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A la luz del día y en pleno centro: el robo de patinetes eléctricos mueve ya miles de euros en Zaragoza
En lo que va de año, se ha denunciado el robo de varios cientos de patinetes particulares en la capital aragonesa. Un aparente pequeño e inocente delito que se ha convertido en un lucrativo negocio.
A plena luz del día y en el mismo centro de Zaragoza. Así le robaron el pasado jueves el patinete eléctrico a una menor tres jóvenes, sin importarles que la dueña lo hubiera amarrado con un candado a un aparcabicis de la plaza de España, que los vieran las muchas personas que por allí pasaban o que incluso una de ella les grabara con el teléfono móvil.
Llama la atención la tranquilidad y la sensación de impunidad con la que, gracias a las imágenes, se ve que actúan los ladrones: tres varones que llevan la cara descubierta y que por sus características físicas podrían rondar la mayoría de edad. La Policía Nacional está utilizando el vídeo que grabó la testigo para tratar de identificarlos y detenerlos. Pero la realidad dice que no se trata de un caso aislado y que la sustracción de este tipo de vehículos se está convirtiendo en un lucrativo negocio en la capital aragonesa.
“La mujer que grabó a estos tres chicos llevándose el patinete de mi hija llamó también a la Policía, pero los ladrones fueron rápidos y consiguieron esconderse por las calles del centro”, relata el padre de la víctima del robo, que compró el patinete por 450 euros el pasado mes de abril. “Te sorprende que esto pueda pasar un jueves a las siete de la tarde en plena plaza de España, pero está pasando -explica- Y aunque lo primero que piensas es que se trata de cosas de críos, al denunciar en comisaría ves que hay muchos casos y que hay gente podría estar sacando mucho dinero con estos robos”.
La Jefatura Superior de Policía confirma que hay un goteo incesante de denuncias, tanto de particulares como por parte de las empresas de alquiler que operan en Zaragoza. La política informativa del Ministerio del Interior les impide facilitar estadísticas -las únicas oficiales se presentan a través de los balances trimestrales del criminalidad-, pero aseguran que cada día se roba más de un patinete en la capital. Según ha podido saber HERALDO, en lo que va de año habrían sido cerca de 230 los casos denunciados, por lo que, teniendo en cuenta el precio medio de estos vehículos, el botín podría superar los 91.000 euros.
Se recuperan muy pocos
La Policía no ha detectado un repunte significativo de los robos coincidiendo con el verano. Por las personas que han pasado por comisaría, dirían que incluso se ha producido un ligero descenso. En lo que va de año, el mes con más actividad delictiva ha sido mayo, cuando se afanaron casi medio centenar de patinetes.
“Lo peor es que, por las características del vehículo, son muy pocos los que se recuperan”, reconocen desde la Policía. “Cada uno lleva su propio número de serie -apuntan-, pero son todos tan parecidos que no puedes ir parando por la calle a cada usuario”. Por ello, aconsejan no perder de vista el patinete y hacer fotos de “marcas o peculiaridades” que permitan identificarlo. Porque siempre se consigue recuperar alguno durante alguna operación policial.
Los de alquiler llevan GPS
En la actualidad, son dos las empresas autorizadas para alquilar patinetes eléctricos en Zaragoza: Bolt, que hace solo unos días puso a rodar 600 modernos aparatos por las calles de la ciudad -tienen las ruedas más gruesas para dar mayor estabilidad y están dotados de detectores virtuales de alcohol-, y Revi, que tiene previsto renovar próximamente su flota para disponer de otros 600 vehículos. Pero no son estos los aparatos que sustraen los delincuentes, dado que cuentan con sistemas de bloqueo y emiten una señal GPS que permite localizarlos incluso sin batería.
Manipulados y vendidos en plataformas
¿Se ha convertido el robo de patinetes en un nuevo y lucrativo negocio para algunas bandas? Eso es algo que ahora se investiga, aunque todavía no se ha desarticulado ninguna organización criminal de este tipo en Zaragoza. Sin embargo, parece que los autores de los robos estarían desprendiéndose enseguida del botín a través de terceros que los manipulan y los ponen a la venta a través de plataformas de compra-venta.
