Economía

Kimberly Clark cierra su planta de Calatayud con más de 200 trabajadores en plantilla

Laboral

La empresa no ha podido cerrar la venta de la planta bilbilitana, dedicada a la fabricación de pañales. La producción cesará en mayo.

Kimberly Clark ha anunciado este martes el cierre de su planta de Calatayud, dedicada a la fabricación de pañales, que tiene en plantilla a 208 trabajadores. Se espera que la planta finalice su producción alrededor de mediados del próximo mes de mayo.


Según ha informado la Cadena Ser, la dirección de la empresa no ha podido cerrar ninguna de las negociaciones iniciadas el pasado año para vender la planta bilbilitana.


La empresa señala en un comunidad que "a pesar del esfuerzo de Kimberly-Clark y del equipo de dirección de la planta, no se ha encontrado comprador y la compañía se ha visto forzada, como única alternativa, a proponer el cierre de las instalaciones.La decisión no es en modo alguno reflejo del desempeño de la planta o de sus trabajadores. Se trata de una decisión estratégica, resultado por una parte de la revisión del negocio de consumo de Kimberly-Clark en Europa y, por otra parte, de la ausencia de interés en la compra de la planta".


“Esta decisión no ha sido tomada a la ligera y lamentamos profundamente tener que proponer este cierre. La compañía trabajará proactivamente con los sindicatos en todo momento para garantizar la realización del apropiado proceso de consulta. Nuestra prioridad es garantizar que los trabajadores reciban un trato justo y cuenten con todo el apoyo necesario durante estos difíciles momentos”, ha explicado este martes Dave Faddis, vicepresidente europeo de producción de Kimberly-Clark.Intento de venta

El pasado mes de octubre, Kimberly Clark anunciaba una serie de cambios estratégicos en su negocio en Europa, donde decidía retirarse del mercado de pañales para centrar sus recursos e inversiones "en aquellos productos y mercados con mayor potencial, con el fin de obtener mejores resultados en el futuro".


En este contexto manifestaba su intención de vender su planta zaragozana. "Lamentamos que los cambios en nuestro negocio europeo nos lleven a tener que proponer la venta de la planta de Calatayud. Ninguna decisión de este tipo se toma a la ligera y, durante estos momentos de transición, todos los trabajadores recibirán un trato justo y todo nuestro respeto. Se trata de una decisión difícil, pero necesaria para mejorar nuestra competitividad y hacer de Kimberly-Clark Europa una compañía más fuerte", explicaba entonces David Campos, Country Manager de Kimberly-Clark en España.


A pesar del esfuerzo, de las inversiones y del tiempo dedicado por Kimberly-Clark a su negocio de pañales en Europa, la compañía no ha sido capaz de hacer de ésta una actividad rentable de manera sostenible.

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