IRPF

La renta de los ERTE: "Iba mentalizado de que tendría que pagar, pero no tanto"

La atención presencial en las oficinas de Hacienda se ha estrenado con los sustos para los afectados por los expedientes de regulación por la covid-19 que han recurrido al servicio de cita previa.

La campaña de la renta ha comenzado en las oficinas de la Agencia Tributaria. El servicio de confección de declaraciones atiende en este último mes de plazo a un perfil de contribuyentes con rentas sencillas, que siguen prefiriendo la atención presencial o que no tienen acceso a las vías telemáticas que impulsa Hacienda. Este año se suman algunos de los que el pasado estuvieron varios meses sin trabajar por presentar su empresa un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) debido al parón de la actividad por la pandemia de covid-19 y ahora acuden para comprobar el "susto" que les depara la declaración.

Jerónimo Zambrano es uno de ellos. Se ha acercado al servicio de cita previa que ha empezado a recibir contribuyentes este miércoles, en el espacio cedido por el Gobierno de Aragón en su sede de la plaza de San Pedro Nolasco de Zaragoza. De allí ha salido, con la carpeta bajo el brazo, después de ver que, como se temía, este año tiene que presentar la declaración de la renta y, además, le sale a pagar. "Iba mentalizado de que tendría que pagar, pero no tanto", ha confesado a la salida. 

De no tener que presentar declaración de la renta a pagar

En 2020 estuvo unos cinco meses de ERTE, durante los que, como al resto de afectados, el servicio público de empleo estatal (SEPE) no le retuvo nada en concepto de IRPF, por lo que ahora tiene que pagarlo él. El año pasado, ni siquiera tuvo que presentar la declaración porque sus ingresos no superaban los 22.000 euros anuales. Ahora, debido a que ha contado con dos pagadores (su empresa y el desempleo), el límite baja a 14.000 euros y hace que tenga obligación de declarar. 

"Es la primera vez que me sale a pagar", ha confesado. Han sido unos 480 euros, que ya había consultado en el borrador, pero acudía a la cita presencial para asegurarse. Había un desfase de unos 40 euros. En algún ejercicio que le ha tocado hacer la renta, el máximo que ha abonado habían sido 60 euros. Ahora, le han informado de la posibilidad de solicitar el pago aplazado especial para afectados por ERTE, que permite dividir la cantidad en seis meses. Aunque, "no deja de ser lo mismo", ha confesado, prefiere esta opción porque la situación económica actual, todavía con mucha incertidumbre, no invita a grandes desembolsos. El primer pago será en julio.

Como su caso, conoce a otras personas de su entorno que se encuentran en la misma situación. "Tengo a muchos conocidos que no habían hecho nunca la declaración y este año la tendrán que hacer", ha contado. Hace unas semanas recibió una carta de la Agencia Tributaria informándole de que entraba en el grupo de los afectados por ERTE que tendrían que presentar el tributo por haber cobrado de dos pagadores. En peor situación se encuentran quienes han cobrado más dinero del que les correspondía, por errores del SEPE, y no tienen todavía las cantidades correctas. Hacienda ha aconsejado en estos casos que esperen a ver si se resuelve su situación antes de que finalice la campaña. Los datos fiscales y el borrador se van actualizando con el SEPE, han explicado.

Problemas para conseguir cita previa

En la primera jornada del servicio de cita previa había quien no la conseguía por teléfono y se acercaba a preguntar. Solo le remitían a internet (www.agenciatributaria.es), la aplicación móvil o el teléfono (901 22 33 44 / 91 553 00 71) para seguir intentándolo. Los teléfonos no dan abasto estos primeros días para concertar citas, pero desde la Agencia Tributaria se asegura que habrá durante toda la campaña. Piden volver a intentarlo otro día o por otra vía, como la confección telefónica. Esta última se lleva a cabo con el plan 'Le Llamamos', al que se accede por las vías de cita previa anteriores y del que se han presentado un 32% más de rentas que el año, con datos a 31 de mayo.

