economía

Mapa de las gasolineras más baratas de Aragón para esquivar la subida de los carburantes

Llenar el depósito vuelve a costar lo mismo que antes de la pandemia de covid, aunque todavía no se ha recuperado toda la actividad.

Gasolinera en Zaragoza.
Gasolinera en Zaragoza.
Raquel Labodía

Los precios de la gasolina y el gasoil siguen subiendo y ya se han igualado a los que se pagaban antes de la pandemia de covid-19. El parón de la actividad que supuso el confinamiento y tras el que bajó el presupuesto en carburante ha dado paso tras un año de desescalada a nuevos incrementos. Y la senda seguirá siendo al alza porque el barril de petróleo Brent que sirve de referencia para los precios en Europa continúa encareciéndose, a lo que se suma que el Gobierno central ha anunciado que elevará de forma progresiva los impuestos sobre el consumo de diésel y de gasolina y creará un nuevo tributo sobre el uso medio real del vehículo. 

Tras un año de pandemia, llenar el depósito del coche cuesta un 25% más si es de gasolina y un 22,6% más si se reposta con diésel. Los carburantes se encontraban en precios mínimos en mayo de 2020, precisamente cuando la movilidad estaba restringida por la pandemia. Ahora, el precio medio de la gasolina es de 1,35 euros y el del gasóleo de 1,2 euros el litro, según los datos del Boletín del Petrolero de la Unión Europea de la última semana.

Los precios más bajos

En Zaragoza, la gasolina más barata se puede repostar en Catalayud, a 1,194 euros el litro, en la estación de servicio Q8 y en la de la cadena de supermercados Alcampo; en Huesca, a 1,197 euros el litro en Bonarèa y en Teruel a 1,232 euros en las estaciones de Bioteruel y dos de Petroter, según los datos que registra y va actualizando el geoportal de gasolineras del Ministerio para la Transición Ecológica. 

En cuanto al diésel, el más barato se encuentra en Family Energy en Plaza, a 1,049 euros el litro; en Huesca, a 1,062 euros en Agropienso (Esplús) y Bonarèa (Fraga) y en Teruel en Subigás (Cella) a 1,058 euros.

El precio ha vuelto a niveles prepandemia. Desde la asociación de estaciones de servicio de Aragón (Aesar), calculan que la gasolina se encuentra al nivel de junio de 2019 y el gasóleo ha vuelto a costar lo mismo que en febrero de 2020, antes de que se decretara el confinamiento por la covid. "En mayo de hace un año teníamos precios mínimos. Estábamos totalmente confinados, salvo los servicios esenciales y la demanda era inexistente", recuerda Pilar Soto, presidenta de Aesar sobre la situación que se vivió en 2020, que hizo caer las ventas de las gasolineras. "Había estaciones de servicio que el fin de semana no vendían ni un litro, con caídas del 80%", recuerda sobre la época más dura, también para el sector, que fue uno de los esenciales que siguieron trabajando, aunque muchos no tenían clientela.

El petróleo se encarece

Soto señala a la ley de la oferta y la demanda como la causante de la bajada de entonces y la subida de ahora, entre otros factores. Con la actividad mundial ralentizada por la pandemia no se consumía petróleo y había mucho excedente en el mercado. El barril de Brent, el que se utiliza de referente en Europa llegó a estar a 18,3 dólares, recuerda. Hace un año se pagaba a 29,38, menos de la mitad del precio actual, de alrededor de 67 dólares. Reconoce que de la rebaja del año pasado no se pudieron beneficiar la mayoría de los consumidores porque tenían restringidos sus movimientos.   

La portavoz de las estaciones de servicio recuerda que el hecho de que suban los precios "no supone que nosotros aumentemos nuestros márgenes, que no son muy grandes, porque la materia prima nos cuesta más cara". De hecho, asegura que desde el sector "queremos poder dar un precio competitivo para incentivar el consumo y que a la gente no le cueste tanto llenar el depósito".

"Seguimos con las ventas un 20% por debajo de lo habitual de estas fechas"

En lo que va de año, los precios han seguido subiendo, con un alza del 14% en el caso del litro de gasolina y un 13% en el gasóleo. "Dependemos de los mercados internacionales y de la demanda", apunta. La actividad de las estaciones de servicio todavía no se ha igualado a la que había antes de la crisis sanitaria. "La recuperación económica aún costará. Las pymes llevamos arrastrando un acumulado de pérdidas", advierte. Las gasolineras van poco a poco aumentando sus ventas, principalmente tras el fin del estado de alarma hace quince días, salvo las de los municipios en los que se mantienen los cierres perimetrales.

"Cuando el Gobierno decidió el fin del estado de alarma la gente cogió más el vehículo particular para irse a los pueblos, a la playa y a la montaña", señala Soto. De ahí que hayan notado los aumentos de clientes, principalmente los fines de semana. Calcula que mientras entre semana las ventas han crecido "entre un 3% y un 8%", el fin de semana llega a "entre un 11% y un 30%". Incluso alguna gasolinera de Teruel habría vuelto a cifras de 2019 gracias a la llegada de clientes de la Comunidad valenciana.

Sin embargo, Soto calcula que "seguimos con las ventas un 20% por debajo de lo habitual de estas fechas", en un entorno en el que resulta complicado hacer previsiones tanto para las empresas como para los clientes.

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