economía

Trabajar cuatro días a la semana y por el mismo dinero: el modelo que no cuaja

En Aragón, la propuesta de semana laboral reducida solo ha encontrado ejemplos en alguna multinacional, pero recortando también salario, y solo se acogieron dos personas a una prueba piloto.

Una persona habla por teléfono junto a la torre de Telefónica en Barcelona.
Una persona habla por teléfono junto a la torre de Telefónica en Barcelona.
Reuters

En el Reino Unido comenzó la semana pasada una prueba piloto a escala nacional en la que 3.000 empleados de 70 empresas de distintos sectores verán reducida su jornada laboral de cinco a cuatro días y mantendrán su sueldo. El experimento ha sido promovido por una organización privada que trata de impulsar este modelo '4 Day Week Global', creada por dos mecenas de Nueva Zelanda, con el respaldo de las prestigiosas universidades de Cambridge, Oxford, el Boston College y el centro de estudios Autonomy. Durará seis meses y se convertirá en la primera iniciativa a gran escala de un modelo que no termina de despegar en España.

Los sindicatos llevan años incluyendo en las negociaciones de los convenios laborales mejoras en la jornada laboral que tiendan a reducirla y del lado de los salarios tratan de aumentarlos para evitar la pérdida de poder adquisitivo, sobre todo, en una época como la actual con la inflación desbocada, rozando el 10% en Aragón. Sin embargo, el salto a la semana de cuatro días es muy grande, como vienen expresando las organizaciones empresariales, que ahora ven preocupaciones más importantes como la actual crisis energética.

Proyecto piloto pendiente en España

El partido político fundado por Íñigo Errejón, Más País, fue el que puso hace dos años sobre la mesa este cambio de modelo de organización laboral. Este ha sido su proyecto estrella para negociar su apoyo al Gobierno y el que se va retrasando hasta conseguir los fondos necesarios para compensar a las empresas interesadas. En los presupuestos de este año habría conseguido que se reserven "10 millones de euros, para unos 3.000 trabajadores y 150 empresas", ha recordado Héctor Tejero, diputado en la Asamblea de Madrid de dicho partido y uno de los promotores de la iniciativa. Una vez en marcha buscarán empresas voluntarias, que recibirán compensaciones económicas para poder mantener salarios con menos jornada.

La búsqueda de interesados todavía no ha dado frutos en Aragón y en el resto de España se han ido conociendo casos con cuentagotas. Como ejemplo emblemático sigue el de la empresa andaluza de tecnología Delsol. Esta ha venido destacando los buenos resultados en productividad, menor absentismo y el mayor atractivo para captar profesionales en un sector con dificultades en algunos perfiles. Continúan también con este modelo los restaurantes La Francachela de Madrid, en los que sus dos fundadoras buscaron mejorar la conciliación y captar y retener profesionales en un sector como la hostelería, ahora con falta de personal.

Delsol
Empresa tecnológica andaluza Delsol que ha implantado la jornada de cuatro días a la semana.
Delsol

El  único ejemplo que ha trascendido y que podría aproximarse en Aragón es el de la operadora de telecomunicaciones Telefónica, que comenzó el año pasado una prueba con parte de la plantilla para reducir jornada y salario, aunque en menor porcentaje, y que ahora habría prorrogado. Tejero matiza que el de la multinacional no entraría dentro de su modelo por su tamaño y por las condiciones. "Reducir horas y salario no es muy innovador y tampoco es que se necesite ayudar a las empresas", ha señalado. Su formación mantiene que es posible trabajar menos días y cobrar el mismo sueldo.

Pese a ello, es lo más parecido al esquema de jornada de cuatro días ya que los empleados pueden solicitar trabajar de lunes a jueves, reduciendo 5,5 horas de una jornada de 37,5 horas, y una rebaja de alrededor del 12% del salario, explican desde el sindicato UGT Aragón. "El año pasado nos tocaba prorrogar convenio. UGT estaba impulsando la semana de 32 horas y quisimos empezar a hablar del tema", explica Ana Moros, representante del citado sindicato en el comité de empresa. "Se llegó a un acuerdo que se abriera la posibilidad de manera voluntaria con la limitación del 10% de la plantilla", explica. De los 16.000 empleados que tiene Telefónica España se podían acoger 1.600 y se consiguieron 156 adhesiones al programa, dos en Aragón. En la comunidad la plantilla ronda los 280 empleados. La sindicalista reconoce que puede parecer "poco", pero no lo es al tratarse de algo nuevo que genera "dudas y reticencias" tanto en la empresa como en la plantilla.

