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Así hay que lavar las toallas para conseguir que siempre parezcan nuevas
No basta con introducirlas en la lavadora con mucho suavizante para asegurar un resultado suave y agradable.
Suaves, con olor a nuevo y mullidas. Estrenar toalla es un de los placeres de la vida, pero, por cuestiones obvias, no se puede pretender hacerlo cada vez que nos damos una ducha o un baño. No obstante, es una idea que puede resultar muy tentadora, y es que a quién no le ha pasado aquello de meter este textil en la lavadora y sacar algo mucho más parecido al papel de lija. Nos guste o no saberlo, esto es culpa nuestra: no sabemos sacar partido a la lavadora. Ya sea para acabar con la mugre de unas zapatillas o de la ropa deportiva, la ley de Murphy suele llevarnos a elegir el programa equivocado y el momento equivocado, consiguiendo un resultado nefasto.
Con las toallas ocurre lo propio. Debido al uso, la cal se va adhiriendo a sus fibras y, si no conseguimos quitarla adecuadamente, estos textiles tienden a endurecerse y a perder la esponjosidad que los caracteriza (y que tanto nos gusta). Por eso, es importante saber cómo tratarlas en la lavadora y durante el secado, ya que esto nos asegurará 'estrenar' toalla a diario sin gastarnos todos nuestros ahorros.
Cómo lavar bien una toalla, paso a paso
La temperatura, clave
Uno de los errores más frecuentes a la hora de lavar las toallas es elegir un programa erróneo en la lavadora. Aunque nos pueda dar la sensación que el agua a altas temperaturas pueda favorecer la limpieza, solo se consigue contraer las costuras, afectar a la calidad del tejido y el color y dificulta la desaparición de las manchas. Por eso, lo mejor es elegir programas cortos y de agua fría.
Vinagre y jabón blanco
Aunque el suavizante aporte un aroma muy agradable a la ropa, es uno de los peores enemigos de las toallas usadas: es el culpable de que parezcan una lija, una vez secas. Así, lo más recomendable es mezclar jabón de lavadora y vinagre blanco, pues este 'mix' no solo desinfectará la ropa de baño, también conseguirá que queden esponjosas y parezcan nuevas.
La lavadora, solo para ellas
Si bien es cierto que a la hora de poner la lavadora conviene llenarlas para evitar el malgasto de agua y energía, en el caso de las toallas se puede (y merece la pena) hacer una excepción. Es importante que puedan girar con facilidad dentro del tambor para evitar que las fibras se apelmacen y pierdan su suavidad.
El secado, fundamental
Lo primero que hay que hacer al sacar cada toalla de la lavadora es sacudirla con fuerza para devolverle la forma. Así, solo quedará tenderlas en una zona donde el sol no incida directamente pero que esté bien aireado, si se quiere evitar el mal olor y el tacto rígido. Además, es muy importantes no doblarlas mientras estén húmedas, ya que les daremos formas muy difíciles de quitar después.