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Las autoescuelas de Aragón, ante los retos que le plantea la nueva movilidad

Educar en la conducción segura, introducir cambios en el reglamento de circulación para que comprometa a los menores de 16 años y solucionar el problema de falta de profesores son algunos desafíos del sector.

Imagen de clases prácticas en la escuela Grupauto, en Zaragoza.
Imagen de clases prácticas en la escuela Grupauto, en Zaragoza.
G. M.

Han tratado de aguantar para no subir tarifas, pero el mantenimiento del elevado precio del gasoil ha obligado a algunas autoescuelas en Aragón a incrementarlas.

Así la clase práctica, que es lo que supone el mayor desembolso al sacarse el carné de conducir, es un euro o euro y medio más cara por clase, reconoce Sergio Olivera, presidente de la Asociación provincial de autoescuelas (APAZ, que integra a 95) y vicepresidente de la confederación nacional CNAE. "Intentas no repercutirlo, pero tienes que hacerlo al trabajar con márgenes muy ajustados" dice.

Con similar número de alumnos o más de los que tenían antes de la pandemia, este sector, asegura Olivera, que da trabajo a 400 personas en la Comunidad, se mantiene estable. "Tal vez este año se note un pequeño bajón. La gente por la inflación tiene menos dinero, pero ya el segundo semestre de 2020 fue muy bueno y todo 2021. Hasta aquellos que no se planteaban conducir vinieron a sacarse el carné para evitar coger el transporte público por el miedo a la covid".

Joaquín Grau, CEO de Autius, indica que su empresa también ha tenido que subir los precios de las clases prácticas. "En términos absolutos un 8%, lo que supone de 2 a 3 euros por clase (una viene a costar 35 euros aproximadamente" al haber subido todo. "No solo es el combustible sino el precio del vehículo nuevo (con mayor coste y largos plazos de entrega), así como las tarifas de los talleres por reparaciones", explica, señalando que han tratado de trasladar lo menos posible.

No es el caso, sin embargo, de la Autoescuela Universitas, señala su gerente, Rubén Cabrejas. "Hemos mantenido los mismos precios de cara al verano. Sí, cuesta el doble llenar el depósito, pero lo asumimos y ya está", dice, al entender que no tiene sentido repercutir unos céntimos en cada clase práctica que se imparte. Lo que se observa, apunta Grau, es que "ha aumentado la edad para sacarse el carné y así como antes a los 18 o 20 años venía la mayoría, ahora acuden sobre todo los de 25 a 28 o 30 años. Acaban la carrera, se ponen a trabajar y hasta que no lo necesitan no vienen", indica el CEO de esta autoescuela, fundada hace 35 años y que cuenta desde hace cinco con una red de franquicias (3 en Zaragoza, 4 en Madrid y 3 en Huesca).

"En mi época, cuando cumplías los 18 años tocaba sacarse el carné. Era algo generalizado. Sin embargo, según datos de la DGT, en la actualidad solo el 52% de los menores de 34 años tiene permiso de conducir. Es preocupante y parece que la cosa no va a mejor porque los jóvenes entienden la movilidad de otra forma", advierte por su lado Eduardo Colell, director de Autoescuelas K, creada hace 50 años y que dispone de cinco academias en Zaragoza.

Retraso en la edad

"Sí se nota que el carné no entra en la prioridad de los jóvenes de 18 años. No es como antes. Ahora te vienen con edades entre los 20 y los 30", reconoce Cabrejas, de Autoescuela Universitas, fundada en 1993, convencido de que la capacidad de "poder moverse por si mismos va a seguir atrayéndoles a las autoescuelas".

Aunque pueda haber algún alumno de 40 años o más, "el 85% son menores de 25 años", indica Olivera, al frente de APAZ y presidente ejecutivo de Grupauto. Pese a la revolución tecnológica que está sufriendo la automoción para adaptarse a una movilidad más limpia, los estudiantes siguen acudiendo a las autoescuelas. "Algunos jóvenes vienen empujados por sus padres porque el carné se hace muy necesario en el acceso al mercado laboral", opina. "El permiso de conducir lo siguen demandando mucho. Para conducir coches eléctricos como son automáticos, la demanda es mínima, de apenas el 1%, porque les limita a la hora de llevar los vehículos de cambio manual, que son los que tiene la mayoría de la gente, sus padres y amigos". En este sentido, recordó que el sector lleva tiempo pidiendo a la DGT (Dirección General de Tráfico) la supresión de ese código 78 para coches automáticos y eléctricos porque supone una limitación ya que no permite conducir los vehículos de combustión tradicional.

El precio puede ser también un freno. La media de lo que cuesta sacarse el carné se sitúa, según Grau, en 1.100 euros, si bien puede oscilar hacia arriba o hacia abajo en función de las clases. Un precio similar aporta el presidente de las autoescuelas en Aragón, aunqueva en función de las clases prácticas ya que algunos pueden necesitar 20 y otros bastantes más estando la media en 25 o 30 años.

Adaptarse a las nuevas tecnologías es una necesidad para todos, señala Cabrejas. De hecho, con la pandemia se extendió el uso de la formación teórica ‘online’ y se mantiene en Autoescuela Universitas. También para Autoescuelas K -que da la posibilidad de hacer la teórica en ‘streaming’ a diario- la digitalización, la formación en seguridad vial y la diversificación son claves para ganarle la partida al futuro. Y piden a la Dirección General de Tráfico modificar la normativa para eliminar la excepcionalidad a los vehículos que llevan el cambio automático como los eléctricos, cuyo carné de conducir, con el código 78, no permite ponerse al volante de los demás. "Nosotros disponemos de un coche eléctrico, pero solo lo utilizamos para impartir clases a personas que tienen problemas para poder llevar uno manual", asegura Colell.

