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Así hay que lavar la ropa de deporte para quitar las manchas de sudor y el mal olor

Los tejidos con los que se diseñan las prendas deportivas necesitan un cuidado específico para evitar el deterioro precoz y aromas desagradables que se intensifiquen al ponerse de nuevo la ropa.

Acabar de hacer deporte es satisfactorio hasta que reparas en el estado de tu atuendo.
Acabar de hacer deporte es satisfactorio hasta que se repara en el estado de la ropa deportiva.
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El sedentarismo en España no deja de bajar año tras año, y es que cada vez son más los que saben disfrutar de una jornada deportiva (y de sus múltiples beneficios a corto, medio y largo plazo). Así, la práctica de actividad física ayuda a mejorar la condición física y la autoestima, a prevenir las enfermedades cardiovasculares o a reducir los dolores crónicos, entre otros. Claro que no todo podían ser ventajas: la ropa diseñada para practicar deporte tiene la capacidad de absorber el aroma a humedad y, también, la de generar manchas en zonas delicadas (como la de las axilas o la espalda). ¿Existe algún modo de que esto no ocurra?

Los tejidos seleccionados para fabricar la ropa de deporte son especiales, ya que están pensados para que transpiren, se amolden al cuerpo sin molestar y, además, tengan tendencia a un secado rápido para evitar que el sudor nos impida seguir con la rutina de ejercicio. Por eso mismo, a la hora de lavarlos, hay que seguir una rutina ordenada y precisa que evite un deterioro precoz, con la aparición de antiestéticos cercos blancos de sudor o ese olor intenso a humedad que se potenciará en el momento que nos pongamos a practicar ejercicio.

Cómo mantener la ropa deportiva

Ropa sucia

Lavar cuanto antes (o airear)

Aunque por temas de consumo responsable y ahorro no suele ser posible (a no ser que coincida con que tenemos que poner otra lavadora), lo mejor es lavar la ropa deportiva justo después de usarla. En caso de no hacerlo, para asegurar que los cercos de sudor no se quedan de forma permanente en camisetas y pantalones, lo mejor es dar con un poco de agua sin jabón en la zona manchada y airearlos en un lugar donde el sol no incida directamente. 

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Etiqueta lavadora.

Leer bien las etiquetas

Es importante entender lo que significan los símbolos que acompañan las etiquetas interiores de la ropa, ya que serán los que nos confirmen la forma óptima de lavado. Así, nos avisarán qué programas son más adecuados, la forma de secado o los productos que hay que evitar para no acelerar su deterioro.

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Foto de una lavadora

Programas de agua fría

La temperatura de la lavadora es clave para asegurar un buen resultado, ya que ayuda a que las fibras textiles no se apelmacen ni se debiliten. Además, es conveniente lavarla por separado de toallas o jerséis gruesos que puedan empeorar la calidad del aclarado, de tal manera que no se elimine por completo el olor o las manchas.

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Tender la ropa es una tarea cotidiana que se realiza en cualquier hogar.

No tender al sol

Además de sacudir con fuerza cada prenda al sacarla de la lavadora para devolverle su forma, a la hora de tender hay que poner mucho cuidado. Hay que elegir una zona donde el sol no incida directamente pero que esté bien aireada, si se quiere evitar el mal olor, las marcas de las pinzas y el tacto rígido. 

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