso será "insostenible" si no se solucionan estas cuestiones, ya que la situación es "crítica".
El colegio de Botorrita reabrió el jueves con cinco alumnos y se espera que el lunes sean siete.
El colegio de la localidad monegrina de Albalatillo, que resiste con cinco alumnos, es uno de los más pequeños de Aragón.
En la localidad turolense los cinco alumnos son de origen marroquí, por lo que el idioma es el único caballo de batalla.