En una primera etapa se aplicó del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2021 y después se ha ido prorrogando. En la actualidad siguen con este modelo un centenar de trabajadores. Algunos de los empleados que dejaron la semana de cuatro días, entre ellos los dos aragoneses, trabajadores de la sede de Teruel, fue para acogerse al plan de salidas voluntarias que presentó la compañía  a finales del año pasado. Se trataba en su mayoría de empleados con un perfil 'senior'. La última ampliación está abierta hasta julio para las personas que estén interesadas en empezar en septiembre.

"Hay personas que siguen teniéndola, están cómodas y la empresa también está por la labor de seguir", apunta Moros. El objetivo ahora es "seguir intentando avanzar en el modelo a partir de diciembre". Así, quieren evolucionar tanto en la parte retributiva para mejorar la bonificación de la empresa como en flexibilizar las condiciones para que los días de trabajo no estén cerrados como ahora. "Si una persona prefiere otro día que haya esa posibilidad", apunta.

Desde CC. OO. Aragón consideran que el modelo "ideal" es la semana de 32 horas. "Un día menos no es descartable", apunta Carmelo Asensio, responsable de Empleo del sindicato. Eso sí, siempre que se reduzcan horas porque "no puede ser concentrar la jornada en cuatro días, porque salen jornadas de 10 horas diarias lo que puede ser muy lesivo por el tema de la conciliación", advierte. Cree que hay margen para ganar productividad y poder mantener el salario o que la reducción sea inferior a la del tiempo de trabajo

En cualquier caso, Asensio defiende que el cambio de modelo sea "negociado" y no impuesto ni generalizado a todos los sectores. "Que se estudie sector a sector", apunta, ya que reconoce que en "sectores que tienen que ver con la economía digital la productividad cada vez es mayor".

Ampliar el teletrabajo

Telefónica, como todas las del sector tecnológico, también tiene implantado el teletrabajo, sobre el que quieren avanzar los sindicatos. "Cuando llegó el teletrabajo siempre había muchas reticencias por parte de todo el mundo, poco a poco se empezó a poner en práctica y con la pandemia es algo que se ha normalizado", ha señalado. En el acuerdo de teletrabajo se incluyen dos días para toda la plantilla y es la persona quien indica qué días le vienen bien. La próxima negociación será "ampliar tanto el tiempo de teletrabajo como flexibilizar los procedimientos si se necesita cambiar un día".

La pandemia de covid-19 impulsó el teletrabajo en todo tipo de sectores que podían implantarlo, para no dejar de trabajar, pero la vuelta a la normalidad trajo para la mayoría el regreso a la presencialidad. Esto no ha ocurrido en actividades como las relacionadas con la tecnología, donde han aumentado las contrataciones incluso para trabajar el 100% de la jornada a distancia. "Tras la pandemia hay el doble de casos", ha afirmado Víctor Vidaller, desde el grupo Hiberus. De hecho, asegura que sin ofrecer esta medida de flexibilidad no podrían contratar a algunos de los profesionales más buscados. Trabajar desde donde quiera el empleado, siempre que tenga una buena conexión de internet, se convierte en un atractivo para el puesto. En plantilla tienen "una persona que vive en la sierra de Cádiz, otro en un pueblo de Murcia, en una aldea de Galicia o una persona que trabaja desde Tarazona", pone como ejemplos. En total, más de 100 casos, que suponen en torno al 5% del personal.

Para el resto de los empleados "lo normal es un modelo híbrido", señala, ya que "la gente suele ir dos o tres días a la oficina y otros tantos en casa". Aunque hay personas que prefieren ir todos los días, especialmente, gente joven que comienza, frente a algunos más veteranos que optan por pasarse dos días al mes. En cualquier caso, cree que "el 100% de presencialidad no va a volver al sector".

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