"Está muy bien eso del coche eléctrico y autónomo y que un día puedan ir solos, pero hacen falta muchos años aún para ver eso", afirma Olivera. Sobre la posibilidad de que esta transición hacia otra movilidad más limpia suponga alguna reestructuración en el sector de la autoescuelas, lo descarta. En la anterior crisis, recuerda, había grupos de autoescuelas muy grandes con oficinas en varios barrios y algunas de aquellas se ajustaron en tamaño y hoy está el sector más atomizado, son autoescuelas más pequeñas y ya no hay tanta cadena grande sino que son autoescuelas más unitarias, explica. La suya, Grupauto, es una cooperativa con 40 años de historia.

Entre los retos del sector, Olivera destaca la introducción de tecnologías eléctricas e híbridas que se irán incorporando a medida que se elimine el código 78. No obstante, precisa, se trata de una normativa europea y por tanto es Bruselas, primero, quien tiene que dar el paso. Otro reto, añade, muy importante, y generalizado del sector es convencer a los futuros conductores de que se conciencien de la necesidad de una conducción segura.

Alumnos asistentes a una de las clases teóricas en la autoescuela Grupauto, en Zaragoza.
Alumnos asistentes a una de las clases teóricas en la autoescuela Grupauto, en Zaragoza.
Guillermo Mestre

La Estrategia española de Seguridad Vial 2030 lo recoge como uno de sus objetivos prioritarios para formar en valores de convivencia vial a todos los colectivos implicados. "No se trata tanto de que los alumnos se aprendan memorísticamente el reglamento de circulación sino de que se conciencien de que hay que ponerse el cinturón en cuanto uno se sube al coche ya que aunque se supone que todos los conductores conocen las reglas uno de cada cuatro accidentes se producen por no llevarlo", advierte el presidente de APAZ. Es básico, añade, que "los profesores inculquen esa concienciación" tan necesaria al haber irrumpido en las ciudades además de coches, camiones y furgonetas, muchas formas de movilidad diversa como patinetes eléctricos, bicicletas, etc.

Reducir accidentes

Para Eduardo Colell, de Autoescuelas K, es esencial educar en movilidad. De hecho, el año pasado la Fundación Educatrafic, que dirige, logró en noviembre el premio Excellence in Road Safety Awards 2021 de la Comisión Europea por diseñar un programa formativo práctico en el uso de patinetes eléctricos, monopatines y vehículos de movilidad personal (VMP) para reducir el alto porcentaje de accidentes entre sus usuarios, muchos menores de 18 años. Un programa que, recuerda, contó con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, Mobility City, de la Fundación Ibercaja, y la Jefatura Provincial de Tráfico, entre otros.

En septiembre, destaca Colell, van a poner en marcha un grado superior de Formación Profesional sobre ‘Movilidad segura y sostenible’ para educar en una conducción segura. "Poca gente sabe que la segunda causa del accidente laboral es el accidente ‘in itínere’, es decir, en la ida o vuelta al trabajo’" por lo que no solo para jóvenes es clave esta formación. De hecho, en colaboración con la DGT, propuso en el Congreso "que sea obligatoria para llevar estos VMP ya que muchos de sus conductores desconocen hasta la señal de circulación prohibida", comenta.

Desde Autius, Joaquín Grau recuerda también que hasta ahora han sido los ayuntamientos los que han tenido que regular las norma para los VMP, distinta según cada ciudad. "Lo que quiere la DGT es incorporar un permiso de conducir con teoría y práctica para los menores de 16 años. Algo como el carné B1 que ya existe en Europa y que habilita a personas mayores de 16 años a conducir cuadriciclos y ‘quads’ a una velocidad no superior a 60 km/h". Y por otra parte, subraya el CEO de Autius, está pendiente de eliminar el código 78 para la conducción en automático que supone una limitación. "Igual que se eliminó en 2006 para camión y trailer se debería hacer ahora lo mismo con los coches. Eso permitirá a las autoescuelas incorporar más vehículo eléctrico a la flota", asevera.

Grau pone el acento en el problema que supone la falta de profesores de autoescuela. "Hay pocos con título y muchos se van jubilando. Nos faltan profesionales". Para paliar este carencia, estrenaran en septiembre, desde el Instituto Autius, un nuevo grado de técnico superior en formación para una movilidad segura y sostenible que durará dos años y podrá cursarse a distancia.

Clases presenciales en una de las academias de Autius.

Aragón, pionera en la formación de profesores de autoescuela

La falta de profesionales en este sector es un problema que reconocen varias de las autoescuelas con las que se ha puesto en contacto este diario. Cabrejas, gerente de Universitas, señala que el ministerio de Educación ha tomado cartas en el asunto y ha creado un grado para que haya más cantera de profesionales. Hasta ahora se encargaba la DGT y podía tardar varios años en sacar plazas. Autoescuelas K va a poner en marcha un grado sobre Movilidad segura y sostenible ya en septiembre. Asimismo, va a hacerlo Autius, aunque en su caso, es de las pocas autoescuelas que han conseguido en España poder impartir a distancia ya este año este grado de FP. «Nuestra Comunidad es pioneras en ofrecer este tipo de formación, gracias a que desde el departamento de Educación se han tramitado las autorizaciones y realizado los desarrollos curriculares del grado a contrarreloj para poder iniciar en septiembre», explica Joaquín Grau, que ha creado y dirige el instituto FPvial, el primer centro autorizado en España para poder impartir este grado superior a distancia.

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