Hacienda dilata la propuesta del ‘cheque bebé’ de Unidas Podemos a la espera de la reforma fiscal

Este partido socio de Gobierno aspira a que la ayuda de 100 euros por crianza de hijos se haga extensible a las madres que no cuenten con contrato de trabajo.

Una madre sostiene en brazos a su hija recién nacida
Una madre sostiene en brazos a su hija recién nacida
Emilio Naranjo / EFE

La futura ley de diversidad familiar vuelve a tensar la delicada cuerda entre PSOE y Unidas Podemos, ambos socios en el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez. Fuentes del Ministerio de Derechos Sociales explican que el departamento de Hacienda se ha cerrado en banda a tratar una de las propuestas estrella que la ministra Ione Belarra desea incluir en la norma: una renta universal por crianza de 100 euros al mes para todas las madres españolas y 150 euros para familias monoparentales.

El objetivo sería llegar a todos los hogares con niños, desde que nacen hasta que alcancen la mayoría de edad. No obstante, en principio solo implicaría a la franja de cero a cuatro años.

Desde la cartera que dirige María Jesús Montero prefieren no valorar este gasto extra para las arcas públicas del Estado, al menos, hasta recibir las recomendaciones sobre la reforma fiscal que el comité de expertos trasladará al Ejecutivo a finales de este mes. "La cuestión se encuentra dentro de la negociación habitual entre ministerios", apuntan fuentes de su departamento. Sin embargo, en el entorno de Unidas Podemos insisten en que el gabinete de Montero "ni siquiera nos recibe".

Ante este parón, la formación morada ha reactivado en los últimos días la presión para sacar adelante la iniciativa que ya fue planteada por el equipo de Ione Belarra durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022. Pero finalmente cayó en saco roto, por lo que el grupo quiere aprovechar la ley de familia para introducir la medida a lo largo de este año y que entre en vigor en 2023.

Discrepancias

El principal choque con Hacienda reside en que, según la idea inicial, todas las madres podrán acceder a la ayuda, independientemente de si cuentan o no con un contrato de trabajo. El problema es que, conforme indican los socios de coalición, el PSOE entiende que este tipo de ayudas debe fomentarse entre las mujeres con contrato laboral, como el modelo que rige hasta ahora.

Sin embargo, la formación morada considera que esa percepción de que "quien recibe una ayuda preferirá no trabajar para mantenerla" es equivocada.

Esta fue precisamente, una de las principales críticas que recibió la única prestación universal que ha existido hasta ahora en España, el llamado cheque bebé impulsado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre noviembre de 2007 y finales de 2010. Una prestación de 2.500 euros por nacimiento para madres que requería un único requisito: ser residente en España. Esa ayuda se pagaba por una doble vía y en la mayoría de los casos como una deducción fiscal sobre el IRPF. Pero las mujeres no trabajadoras (y las residentes en Navarra y País Vasco con su propio sistema) podían acceder a ella como una prestación no contributiva a través de la Seguridad Social.

La idea ahora es que la nueva renta de crianza universal se tramite en forma de ayuda directa. La finalidad es que incluso los hogares que no realizan la declaración de la renta, al no percibir los ingresos mínimos para ello, también puedan beneficiarse.

En todo caso, los impulsores de dicha medida sostienen que su coste estimado "es perfectamente asumible" para el Estado. En concreto, los cálculos que manejan apuntan a que en su primer año esta ayuda implicaría un gasto de 400 millones de euros para cubrir las familias con niños de cero a cuatro años.

Sin acumulaciones

Hay que tener en cuenta que la idea del Gobierno es que estas prestaciones no se puedan acumular. Es decir, aquellas familias que reciban otras ayudas por hijo a cargo ya en curso -como los 100 euros para familias con Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otras vulnerables que no cumplen los requisitos para esta prestación- no podrían acceder a la renta por crianza y, por lo tanto, quedarían excluidas del cálculo. "Lo que tenemos que hacer es completar el mapa del país, que todas las familias se vean beneficiadas con las distintas medidas", insisten desde Unidas Podemos.

Esta formación reconoce que ese gasto inicial iría subiendo cada año para cubrir todas las franjas hasta la mayoría de edad. Aún así, defienden que sería sencillo financiarlo con otras propuestas, como la de crear un nuevo impuesto a las grandes fortunas que vendría a sustituir el actual sobre patrimonio y que, según sus estimaciones, implicaría unos ingresos de 10.000 millones de euros.

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