A San Pedro Nolasco también acuden otros contribuyentes fieles a la atención personal. "Venimos siempre porque es muy fácil y en cinco minutos ya está presentada", ha contado José Tienda, jubilado. Junto a su mujer, Concepción Trillo, han sido de los primeros en ir este año, a las 9.45. "Me cogió la cita mi hijo por internet en cuanto salió", ha contado. "Sale todo", ha asegurado ella, sobre los datos de que dispone Hacienda. "Yo traigo todos los papeles, pero algunos como el IBI ni lo saco siquiera", ha reconocido José. 

Concepción Trillo y José Tienda, en el servicio de cita previa de la renta en Zaragoza.
Concepción Trillo y José Tienda, en el servicio de cita previa de la renta en Zaragoza.
Guillermo Mestre

El año pasado el servicio se prestó en la sede de la Agencia Tributaria en la calle Albareda por las restricciones de la pandemia. "Nos la presentó mi hija, que la hizo por teléfono", ha recordado María Ángeles Morella. También acudía con su marido, Eugenio Galeano, y han esperado unos minutos en la fila que se formaba en la calle, hasta que se acercara la hora de la cita. En ella, el personal de seguridad recordaba que era necesario mantener las distancias. 

No todos salían contentos. A María Asunción Aragüés y a su marido, José Pérez, otro matrimonio jubilado, no les habían podido hacer la declaración. "Normalmente venimos aquí pero nos han dicho que este año era complicada", han explicado a la salida. Habían hecho una venta que no estaba incluida entre los requisitos para poder acudir al servicio de cita previa.  "Nunca hemos ido a una gestoría", han confesado, que sería la alternativa que tenían. Además, han lamentado que "hemos venido de propio desde el pueblo", Concilio, perteneciente a Murillo de Gállego, a unos 100 kilómetros. 

Aforo reducido y espera al aire libre

En el centro se mantienen las distancias entre los puestos de atención, con paneles de separación que ha cedido la DGA y es obligatorio el uso de mascarilla. Las restricciones de aforo hacen que  solo haya media docena de sillas a modo de sala de espera, cuando antes de la pandemia eran varias decenas los contribuyentes que podían esperar su turno. Si se llega con mucha antelación hay que esperar al aire libre, en la fila de la puerta de entrada.

Se confeccionan declaraciones de 8.15 a 14.00 y de 15.30 a 18.30. Este año, para cumplir con las medidas de prevención de contagios por la covid-19 se ha reducido el número de puestos de atención, desde la treintena del último año (en 2019) a los 22 actuales. Este miércoles había 15 ocupados, en un primer día tranquilo, en el que se esperaba atender a unos 320 contribuyentes. Los otros puntos de confección de declaraciones en Aragón se encuentran en Calatayud, Huesca, Monzón, Teruel y Alcañiz.

Al final de la jornada de este miércoles se presentaron en oficinas en Aragón un 90% más de rentas que el primer día de atención presencial del año pasado, en el que hubo más restricciones por la pandemia de coronavirus, según fuentes de la Agencia Tributaria. En Zaragoza, el incremento fue de un 62%. 

En Aragón se han presentado en estos dos primeros meses de campaña 415.396 declaraciones de la renta, de las  alrededor de 720.000 previstas. De ellas, 282.689, alrededor del 68%, tenían derecho a devolución y el 220.818 ya la han cobrado. Esta campaña se esperan más declaraciones a ingresar debido al efecto de los ERTE, lo que incrementará el total de obligados a declarar. A ello contribuye que deben tributar todas las personas que hayan cobrado el ingreso mínimo vital (IMV).

Se puede pedir cita hasta el 29 de junio, el penúltimo día de campaña. El plazo para la presentación de declaraciones finaliza el 30 de junio.

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