economía

La patronal aragonesa ve una "temeridad" hablar de semanas de cuatro días en plena crisis económica

CEOE y Cepyme Aragón aseguran que ahora "no toca" y califican la idea de "ocurrencia de despacho". CC. OO. y UGT y esperan que la prueba piloto con 200 empresas sirva de base para un cambio de modelo.

Terrazas en Zaragoza
Terrazas en el centro de Zaragoza.
TONI GALAN

Las patronales aragonesas no quieren ni oír hablar de reducir la jornada laboral a 32 horas a la semana y  solo cuatro días laborales. Hace un año, antes de la pandemia, ya la calificaron de "ocurrencia" y ahora le ven todavía menos sentido en plena crisis. El Ministerio de Industria busca 200 empresas para ensayar esta reducción del tiempo de trabajo, surgida de un pacto político con Mas País, el partido encabezado por Íñigo Errejón.

"Es una idea tan ilógica, tan complicada en el momento actual, que suena a una temeridad", reprocha Jesús Arnau, director general de CEOE Aragón. Recuerda que estamos "en plena crisis económica" en la que han cerrado 1.300 empresas en la comunidad, con un total de 115.000 personas sin trabajo entre los ERTE, los parados y los autónomos acogidos a la prestación por cese de negocio.

"Ocurrencia de despacho"

Por ello, "hablar de reducir la jornada suena a ocurrencia de despacho". Con la crisis "ya llevamos un año de reducción de actividad", lamenta. "No es momento, en este momento no toca hablar de esto", recalca.

"Parte de un absoluto desconocimiento de la realidad de la empresa"

En ello coincide el presidente de las pymes aragonesas, Aurelio López de Hita, que considera que es una propuesta que "parte de un absoluto desconocimiento de la realidad de la empresa" y que "no tiene ningún encaje con sus necesidades". Por ello, plantear cuestiones que "ni tocan ni son deseables ni garantizan una mejora en productividad ni salarios me parece demagógico", afirma. "Me imagino que la realidad se impondrá", espera.

Por su parte, desde Más País, Héctor Tejero, responsable del programa entiende que la crisis puede hacer que "haya empresas que ahora duden más" o "algunas de algunos sectores no quieran entrar", por estar más afectadas. Junto a ellas, destaca que otras "como las empresas tecnológicas y de innovación no están en una situación especialmente mala". Además, el proyecto todavía está dando sus primeros pasos, exponiéndolo y buscando voluntarias, y se irá concretando a lo largo del año. 

"Ahora habrá empresas que preferirán no arriesgar, pero para muchas la situación se va a normalizar cuando acabe el proceso de vacunación, que será después del verano, que es ya, y cuando lleguen las ayudas europeas", asegura. El proyecto ha ido recopilando datos de alguna empresa que se ha lanzado recientemente a este modelo, como la tecnológica andaluza Delsol, que lo introdujo hace un año.

Para los sindicatos, que llevan años negociando en los convenios colectivos reducciones de las jornadas anuales, la propuesta va por buen camino. Desde UGT-Aragón, José de las Morenas, secretario de Política Sindical, coincide en que "el momento es complicado, pero las propuestas están para ir trabajando en ellas y la situación pandémica pasará". 

"El momento es complicado, pero las propuestas están para ir trabajando en ellas y la situación pandémica pasará"

"Desde UGT ya llevamos reivindicando desde hace años la reducción de jornada a la de 32 horas", recuerda. Esta puede ser una forma para combatir la pérdida de empleo que piensa traerá el avance de la digitalización y robotización del trabajo. Un escenario que puede llevar a "un excedente de trabajadores", que permitirían compensar iniciativas como esta para "reducir las horas de trabajo, sin afectar al sueldo, repartir el trabajo y con complementos vinculados a la formación".

El sindicato mantiene entre sus reivindicaciones que se pague por los robots para que con ese dinero se pueda ayudar "a los millones de trabajadores que se puedan ver expulsados del mercado laboral".

Desde CC. OO.-Aragón, Sonia García, secretaria de Acción Sindical, cree que es una iniciativa "interesante". Para conseguir que refleje mejor las posibilidades del cambio, "lo importante es que se tenga en cuenta todo tipo de empresas", algo que puede ser ahora complicado en sectores más afectados por la pandemia como la hostelería. "Con las conclusiones que se saquen del estudio se podrán ver las dificultades y buscar soluciones", señala.

En cuanto a la coyuntura, considera que "siempre encontraremos motivos que nos lleven a pensar que nunca es el momento". Además, la pandemia "nos apremia más a introducir modificaciones en el sistema productivo". García apunta que en el proceso "se tenga en cuenta a la representación legal de los trabajadores para participar en las decisiones que se tengan que tomar".

Los empresarios insisten en que "en un momento como el actual, lo que hay que hacer es centrarnos más en trabajar y ser más productivos e incrementar la competitividad. Tenemos que volcarnos en mirar más que nunca ser productivos", añade Arnau.

"Hay que dejar de aspirar a competir como Hungría y hacerlo por arriba, con innovación y formación. Eso va a generar un aumento de productividad"

En este sentido, Tejero considera que el modelo actual es "equivocado económicamente" porque "nunca vamos a ganar por ese camino de trabajar más horas", como plantean las patronales. "Hay que dejar de aspirar a competir como Hungría y hacerlo por arriba, con innovación y formación. Eso va a generar un aumento de productividad", afirma.

"No conozco ninguna empresa que esté pensando en reducir la jornada laboral, al revés, está deseando incrementarla cuando se reactive la economía. Es que no se puede plantear en peor momento", insiste el portavoz de CEOE.

López de Hita coincide en que hay que poner "las herramientas necesarias para que se vaya modernizando el tejido empresarial, hacerlo más fuerte y más competitivo", pero "cuando se pueda". Ahora, las necesidades de las empresas son "de supervivencia, de mantenimiento de los puesto de trabajo" y frente "a la "tremenda crisis social como consecuencia del paro y de la ruina de muchas empresas".

Cree que será necesario prorrogar los ERTE más allá del 31 de mayo. "No habrá más remedio" porque "no puedes dejar a cientos de miles de trabajadores desamparados ni que cientos de autónomos se arruinen". Esta sería la prioridad ahora, junto con las ayudas directas al colectivo. "Lo demás son juegos florales", critica.

"Si hay algún empresario que acceda a un experimento de este tipo, él sabrá", señala sobre el proyecto piloto en marcha.

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